Hace un tiempo, por no decir siempre, viene rondando la idea en mi cabeza de cómo se consigue llegar a ser un buen fotógrafo. Cuando sale la conversación entre grupos de amigos fotógrafos, aficionados o incluso personas que no tienen vínculo alguno con la fotografía, normalmente sale a relucir la frase de que una buena fotografía no la hace la cámara sino el ojo del fotógrafo.
Partiendo de la base de que siempre suelo barrer para el lado de los que exponen y no de aquellos más centrados en la venta, publicación y reportajes, porque son los autores que me interesan ya que ofrecen una mirada particular, hoy hablaremos de aquellos cuya obra nos hace preguntarnos porqué son ellos los que exponen y no otros.
Miroslaw Tichý, un fotógrafo con síndrome de diógenes
Este autor es el vivo ejemplo de aquel cuya obra puede resultar ofensiva para aquellos que creen en la perfección fotográfica. Estudió Bellas Artes pero terminó paseando como un vagabundo con sus cámaras hechas a mano. En concreto se dedicó a fotografiar mujeres en la calle que apenas se daban cuenta de su intromisión porque nunca pensaron que podrían ser fotografíadas por dichos aparatos.
La crítica ve en su fotografía un profundo intimismo y obsesión por el universo femenino, entre lo erótico y la dejadez de quien después araña, rompe y manipula sus instantáneas para enmarcarlas a su antojo. Todo un personaje, Miroslaw Tichý, cuya una de sus frases era “si quieres ser famoso tienes que hacer algo y hacerlo peor que cualquier persona del mundo entero”.
Ha expuesto recientemente en Valladolid, pero ya lo hizo en Madrid y Sevilla, así como en museos tan importantes como el Pompidou de París. Su obra interesa porque ofrece una visión única, diferente. Su fotografía da juego y al final éso es lo que importa en el mercado del arte y a nivel cultural.
Degas, el pintor que póstumamente expone fotografías
Hasta el 11 de diciembre estará la exposición sobre Degas en la Royal Academy de Londres. En ella no sólo se exhiben pinturas, dibujos y esculturas, sino que además se han incluido fotografías, muchas de ellas tomadas a partir de 1895 cuando comenzó su afición. En este sentido, como en muchos otros pintores que después han destacado en fotografía, la influencia de la pintura es notable.
Interesan a la crítica no sólo sus instantáneas de amigos con los que se reunía y luego les hacía posar durante horas, sino también, esas fotografías donde se interesó por el movimiento y la estética del ballet. Lo que vende de esta última exposición sobre Degas y a lo que más han recurrido, es a hablar del pintor que además hacía fotos, en un intento de promocionarle más allá de sus cualidades como icono de la pintura universal.
Jessica Lange, la actriz que expone como fotógrafa
La actriz americana es sólo un ejemplo de personaje conocido que salta a los medios fotográficos porque su obra interesa por el nombre que hay detrás. Muchos de ellos relacionados con el cine, que tiene su lógica (al igual que el vínculo existente entre la pintura y la escultura con la fotografía) como pueden ser Antonio Banderas, Pedro Almodóvar o algunos relacionados con la moda como el modisto Karl Lagerfeld al cual sorprendí hace poco tiempo haciendo una sesión con modelos ataviado con una Hasselblad en mano.
No quito mérito a este tipo de famosos que exponen. Particularmente la mirada de Jessica Lange me parece muy acertada. Dice que se refugió en la fotografía como deseo de no sentirse observada. Ahora era ella quien tomaba instantáneas en la calle. En su caso la pasión le venía ya desde la época de estudios en Bellas Artes, pero no se lanzó a labrarse una carrera en el medio hasta los años 90. Actualmente compagina su trabajo como actriz con la fotografía y sigue exponiendo.
Hemos visto sólo tres ejemplos de autores cuya obra ha sido expuesta y que a priori nos hace pensar que fueron llamados a ello no por sus cualidades como fotógrafos sino por lo que podía suponer su nombre en cifras comerciales. Pero están ahí, compartiendo paredes con autores que fueron preparados para ello o que, siendo autodidactas, se labraron un nombre desde el anonimato.
Para mí su obra es perfectamente válida, pero como para ser expuesta tan fácilmente ya es una cuestión subjetiva. Ahora te toca a ti como lector, profesional o aficionado de este medio, valorar interiormente si realmente merecen ser expuestos. También es un ejercicio para conocer lo que se mueve en el mundo del arte, a lo que nos exponemos y a los que exponen.
Fotografía de cabecera | rodcasro de nuestro grupo de Flickr
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