En nuestro artículo sobre los motivos que hacen a un teleobjetivo una opción tan interesante cuando estamos valorando la posibilidad de ampliar nuestro repertorio de lentes ya vimos algunas de las ventajas que pueden aportarte: desenfocar el fondo, comprimir la perspectiva, llenar el encuadre y acercarte sin estar más cerca entre otros. Ahora vamos a dar un paso más y nos vamos a detener en una recopilación de los consejos más útiles para mejor tus fotografías con un teleobjetivo como el Canon EF 70-300mm f/4-5.6L IS USM.
Utiliza velocidades de obturación altas
Como ya hemos visto, congelar el movimiento es un factor crítico en los teleobjetivos de gran calibre. El estabilizador hace maravillas pero tampoco hay que tentar a nuestra suerte si no es necesario: utiliza velocidades de obturación por encima de 1/300 seg. si tu cámara tiene un sensor de tamaño completo de 35mm como la EOS 5D, o de 1/500 seg. si en su lugar tiene un sensor más pequeño como el de la EOS 650D.
No es una norma escrita a fuego (ninguna lo es en fotografía), pero mejor curarse en salud mientras aprendes a hacerte con el objetivo y descubres los límites de tu pulso y el estabilizador.
Dispara en ráfaga
No te cortes, si estás trabajando a velocidades peligrosas utiliza siempre el modo de disparo continuo para hacer ráfagas de cuatro o cinco imágenes. Aunque la primera y la última estén algo borrosas por el movimiento de pulsar y soltar el botón de disparo, seguro que las de en medio están perfectas.
Utiliza aperturas abiertas
No sé si habréis oído hablar alguna vez del “punto dulce”, la apertura en la que un objetivo ofrece mayor calidad. Suele encontrarse siempre uno o dos pasos por encima de su apertura máxima, siendo f/8 la más común, y aunque con los angulares muchos se aferran a este número mágico sobre todas las cosas, en los teleobjetivos todo trata acerca de evitar toda trepidación.
Si tienes luz a espuertas, adelante, utiliza el punto dulce de tu teleobjetivo, pero si andas corto, olvídalo y pasa a la apertura máxima para la focal que estés utilizando (f/4 a 70mm y f/5.6 a 300mm en nuestro caso) para poder utilizar una velocidad de obturación más alta.
Pre-enfoca para ganar velocidad
Aunque el motor de enfoque ultrasónico USM es extremadamente rápido, existen algunas situaciones en las que es recomendable rescatar del baúl de los recuerdos una técnica bien conocida por los fotógrafos de deportes más veteranos: el pre-enfoque.
Antiguamente los sistemas de enfoque automático eran demasiado lentos como para utilizarse en fotografía de acción, especialmente con los teleobjetivos de un rango focal tan amplio como el del 70-300, así que los profesionales aprendieron a enfocar a la zona por la que preveían que iba a pasar el sujeto para reducir al mínimo el trayecto que tenía que recorrer el motor de enfoque hasta afinar con la distancia exacta.
Existen diferentes formas de aplicar esta técnica, desde la más dura, regresando a los tiempos del enfoque manual para calcular a ojo la distancia y ajustarla sobre la marcha, a mi preferida, sacando provecho del modo AF AI Servo (enfoque continuo).
Utiliza correctamente el estabilizador
Recuerda los dos modos de funcionamiento del estabilizador de imagen IS: El modo 1, es el que utilizarás el 99% del tiempo para evitar trepidaciones en situaciones con poca luz o en las que no quieres o puedes utilizar una velocidad de obturación mayor. El modo 2 en cambio se utiliza para fotografiar sujetos que están moviéndose lateralmente mientras los seguimos haciendo un barrido con la cámara. Acuérdate de seleccionar el modo que corresponda para cada ocasión.
Por cierto, el estabilizador óptico es un componente mecánico en el que hay piezas en movimiento por lo que si andas corto de batería, desactívalo cuando no lo necesites. La autonomía de las cámaras actuales es bastante destacable pero un largo día de safari fotográfico mientras viajamos puede llevarla al límite.
Probando con el macro
Aunque tu teleobjetivo no sea macro (pocos lo son), puedes hacer tus primeros experimentos con esta apasionante modalidad fotográfica utilizando los tubos de extensión EF12 II y EF25 II de Canon para permitirte enfocar más cerca y aumentar así el tamaño de ampliación. El modelo de 25mm es el que ofrece la máxima ampliación (0,38 frente al aumento máximo normal de 0,21 del 70-300).
Componiendo con el desenfoque
Conseguir un suave fondo borroso con un teleobjetivo es sencillísimo: seleccionamos una apertura abierta, la mayor longitud focal que podamos y separamos a nuestro motivo del fondo todo lo que podamos. No tiene más misterio. Ahora bien, es importante que toméis consciencia del papel que juega en la composición no solo lo que enfocáis, sino también lo que decidís dejar fuera del plano focal.
Y no solo eso, ¿por qué ir siempre a por los fondos desenfocados? En ocasiones, invertir los papeles enfocando el fondo mientras introducimos algún elemento desenfocado en primer plano también puede dar resultados espectaculares llenos de profundidad. Experimentad, os llevaréis gratas sorpresas.
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