El célebre fotógrafo japonés Daido Moriyama (Ikeda-Osaka, Japón, 1938) siempre se ha sentido fascinado por el lado oscuro de la ciudad. O más, bien por la vida de las calles de Tokio, y más concretamente de Shinjuku, el gigante distrito de la capital nipona, un lugar lleno de agitación, de vida y de sombras. Un lugar que ha sido capturado por muchos fotógrafos por su innegable atracción, casi siempre por su lado más oscuro, pero que en las fotos de Moriyama se intuye una mirada cercana. De perro callejero. De puro observador.
Moriyama ha deambulado por sus calles durante más de cuatro décadas con cámara en mano pero, sobre todo, con los ojos bien abiertos. No dejándose hipnotizar por los neones y el lado amable, sino sumergiéndose en clubes nocturnos, en callejones inmundos, en esas oscuras zonas donde prostitutas y bebedores suelen ser los habitantes habituales.
“Cuando voy a la ciudad no tengo planes. Camino por una calle, tuerzo en una esquina, en otra, en otra más… Soy como un perro. Decido mi camino por el olor”
Callejeando como un perro
Las fotos de Moriyama son convulsas, movidas, granuladas, con un contraste elevado… pero llenas de vida, de autenticidad y buena muestra de su gran capacidad de observación. Convertido en un auténtico perro callejero, solo callejeando se puede respirar ese ambiente y esa naturaleza opresiva que es capaz de plasmar en sus imágenes.
También es Moriyama un fotógrafo sistemático. Cada noche se echaba a las calles, con su compacta (mitificando la Ricoh GR de paso), sus carretes y su cigarro. Dejándose llevar por sus impulsos. No siempre mirando por el visor, a veces usando el flash, otras sin enfocar… Alargando la noche hasta el infinito, camuflándose entre barras de bar y los sujetos que los habitan. Y luego a revelar. Moriyama no descansaba hasta tener sus copias, que él mismo revelaba, recortando, forzando, subexponiendo… sacando todo el grano y el contraste a sus imágenes duras y ásperas.
Su estilo e influencias
Si tenemos que encasillarlo en un estilo, Moriyama claramente es deudor de la imperfección consciente de Robert Frank y William Klein (incluso de la obra gráfica de Warhol como él mismo ha confesado, o de la literatura de Jack Kerouac y Yukio Mishima), pero sobre todo del estilo de Shomei Tomatsu, un autor cuya obra fue crucial para Moriyama, más allá de una referencia. Visiones dramáticas, contrastes surrealistas, una mirada alrededor infatigable.
Su florecimiento como artista fue paralelo a la reconstrucción del Japón de los sesenta, donde el crecimiento industrial de postguerra empieza a convertir al gigante asiático en toda una potencia. Pero, esa cara amable también tenía una trastienda. Justo ahí es donde Moriyama se sumergía, donde se sentía cómodo y donde deambulaba siguiendo sus instintos.
Moriyama: un fotógrafo prolífico
Obsesionado por el movimiento y la agitación de la calle, Moriyama retrataba la suciedad que casi nadie quería ver, pero que era tan real como la crudeza de su mirada. Mientras tanto, Moriyama se saltaba los cánones más puristas de la fotografía y exploraba la imperfección con una convulsa vitalidad. Algo conseguía con enorme talento: capturar una atmósfera opresiva y deprimente con un estilo único. Tanto que ha sentado cátedra y, aún, más cuando ha llevado sus fotos a exposiciones por todo el mundo y publicado libros considerados como grandes joyas.
En cualquier caso, es un autor muy prolífico (más de 40 libros publicados, siendo el primero titulado 'Japan: A Photo Theater', en 1968) y admirado (más en su país natal en sus primeros años para luego lograr gran reconocimiento internacional en 1999 con una retrospectiva en Museo de Arte de San Francisco), que no parece preguntarse demasiado por el propio hecho fotográfico y sí dejarse llevar por la atracción que siente por la calle, el escenario natural y fundamental de sus imágenes.
"El acto de fotografiar es una respuesta fisiológica y concreta, aunque definitivamente hay algo de conciencia presente. Cuando tomo fotos, siempre me dejo guiar por el sentimiento, por lo que incluso en ese momento cuando estoy tomando una fotografía es imposible explicar el motivo de por qué la hago".
Es interesante verlo en acción de alguno de los vídeos que se pueden encontrar en YouTube, pero sobre todo recomendable el documental 'Near Equal Moriyama Daido' (en japonés con subtítulos en inglés), donde se le puede ver en acción, reflexionar sobre su obra y hasta sorprenderse cuando prueba una cámara digital por primera vez.
En definitiva, un autor japonés de referencia. Un maestro para todos a los que nos gusta fotografiar la vida en la calle y del que aprender la importancia de observar y dejarse llevar por la intuición, el impulso y lo que nos rodea.
Foto inicio | Mutsumtsushima, 1974. Daido Moriyama
Web oficial | moriyamadaido.com
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