Así está afectando la pandemia del coronavirus al trabajo de los fotógrafos españoles

De un modo u otro todos estamos sufriendo las consecuencias de la crisis del COVID-19. Por supuesto la industria de la fotografía, pero también, y de forma muy especial, los fotógrafos, que en muchos casos son trabajadores freelance en una profesión que difícilmente permite el teletrabajo. Nosotros hemos hablado con algunos de ellos y os contamos cómo les está afectando la difícil situación que vivimos.

La mayoría de los que nos han contestado han corroborado lo que ya esperábamos, porque está siendo la tónica en toda España: Parón y cancelaciones de todo tipo de proyectos y en todos los ámbitos. Es el caso por ejemplo de Cuco Cuervo, fotógrafo especializado en editorial, retrato y moda a quien entrevistamos hace un par de años.

“En estos momentos he parado todo lo que teníamos proyectado en las próximas semanas —nos cuenta— Estoy en casa como recomiendan todas las autoridades y claro, eso implica cerrar el estudio hasta que esto pase. Tenia muchos proyectos confirmados que, tanto por mi parte como por la de los clientes, hemos pensado que lo mejor es retrasar las sesiones hasta que todo vuelva a la normalidad…”

De opinión parecida es Estela de Castro, la fotógrafa especializada en retratos que hace muy poco fue noticia al ser elegida para actualizar los retratos oficiales de la Casa Real. Ella nos cuenta cómo "todo se ha paralizado, todos los trabajos, talleres, exposiciones o nuevos proyectos han desaparecido de momento."

Mas o menos lo mismo que Pablo Gil, fotógrafo especializado en publicidad y gastronomía, que ha visto como "prácticamente se han cancelado todos los trabajos. Los presenciales obviamente todos están cancelados pero los que podía seguir realizando desde casa muchos se han parado y solo mantengo dos proyectos abiertos que avanzan a cuentagotas."

Pablo incluso ha tenido que parar la inauguración de un nuevo estudio, 45zancadas, que tenía previsto para el 20 de marzo, "y hemos pospuesto sin fecha hasta que la situación se resuelva y sea seguro poder celebrar un evento así."

El mundo del fotoperiodismo

Un ámbito especialmente afectado por la crisis del coronavirus es el del fotoperiodismo, doblemente afectados por la precariedad en la profesión y el hecho de tener que llevar a cabo su trabajo (si lo tienen) en “primera línea del frente”, con evidente riesgo de contagiarse y teniendo que desplazarse en un escenario donde se pide a la gente que no salga de casa.

Por eso ya ha habido iniciativas como la de la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos, con un comunicado en el que piden “defender el derecho de ejercicio profesional del fotoperiodismo en condiciones dignas. Para que eso sea así —reza el comunicado— necesitamos unas garantías de seguridad por parte de los medios para los que trabajamos que sean, además, respaldadas por las administraciones públicas”. Las medidas que piden son básicamente tres:

Equipos básicos de protección (mascara, gel y guantes).

La seguridad de que los medios que pacten los servicios de colaboradores eventuales sin relación contractual estable responderán a las posibles consecuencias físicas y económicas que surjan de un posible contagio y su consiguiente incapacidad laboral durante el desarrollo del trabajo.

Cartas y acreditaciones ex profeso para facilitar tanto nuestro trabajo como el de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, que no deberían perder tiempo y energía alrededor de los fotoperiodistas.

Una idea loable pero que, de momento, parece que no deja de ser una utopía. Por eso, de momento lo que los fotógrafos de prensa están haciendo es, básicamente, protegerse por su cuenta. Así lo corrobora Juan Teixeira, un fotoperiodista gallego de quien os enseñamos hace tiempo su proyecto sobre el Kurdistán turco.

“Estoy trabajando en Vigo enviando algunas fotos a agencia y en nuestra web propia” nos cuenta. “Las medidas las lógicas en este caso: contacto mínimo, mascarilla, lavarse las manos, distancia... La verdad es que la situación del fotoperiodismo y la fotografía documental ya era extremadamente precaria, así que no sé si esto podrá afectarnos más todavía”.

Juan nos cuenta también algo que parece común en muchos fotógrafos: la anulación de viajes: “He cancelado dos que tenía previstos para realizar un proyecto, uno de ellos en Tindouf. Obviamente con todo esto no se debe viajar a zonas donde no ha llegado el coronavirus y tienen una sanidad muy básica como es este caso, por lo que he pospuesto el viaje.”

Lo mismo le ha pasado a Mario Suárez Porras (fotógrafo especializado en naturaleza cuyo trabajo os mostramos hace algo más de un año), quien ha tenido que anular el viaje que tenía programado para Semana Santa para fotografiar espacios naturales de Orense.

“En verano —nos cuenta— tengo uno a Islandia que aún no anularé, cruzo los dedos…”. Mario también nos apunta otra cuestión candente: Cómo muchos fotógrafos no se han visto especialmente afectados en este sentido ya que, lamentablemente, no pueden vivir de la fotografía y se mantienen gracias a otros trabajos.

Si el deporte para…

En ese mismo caso (no poder vivir de la fotografía) está Feliz Sánchez, premiado fotógrafo deportivo de atletismo como os contamos hace poco: “Yo no vivo exclusivamente de ello, por eso puedo seguir fotografiando mientras tengo mi otro trabajo”.

De cualquier manera, Félix nos cuenta que “todos los eventos están cancelados […] he perdido varios eventos deportivos para este mes y el próximo”. Eso en el atletismo, pero lo mismo ocurre con otros deportes, incluido el “deporte rey”.

En él trabaja fundamentalmente Rafa Aparicio, fotógrafo deportivo al que incluimos en nuestras recomendaciones hace tiempo. Como mucha gente, Rafa está parado sin poder trabajar: “Me han cancelado todos los eventos tanto deportivos como de empresas premios y presentaciones”.

Este fotógrafo nos cuenta cómo “según fueron saliendo las noticias he estado en contacto con las empresas para las que colaboro y hemos ido entendiendo que no tenía sentido que tuviera lugar el evento. LaLiga para la cual también colaboro directamente la pararon, así que no había más opción, y de medios de comunicación para los que colaboro, al haber bajado tantísimo el trabajo lo está haciendo la gente de plantilla o con un fijo. Así que —concluye— los colaboradores a la pieza también nos hemos quedado sin nada que hacer”.

“Espero que no se alargue en exceso —continúa Rafa— entiendo que por lo menos hasta mediados de abril, mínimo hasta después de Semana Santa, vamos a seguir teniendo que estar en casa por la seguridad de todos. Habrá que ahorrar lo más posible y tirar de ahorros para poder seguir pagando las facturas y desde luego aplazar por completo hasta por lo menos un año cualquier compra de material que pensara comprar”.

Fotógrafos y festivales

Otra de las patas que inevitablemente va a afectar a los fotógrafos es la cancelación o retraso de los distintos eventos relacionados que se iban a celebrar durante el año. A nivel internacional se acaba de anunciar la cancelación de Photokina 2020, y por lo que toca a España ya se retrasó el Barcelona Photo Forum Fest 2020 (sin nueva fecha aún), y el Photogenic Festival 2020 anunció el cambio de su "día fuerte", denominado All Day Photogenic, para primeros de junio.

Sobre esas mismas fechas tendría que empezar PhotoEspaña, el mayor evento en este campo que, de momento, no ha comunicado nada aún (aunque no deberíamos tardar mucho en tener noticias). Sea como fuere, para conocer un poco más este tema hemos hablado con Miren Pastor, un caso interesante porque reúne la doble condición de fotógrafa y comisaría/ organizadora involucrada en varios eventos.

“Actualmente estoy trabajando en cinco festivales distribuidos de mayo a noviembre y me da un poco de vértigo ver que se concentrarán prácticamente en dos meses. Si todo va bien, después de verano tendremos una saturación de eventos acumulados, que inevitablemente se solaparán en fechas, con las consecuencias que conllevará”.

Miren, conocida sobre todo por su proyecto Bidean, nos cuenta como sigue trabajando de una forma más o menos normal: “Por suerte tanto mis trabajos personales como la gestión y comunicación de festivales me permiten trabajar allá donde llegue la red y pueda enchufar mi portátil. Con lo que estoy teletrabajando desde casa, aunque con la gravedad de la situación me cuesta concentrarme, me ayuda tener la mente ocupada”.

Interpelada acerca de la cancelación de proyectos, la artista nos cuenta que “por suerte en todos los proyectos culturales en los que estoy involucrada trabajamos online, son flexibles y dadas las circunstancias se pueden retrasar hacia finales de año. Y en el caso de las clases es maravillosa la capacidad de las escuelas para adaptarse a las herramientas que nos ofrecen las plataformas online para poder continuar con normalidad”.

El futuro inmediato

Sin duda, como es lógico, nadie sabe lo que va a pasar en las próximas semanas, por eso en general los fotógrafos interpelados se muestran resignados: “Este va a ser un año de ajustes —nos cuenta Rafa Aparicio— Me dan mucha envidia medidas que se están tomando en países tan cercanos como Francia y Bélgica, parece que en España los fotógrafos no estamos nada valorados al igual que pasa con los autónomos y en este caso ambas confluyen.”

Por su parte, Miren Pastor añade que “por suerte o desgracia, mi generación no hemos conocido años de estabilidad y confort en el sector cultural y hemos aprendido a vivir el día a día acompañados de la incertidumbre. Todavía no soy muy consciente de la magnitud de las consecuencias económicas a las que nos enfrentamos, pero cada mes nos toca pagar alquileres, la cuota de autónomos, las facturas... y claro está que con el paso de los días irá agravando la situación”.

En la misma línea, Estela de Castro nos cuenta cómo ha pasado por "épocas muy precarias en la profesión, así que no veo peligrar mi futuro como fotógrafa por esto, no pienso rendirme. Saldré adelante como lo he hecho siempre, soy capaz de vivir y de hacer muchas cosas con poco dinero, que me adaptaré a lo venga."

A lo que Pablo Gil añade: "no sabemos en realidad el calado o el daño que esta situación va a causar en nuestro sector o en el de nuestros clientes actuales o potenciales. El hacer una lectura correcta de esta situación por nuestra parte será fundamental para poder sobrevivir empresarialmente al virus. Evidentemente el mercado se va a contraer y veremos mas tensiones presupuestarias, mas competencia y en definitiva menos encargos, tocará de nuevo reinventarse y dar un mensaje claro y firme a los clientes, debemos seguir luchando por la calidad y no por la precariedad."

Eso sí, todos coinciden en esperar que “las medidas que se están tomando empiecen a ser efectivas lo antes posible para reducir cuanto antes las consecuencias económicas y retomar con ganas, energía y gran ilusión la reactivación del sector cultural”, como cuenta Miren.

Ella también espera que “podamos volver a reunirnos pronto en torno a festivales, conciertos, exposiciones y demás actividades culturales, incluso poderlas valorar más, ya que muchas veces menospreciamos lo que tenemos a nuestro alcance hasta que dejamos de tenerlo”.

Y, cómo no, todos también albergan algo de optimismo. Como Cuco Cuervo que concluye “convencido que todo volverá a la normalidad y podamos retomar nuestra profesión muy pronto”. Esperemos que así sea.

Foto de portada | Ezra Jeffrey-Comeau