Aprovechando el post de nuestro compañero Rodrigo de hoy donde nos hablaba del fotolibro como uno de los fines de las fotografías, vamos a adentrarnos en la trágica historia acaecida en los años 50 en Nebraska donde dos adolescentes asesinaron a diez personas en el trascurso de tres días.
Lo que a ellos les llevó tres días, a Christian Patterson, nuestro fotógrafo protagonista, le ha llevado cinco años de trabajo. Una labor casi policíaca que le ha permitido obtener como resultado un fotolibro donde nos muestra a través de escritos y fotografías, ciertos aspectos de aquellos asesinatos en serie.
Antes de seguir, me gustaría que echáseis un vistazo al vídeo donde se analizan sus páginas con bastante precisión, y donde os encontraréis un libro de fotografía diferente en cuanto al material que solemos tener a nuestro alcance, pero absolutamente conceptual y contemporáneo en su formato interior.
Como habréis observado, es un libro común en su forma, pero no en su contenido, sobre todo por el tipo de fotografía donde la anarquía a la hora de presentar imágenes en blanco y negro, junto a paisajes o detalles más concretos, distan un poco de la homogeneidad a la que muchos estamos acostumbrados. Y todo ello porque representa los formatos de la fotografía forense, del paisaje documental y del fotoperiodismo.
Su rareza como fotolibro
Publicado por la editorial inglesa MACK, fue nominado en los premios de 2012 Kraszna-Krausz y resultó ganador del Recontres d’Arles Author Book Award, también en el mismo año. Alabado por la crítica, viene a ser como una gran carpeta donde se incluye el material documental de un caso que se hace atractivo para el espectador en cuanto que parece un rompezabezas, cuyas piezas hay que ir conectando para desvelar (o no) el misterio.
Claro está que si sólo tuviésemos acceso a las imágenes, nunca diríamos que se trata del relato de aquella historia de asesinatos. Y aquí es donde el fotolibro cobra sentido en su conjunto. Las imágenes se retroalimentan de los textos, de las anotaciones, del prólogo que se presenta en una separata fuera de los márgenes físicos del libro.
Lo que nos aporta y le ha aportado
Si por algo os he traído este fotolibro a Xataka Foto es por el hecho de que lo podemos tomar como el ejemplo perfecto de cómo llevar a cabo un proyecto fotográfico. Para Christian Patterson el motivo fue el de la historia de los asesinatos de Nebraska, lugar al que apenas regresaba por periodos de seis a siete días en el trascurso de cinco años.
El resto del tiempo lo utilizaba para ir componiendo las piezas, para la búsqueda de información y para intentar ir configurando las páginas de un libro que fue cambiando de rumbo en varias ocasiones. Después elegía una semana al año para viajar al lugar de la tragedia y allí poder condensar en poquísimo tiempo la toma de fotografías y otros materiales. Si en ese tiempo aún le quedaban flecos, lo debía dejar para el año siguiente. Y así sucesivamente.
En resumen
Le supusieron cinco años de trabajo, pero imaginad el crecimiento y la paciencia y con ello la experiencia que todo este proyecto le ha aportado. Como curiosidad os cuento que este fin de semana estará en Madrid dando un taller para la escuela Blank Paper y el viernes dará una charla abierta también en sus instalaciones. Si su trabajo os inquieta y os gustaría plantearle preguntas, no perdáis la oportunidad ya que no siempre tenemos la suerte de contar con autores así en la capital.
Más info sobre este fotolibro | La Fábrica Editorial Fotógrafo | Christian Patterson