Este año se está celebrando el centenario de la muerte del escritor Bram Stoker, conocido mundialmente por su novela sobre el Conde Drácula que tantas satisfacciones ha dado, sobre todo, al mundo del cine, sin contar con la fotografía de tintes góticos que en algunos casos viene a expresar una estética vampírica y que también goza de enorme éxito. Pero quiero que nos desvíemos un poco de la imágen que se le dio al personaje en películas posteriores hacia el expresionismo alemán por medio de la figura de Nosferatu y, con ello, conocer a uno de los cinematógrafos de esa corriente que trabajó a la órdenes de Murnau dejándonos imágenes escalofriantes para el recuerdo.
Nosferatu, la película
Cuando el director de cine F.W. Murnau quiso hacerse con los derechos de la novela de Stoker, éstos no les fueron concedidos, pero siguió con el proyecto haciendo modificaciones sobre el texto original, cambiando el nombre de Conde Drácula por Conde Orlok y la localización victoriana inglesa por la ciudad de Bremen (Alemania) entre otros arreglos. Aún así la historia seguía teniendo similitudes con el libro y es por ello que la viuda del escritor les demandó posteriormente de su estreno y ganó el juicio. Se destruyeron un gran número de copias, salvándose algunas que fueron escondidas hasta la muerte de la esposa del inglés.
Anédota aparte, lo que nos interesa de esta cinta es que es obra clave del movimiento expresionista alemán en cine y que nos da pie a hablar de su cinematógrafo Fritz Arno Wagner, ya que si hay un elemento que destaca sobre manera en este tipo de películas es la fotografía. Para esta película en concreto se utilizaron algunos exteriores, frente a la tradición de utilizar estudio en toda la realización. Aún así la estética no nos deja indiferentes.
Para esta película, Fritz Arno Wagner y Murnau, se desprendieron de los decorados angustiosos que habían dado fama al cine expresionista para acercarnos a otro tipo de escenarios naturales donde lo que destaca es la utilización creativa de los encuadres. Así, en la escena del barco, se nos presentó el terror gracias a picados del Conde Orlok así como una visión poética de la imagen que bebía de la tradición pictórica a través de pintores como Edvard Munch. Las sombras también juegan un papel importante. Mítica es la escena del vampiro subiendo por las escaleras, algo que retomaría Francis Ford Coppola en su maravillosa película de 1992.
Nosferatu, el vampiro
Nada tiene que ver la estética y el erotismo que se veía en la novela encarnado posteriormente por Béla Lugosi, Gary Oldman y los actuales vampiros de la saga Crepúsculo entre otras adaptaciones. El Nosferatu de Murnau (interpretado por un sensacional Max Schreck) es un ser repulsivo, una caricatura del ser humano desde la fealdad del mal. Pero aún así se convirtió en uno de los personajes de terror más interesantes que ha dado la historia del cine. Y todo ello gracias a la atmósfera conseguida por el excelente trabajo de dirección y la labor de Wagner como cinematógrafo.
Fritz Arno Wagner trabajó también en películas de cineastas imprescindibles, entre ellas la magnífica “M” o “El testamento del Dr. Mabuse” de Fritz Lang. Murió trágicamente en un accidente de tráfico en 1958 y su persona fue encarnada en cine por medio del actor Cary Elwes en el film “La sombra del vampiro”, donde Willem Dafoe y John Malkovich recreaban la historia de la realización de “Nosferatu” desde la ficción.
En resumen
No dejéis de acercaros a esta joyita del cine, revisitarla a través de su fotografía y comparadla con otras obras claves del expresionismo como “El gabinete del doctor Caligari”. Este 2012 estamos de aniversario por la muerte de Bram Stoker y no está de más volver a la figura del vampiro a través de las adaptaciones que fueron sucediéndose con la novela. Sin duda, un personaje clave en las historias de terror, que con Murnau supo ganarse un hueco en la historia del cine.
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