La fotografía nocturna, gracias a las características de las cámaras digitales, se ha visto potenciada de forma notable. Las opciones de control manual y la posibilidad de realizar tantas capturas como queramos, hasta dar con el ajuste ideal, ha puesto este tipo de fotos al alcance de todos. Eso sí, hay que tener en cuenta una serie de cuestiones previas.
Requisitos para realizar fotografías nocturnas
Lanzarse a realizar fotografías nocturnas ya no es algo reservado para unos pocos. Lo único que necesitamos es una cámara réflex, si es posible que el objetivo sea un gran angular o teleobjetivo con una distancia focal que no sea excesivamente grande; un trípode y si tenemos un disparador remoto y un Flash externo mejor aún.
En nuestra cámara tendremos que seleccionar el modo manual para poder controlar de forma precisa los valores relacionados con la sensibilidad ISO, el tiempo de obturación, la apertura del diafragma así como el tipo de medición. El trípode y el disparador remoto serán importantes para fijar bien la cámara y evitar que la pulsación del botón de disparo provoque que las imágenes salgan borrosas. Por último el Flash externo nos puede ayudar para conseguir la luz que nos pueda faltar.
Planificando una sesión de fotos nocturnas
La iluminación que nos podemos encontrar por la noche no es siempre la misma. La luna, reflejando la luz del sol realmente, es una fuente de luz muy buena pero dependiendo de su fase el comportamiento cambiará ofreciendo un tipo u otro de iluminación. Además si es antes del amanecer o justo después del atardecer eso también afecta. ¿Conoces la hora azul? En Xatakafoto ya hablaron acerca de ese fenómeno.
Según lo que queramos fotografiar tendremos que planificar nuestra sesión en un día u otro así como a una hora determinada. Por ejemplo, si nuestra intención es fotografiar la propia luna lo mejor es hacerlo en fase de luna llena y justo cuando está a punto de amanecer o pocos minutos después de atardecer.
Si nuestro objetivo es fotografiar las estrellas lo mejor son los días en los que la luna no genere una luz excesiva, eso es a mitad de fase. De forma que podamos captar los detalles del cielo estrellado. Además fotografiar las estrella usando tiempos de exposición largos nos permitirá apreciar el movimiento de la tierra.
Para finalizar si queremos captar un paisaje nocturno habrá que tener en cuenta que posiblemente necesitemos una fuente de luz capaz de iluminar un espacio grande. Aquí se hace aún más imprescindible un objetivo luminoso, preferiblemente grandes angulares. De todas formas siempre está la posibilidad de jugar un poco con los valores ISO pero sin abusar para no generar mucho ruido.
Consejos para fotografías nocturnas
En función de las condiciones de luz tendremos que usar tiempos de exposición más o menos elevados. Por eso es importante un buen apoyo. Además para no perder nitidez el diafragma debe estar cerrado todo los máximo que podamos, si no es al mínimo procuraremos que la apertura no exceda del valor medio.
El fotómetro de la cámara no suele acertar mucho en este tipo de situaciones pero siempre es un punto de partida. Para saber mejor sobre que valores debemos movernos lo ideal es realizar un par de fotos variando las indicaciones que sugiere la cámara, aumentando un par de puntos los valores tanto por encima como por debajo.
Y como los diferentes puntos de luz que podemos encontrar pueden ser muy dispares lo mejor es usar un tipo de medición puntual. La medición matricial o ponderada nos puede dar valores erroneos, sobre todo con objetivos luminosos.
En cuanto a los valores ISO es mejor dejarlos entre 100 o 200. Un aumento de la ISO puede provocar un exceso de ruido que terminaría por echar a peder la foto. De todas formas es cuestión de probar ya que en algunas situaciones usar valores ISO entre 400 u 800, incluso 1000, será la única opción a la que podremos recurrir.
El uso del Flash en la fotografía nocturna
Si realizamos fotografías noche a personas entonces tendremos que modificar algunos parámetros para evitar que los pequeños movimientos de nuestro sujeto no se vean reflejados. Para ello ajustamos la velocidad de obturación a un valor rápido y nos ayudamos de un Flash que de la luz suficiente para iluminar a la persona sin sobreexponerla y evitando que el resto de la imagen quede oscuro.
Eso lo podemos conseguir bajando la potencia del Flash. Además, siempre que se pueda, es importante poder orientar el cabezal y usar algún tipo de difusor para que la luz no incida directamente.
Pero no sólo para el uso con personas sirve el Flash dentro de la fotografía nocturna. Si estamos inmortalizando un paisaje podremos usarlo para iluminar algún motivo en concreto como puede ser un árbol o rellenar toda la escena mediante destellos que se irán sumando mientras el obturador esté abierto.
Conclusiones
La fotografía nocturna requiere de técnica y una planificación previa que nos ayude a superar los obstáculos que podamos encontrar durante la sesión. Es importante que controlemos los valores ISO, la apertura del diafragma y el tiempo de obturación para que todo salga tal y como queremos.
A partir de ahí es cuestión de práctica. Y es que no todas las noches vamos a encontrar el mismo tipo de iluminación. La luna no siempre ofrece la misma luz y la contaminación lumínica proveniente de edificios, farolas, etc... también variará.
De todas formas merece la pena salir por la noche a fotografiar. Los resultados pueden ser fascinantes.
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