Si algo tiene la sala de exposiciones de Canal Isabel II en Madrid, son las posibilidades que ofrece para el comisario (en este caso José María Díaz-Maroto) pero también para el visitante, a los cuales les da la posibilidad de experimentar a través de las plantas que componen el viejo depósito. En este sentido la muestra de Ángel Marcos viene a ser el ejemplo perfecto de experimentación expositiva, que se materializa gracias a la elección de los soportes donde se presentan las fotografías.
Esa cortina tan característica que debemos traspasar al entrar en la sala, se siente en esta exposición como el umbral hacia un jardín (de cesped artificial) donde unas sillas vintage nos esperan para que podamos "oler" las flores que han sido dispuestas sobre soportes que terminan en cajas de luz. Una propuesta muy divertida que ya nos pone en situación sobre la visita que nos espera.
Sentados en la silla, podemos mirar hacia arriba donde cuelgan imágenes de Madrid impresas sobre material traslúcido, que no hace sino resaltar los grises dentro de una propuesta en blanco y negro. Todas ellas se han situado en las vigas que componen el hueco del edificio, con lo que a medida que paseamos por las distintas plantas, podemos encontrarnos fotografías nuevas.
La ciudad como punto de encuentro (y desencuentro)
Lo recomendable, como siempre, es acceder en ascensor hasta la última planta y allí subir los peldaños que hay hasta la cuba, para con ello tumbarse y ver el vídeo, rodado en la Residencia de Estudiantes, que acompaña a esta muestra. Después, las diferentes plantas nos llevarán por un diálogo entre fotografías tomadas en Madrid y otros puntos del globo como son Nueva York, Cuba y China.
Lo interesante, como comentaba al principio, es observar el catálogo de soluciones expositivas que se dan cita en esta muestra. Desde cajas de luz, a aluminio barnizado, presentaciones en cajas de cartón y soportes que como señales de tráfico nos llevan a conocer su visión de las ciudades. Porque la urbe es el tema principal de este "Alrededor del sueño", como punto de encuentro de unas reflexiones que giran en torno a la "desaparición de la ciudad como elemento determinante de la idea de progreso global".
De este modo, la arquitectura de La Habana habita junto a los rascacielos de Nueva York, igual que los grandes sueños arquitectónicos de China, que ponían la mirada en Occidente, lo hacen junto a las nuevas ciudades dormitorio como el PAU de Alcorcón que tiene también cabida en esta muestra. Ángel Marcos nos sitúa delante de imágenes a las cuales tenemos acceso (en vivo) a diario, pero las utiliza muy bien en su discurso como medios para reflexionar gracias a esto que llamamos arte.
Hasta el 23 de noviembre en la Sala Canal Isabel II de Madrid (Santa Engracia, no confundir con la sede de Plaza Castilla).
Fotografía de portada | Madrid 4, 2014 (detalle). © Ángel Marcos Más información | Ángel Marcos