Hasta el 17 de junio está abierta en el Centro Niemeyer una muestra que indaga en la trayectoria de Franco Fontana, un fotógrafo italiano muy conocido por sus imágenes de saturados colores empleados en paisajes que tienden al abstracto. Más de 60 fotografías, que datan desde 1967 hasta 2017, componen ‘Franco Fontana. Fotografía’, una muestra antológica para conocer a un artista del que apenas hemos hablado en Xataka Foto.
Sin embargo, casi seguro que habéis visto alguna de sus fotografías, porque han sido utilizadas en multitud de campañas publicitarias y en portadas de publicaciones como Time, Life, Vogue France o The New York Times. Del mismo modo, Fontana ha sido protagonista de numerosas exposiciones y su obra está expuesta en multitud de museos, con lo cual la presente muestra puede ser una buena oportunidad para descubrirle.
La exposición incluye obras de cuatro de sus series más famosas: ‘Paisaje’, ‘Paisaje urbano’, ‘Serie asfalto’ y ‘Fragmentos’, y además también se pueden ver trece imágenes “originales de época” tomadas en los 60 y 70, algo que los organizadores describen como “realmente excepcional y que permite comprender la evolución del proceso creativo que ha llevado a cabo este singular fotógrafo”.
Lo cierto es que la muestra permite conocer una obra realizada íntegramente en soporte químico centrada en el color y en la “armonía geométrica de la naturaleza, fruto de una estudiada composición de la escena y de una medición de la luz absolutamente magistral. Sin manipulación ni artificios, todas las imágenes parten del proceso analógico, lo que da idea del control técnico que este autor despliega a la hora de realizar sus fotografías”, según la nota de prensa.
El autor
Su trabajo puede gustar o no, pero no cabe duda de que Franco Fontana (Módena, 1933) ha sido uno de los fotógrafos italianos más importantes de la posguerra y que su trabajo supuso una reinvención del color. Un color “que utiliza como medio de expresión a través de un nuevo análisis, a veces provocador, del paisaje natural y estructurado con la intención de encontrar nuevos signos, estructuras y superficies cromáticas que se correspondieran a su imaginación creativa”.
Como os podéis imaginar, este uso del color surgió como reacción ya que los comienzos de Fontana en fotografía se remontan a 1961, una época en la que el blanco y negro y el clasicismo compositivo aún eran predominantes. Por eso, el autor quiso investigar y descubrir su propio estilo, un estilo en el que el color y la búsqueda de nuevos ángulos y encuadres diferentes se convirtió en protagonista y derivó en unas imágenes con un toque abstracto y minimalista.
No cabe duda de que, sin dejar de ser paisajes (aunque también tiene una faceta más urbana y otra de desnudos), sus fotografías “se sitúan en el límite entre la representación y la abstracción, a través de una gran sensibilidad cromática y una capacidad compositiva igualmente notable. Las formas naturales se convierten en fondos de color sorprendentes y la vista se transforma en visión”.
Para Fontana, “la creatividad en fotografía no debe reproducir sino interpretar: debe hacer visible lo invisible”. De modo que, a través del color y la cuidada composición, el fotógrafo trata de despertar en el espectador emociones y sentimientos exaltando “al objeto tal cual es pero, por encima de todo, lo transforma en un sujeto que puede vivir con su propia luz”.
‘Franco Fontana. Fotografía’
Del 13 de abril al 17 de junio de 2018
Centro Niemeyer
Precio: Tres euros (reducida 2,5 euros)
Avda del Zinc S/N
33490, Avilés (Asturias)
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Fotografías de Franco Fontana reproducidas con permiso para este artículo