Ahora que ya dominas el modo manual como un profesional, ¿qué tal si repasamos los principales consejos de los profesionales para lograr que tus fotografías hablen por si solas? Síguelos y verás como notas el cambio…
Aísla el punto de interés
Un error muy común en el que caen muchos fotógrafos al intentar capturar la belleza de un paisaje es querer incluirlo todo en la imagen. No lo hagas. Un teleobjetivo como el Canon EF 70-300mm f/4-5.6L IS USM te permite centrarte en el verdadero punto de interés y aislarlo del resto. No importa si es un árbol sobresaliendo en la bruma, una flor, un animal o la persona a la que vas a hacer un retrato. Analiza la escena, retira o deja fuera todo lo que sobre: el cielo un día gris, los coches aparcados junto a una línea de árboles de un parque o un montón de elementos que no digan nada acerca de la persona que tienes ante ti.
Composición
Ahora que tienes los ingredientes justos dentro del encuadre, decide como darles un mayor énfasis valiéndote de la composición. La regla de los tercios no está nada mal para empezar, pero a veces rompiéndola es como se consiguen precisamente las imágenes más interesantes.
Si tienes varios elementos fuertes dentro de la imagen (pongamos, un faro y un rompeolas por ejemplo) distribúyelos dentro del marco de forma que cada uno quede en extremos opuestos o diagonales. ¡Ah! Y aprovecha el amplio rango focal para reducir o ampliar el encuadre hasta el punto justo, pero recuerda que siempre es mejor quedarse corto que pasarse así que no pegues estos elementos demasiado al marco ni los cortes. Siempre puedes recortarlo luego durante el procesado.
Planificación
No importa el tema que vayas a cubrir o la modalidad fotográfica que practiques. Este es el punto más importante de todos: planificar lo que vas a hacer de forma anticipada, concretando la idea de lo que buscas, asegurándote de que estarás en el lugar preciso a la hora oportuna con todo lo necesario para que si no vuelves a casa con la fotografía que querías, no haya sido culpa tuya sino de un día nublado, un partido aburrido o cualquier otra circunstancia fuera de tu control.
Al final, las mejores fotografías tienen mucho más de planificación que de técnica, de estar en el sitio correcto que de si utilizaste el modo manual o el automático. Es más, un buen consejo para aquellos de vosotros que llevéis la cámara siempre encima y queráis estar preparados incluso para el azar no es otro que el de acostumbrarse a dejar la cámara siempre en un modo automático cuando no la estás utilizando para poder reaccionar con mayor velocidad ante un momento fugaz que ocurra delante tuya. Como ves, hasta eso se puede planificar.
Definiendo la escala de los paisajes
Nada como añadir a alguna persona dentro del paisaje para ofrecer al espectador un punto de referencia a partir del cual establecer la escala de la escena. Un glaciar o una enorme cascada entre otros muchos ejemplos pueden ser difíciles de admirar en todo su esplendor si nuestro cerebro no ve a un pequeño alpinista junto a ellos, aunque descubrirás que en realidad sirve cualquier cosa cotidiana a la que estemos acostumbrados, como una arboleda, una casa…
Retratos perfectos
Los teleobjetivos son perfectos para retratos, ya lo sabéis, así que ahora tan solo es cuestión de utilizarlo correctamente. Podríamos hablar durante horas sobre cómo hacer mejores retratos pero tendréis que conformaros con tres sencillos consejos:
- Para conseguir plasmar los rasgos físicos de modo proporcionado lo mejor es colocar la cámara al nivel de los ojos o la nariz para los primeros planos, al nivel del pecho para el medio cuerpo o al nivel de la cintura para los retratos de cuerpo entero.
- De forma general no es conveniente cortar con el encuadre las articulaciones, especialmente manos y pies. Mejor cortar la frente o el pelo que la barbilla y el cuello, antes de la rodilla que por ella, etc…
- Los ojos son el reflejo del alma, seguro que lo habéis escuchado más de una vez. Pues cuidado con no sacarlos desenfocados (a menos que eso sea exactamente lo que quieres). Si estás trabajando con una abertura de diafragma muy abierta para reducir la profundidad de campo y conseguir un foco selectivo, recuerda enfocar con precisión a los ojos seleccionando el punto de enfoque más cercano según tu composición (enfocar con el punto central y reencuadrar puede desplazar el plano focal).
Introduce al espectador en mitad de la acción
Tienes un 300 mm… ¡aprovéchalo! Un teleobjetivo como este te permite meterte de lleno en la acción por lo que es una herramienta increíblemente valiosa cuando fotografíes deportes y otros eventos que estamos acostumbrados a seguir normalmente de lejos. Anticípate a las jugadas para saber a dónde apuntar la cámara y piensa en cómo mejorar la composición cuando vuelva a repetirse la situación.
Trípode, disparador remoto y bloqueo del espejo
Utilizar estos tres elementos conjuntamente nos garantizan la nitidez máxima de la que es capaz un teleobjetivo de largo alcance como el 70-300. El estabilizador de imagen es fantástico pero en determinadas ocasiones, como en la fotografía de paisaje por ejemplo, especialmente durante las primeras y últimas horas del día, nada como recurrir este viejo trío.
El Canon EF 70-300mm f/4-5.6L IS USM es compatible con el anillo de trípode, por lo que puedes cambiar rápidamente la orientación de la cámara. El bloqueo del espejo en las funciones personalizadas de la cámara y un disparador remoto (o en su defecto, el temporizador de la cámara) harán el resto para terminar de eliminar hasta la más mínima vibración. Por cierto, recuerda que tienes que desconectar el estabilizador cuando utilices el trípode.
Rompe las reglas
Aprende todo lo que puedas de técnica fotográfica y luego descubre cómo romper todas esas reglas en beneficio de tus fotografías. Eso sí, si vas a hacer algo que va en contra de las reglas básicas de composición, la exposición o cualquier otra cosa, que se note que lo has hecho queriendo. Si quieres que tu horizonte esté caído, tuércelo de verdad. Si quieres hacer un encuadre distinto, tírate al suelo si es necesario. Diviértete y sobre todo…
Haz fotos
El mejor consejo de todos: haz fotos, toneladas de fotos, y cuando creas que ya has hecho suficientes, sigue haciendo más. La repetición hace la perfección, y el único modo de hacer fotografías de primera división es ejercitar tu ojo fotográfico como si fuese un músculo, con constancia y sin dejarte vencer por la pereza. ¡Haz fotos! ¡Haz fotos! ¡Haz fotos!
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