Puede que a muchos de vosotros no os suene el nombre de Joan Roig, pero por sus pupilas han pasado los trabajos del fotógrafo mallorquín Pep Bonet y ha sido el responsable de la colorimetría del último videoclip de Motorhead. Tenemos una larga entrevista con él en la que hablamos sobre los vicios y virtudes de la siempre polémica postrpoducción de la imagen y conocemos el nuevo proyecto en el que anda inmerso: Cromagnon TV.
Cuando se habla de fotografía, se suele acabar hablando del ojo del fotógrafo como el creador de la imagen y pocas veces se tiene en cuenta la edición posterior de la fotografía como elemento base para el resultado de la fotografía final. Este proceso de edición se tiene en un segundo plano, ¿a qué crees qué se debe?
Una mala foto con un buen retoque sigue siendo una mala foto… con un color más limpio o bonito, pero al fin y al cabo una mala foto. En principio en el sector todos nos conocemos y todo el mundo sabe quién realiza cada función. En mi opinión el retocador, en sectores no publicitarios, es una mera herramienta que se encarga de transmitir las instrucciones del fotógrafo. Evidentemente hay trabajos que tienen una carga más fuerte de retoque por su estilo, pero en mi opinión en el sector de reportaje no debe tener ningún tipo de relevancia quién lo ejecuta.
Trabajas en la postproducción de imágenes y desde hace poco tiempo te has sumado al vídeo. Se puede decir que te dedicas exclusivamente a este proceso dentro de un proyecto fotográfico. ¿Una figura como la tuya es común en España dentro del ámbito fotográfico o la norma es que sean los propios fotógrafos los que generalmente retoquen sus imágenes? ¿y fuera de España?
Cuando estaba empezando a retocar los trabajos de Pep Bonet, siempre intentábamos que un nuevo reportaje fuese diferente al anterior
La figura del retocador es una evolución del elaborante en laboratorio o cuarto oscuro y ha existido desde los inicios de la fotografía. Había fotógrafos que requerían de sus servicios por conceptos cualitativos, o bien por cuestiones de tiempo o porque el presupuesto lo permitía. En cambio, otros eran además de grandes fotógrafos grandísimos elaborantes y se gestionaban ellos mismos sus revelados o ampliaciones.
Personalmente he experimentado en cierta forma esa evolución, empezando de pequeño en la imprenta familiar, después retocando para fotógrafos, la docencia y actualmente estoy centrado al 100% en el nuevo estudio de etalonaje Cromagnon.tv.
La conclusión que saco, es que hay algunos fotógrafos de reportaje que quieren realizar todo el proceso, porque saben lo que quieren y tiene calidad suficiente en disparo y post-producción para conseguir el resultado final. Otros, lo hacen por ahorrar aunque tengan limitaciones técnicas. Otros, no tienen limitaciones técnicas pero consideran que deben invertir mejor ese tiempo en vender el reportaje que en ajustar el color. Y por último están los que consideran que no se puede ser especialista en todo y delegan funciones a gente especializada. Todo esto en definitiva parte de tener trabajos bien remunerados, en España eso es complicado. Fuera de nuestras fronteras la fotografía tiene otro valor, se la considera parte de la memoria de una sociedad y las instituciones y entidades privadas invierten en su elaboración y difusión.
Este último año he visto que en el video hay más sensación de grupo, la fotografía documental por cuestiones obvias es más individualista. El video al necesitar una persona encargada del audio, un montador, un colorista, director de fotografía, etc… la especialización de cada uno de los campos es prácticamente imprescindible.
¿Crees que posees un estilo o señas de identidad, o eres capaz de adaptarte a la demanda estética de tus clientes?
Al fin y al cabo el uso repetitivo de unas mismas herramientas puede dejar entrever un mismo estilo, sin duda. Personalmente intento evitar repetir patrones en el retoque, digamos que a cada proyecto le creo un sistema específico de retoque acorde con sus necesidades, también evito la aplicación de acciones a la hora de retocar. Creo que el uso de ellas puede dar un aire de similitud entre diferentes proyectos y la pérdida de análisis en cada imagen.
Cuando estaba empezando a retocar los trabajos de Pep Bonet, siempre intentábamos que un nuevo reportaje fuese diferente al anterior, él, en el disparo y yo en retoque, supongo que a veces no lo conseguimos, pero la intención siempre estuvo. Esa actitud te da más frescura y no te encasillas tanto. Evidentemente muchos de los reportajes que he retocado en el pasado ahora se ven muy densos o con los negros muy reventados… al fin y al cabo era la tendencia en ese momento. Por ejemplo: Hace unos años que la clave alta está bastante a la orden del día, también en algunos entornos las imágenes tienden a ser planas, un exceso de volumen o contraste le quita una supuesta veracidad,… todo son tendencias que marca el mercado y que evidentemente nosotros en cierta forma acabamos siguiendo.
Entendemos que la postproducción que se le da a un proyecto fotográfico es una decisión más, al igual que el tipo de objetivos que se utilizan, encuadres, estilo de fotografía etc. Sin embargo, existe una asociación clarísima entre postproducción y manipulación entre la mayoría de los consumidores de imagen e incluso para el jurado del World Press Photo.
¿Crees que se debe a un extendido mal retoque fotográfico por parte de muchos fotógrafos que ha conseguido asociar postproducción con manipulación?
Creo que en un futuro la foto, el video, el 3d y el diseño van a fusionarse y crear conceptos visuales muy interesantes.
Yo creo, que gran parte de ese problema se ha generado por la ausencia de unas bases realistas en su inicio que lo gestionaran, también, que mucha gente confunde estilo con manipulación como bien dices. No soy muy de discernir sobre estos temas, puesto que me parece que a estas alturas ya deberían estar más que superados. Hace años si mandabas fotos con un estilo muy pronunciado a NYT o bien a NewsWeek, en encargos realizados por ellos, no te lo aceptaban.
Yo creo que el problema ha sido la lentitud de WPF que ha magnificado el tema. Si nos remontamos en la historia de la fotografía digital, podríamos decir que con la aparición de la Canon 5d en 2005 la fotografía digital se popularizó, que en 2016 tengamos aún estas discusiones me parece ridículo. El tema de la eliminación de elementos en una imagen me parece que tiene poco que discutir.
¿Cuál es tu relación con los fotógrafos con los que sueles trabajar?
En principio hay dos opciones, el fotógrafo que me manda el proyecto ya terminado con la selección final y junto a esa selección le pido unas imágenes de referencia para saber que entiende el por contraste, saturación o dominante. Y segundo, el fotógrafo con una relación de años que antes de empezar el encargo me comenta más o menos que va a hacer y cuando está en fase de producción del proyecto, directamente me manda alguna imagen para ir visualizando el posible estilo final.
Sin duda la segunda opción es la que más me motiva, puesto que te sientes más parte del proceso y eso hace que la implicación, por defecto, suba a la hora de retocar. Además de esto, también puede ayudar al fotógrafo a terminar de ver el reportaje o el planteamiento. Yo tengo la suerte de trabajar con fotógrafos de altísimo nivel que saben perfectamente que quieren y que pueden conseguir en cada momento, eso es muy enriquecedor y simplifica el proceso.
Se echa en falta mucho criterio a la hora de valorar si la post-producción puede aportar al reportaje
¿Se puede arreglar un proyecto fotográfico mediocre con una buena postproducción? ¿Y cargarse un buen trabajo?
Evidentemente todo se puede maquillar, pero al fin y al cabo ese tipo de trabajos no encuentran cabida en el mercado, que al final es lo interesante. Los medios publican cada día menos y esos reportajes no tendrían espacio.
Todos hemos visto trabajos en que no nos gustaba la postpo, evidentemente yo puedo haber realizado alguno. Yo creo que muchas veces nos tomamos la libertad de opinar sobre la creación de los demás. Si a una persona le gusta el efecto HDR o los negros reventados, quien soy yo para opinar que se lo ha cargado, al fin y al cabo es su estilo o el estilo que le gusta en ese momento, como mucho podría decir que ese estilo no me gusta o no lo entiendo y no perder el tiempo consumiéndolo.
¿Cuales son los vicios que ves más extendidos a la hora de retocar fotografías? ¿Y los vicios tuyos que intentas evitar?
Más que vicios lo que se ve mucho es una falta de unidad o igualado en los reportajes. También se echa en falta mucho criterio a la hora de valorar si la post-producción puede aportar al reportaje, con eso quiero decir que una cosa es lo que nos gusta en otros y otra es que le quede bien a nuestro estilo de disparo. En mi caso, en el igualado final, siempre tengo que dar un golpecito de luz en curvas porque siempre termino un poco oscuro. Quitando eso, no considero que tenga vicios que me molesten o al menos no los tengo detectados como tal.
A estas alturas, pocas cosas quedan por crear en la edición fotográfica. ¿Crees que vendrá algún cambio importante en el futuro?
Hace unos años que dirijo el Postgrado de Fotografía Digital y Postproducción 3D y soy profesor en el Graduado de Fotografía de Idep Barcelona, tengo contacto con las nuevas generaciones y vienen con un nivel de comprensión del medio muy superior al nuestro. Entienden el medio global como su standard y eso les va a dar un punto de inicio maravilloso a la hora de crear. Por ese simple motivo y por el conocimiento de más variedad de Software, nos van a dar con cucharilla. Creo que en un futuro la foto, el video, el 3d y el diseño van a fusionarse y crear conceptos visuales muy interesantes. Yo creo que ellos serán más eclécticos sin que se cuestione la ética de su trabajo.
Cuando Joan Roig no trabaja para otros, viaja y hace fotos. Tus imágenes destacan por transmitir gran paz y ser muy limpias, con una edición no muy intensa y nada cargadas en comparación con algunos trabajos que has realizado. ¿Necesitas desengancharte de tu trabajo con este tipo de fotografía? ¿Han desembocado tus fotografías en algún proyecto?
Los medios ya no compran reportajes, al menos como antes, cada vez hay menos ediciones impresas y los consumidores se han acostumbrado a ver esas historias en formato web con el evidente detrimento de la calidad.
En mi caso trabajo junto a mi pareja, Maite, con el nombre ROIGLLASERA. Tenemos nuestro estilo, que evidentemente dista del de mis clientes. Nos gusta integrar a las personas dentro del espacio donde habitan, puesto que para nosotros es tan importante el sujeto como su entorno.
Técnicamente los encuadres son lo más simples posible, creemos que hay encuadres que hacen formar parte de la escena al fotógrafo e intentamos huir de eso. También intentamos reflejar lo simple y cotidiano en nuestras escenas combinando el retrato posado con los espacios. En el último proyecto, “Warm Lake”, hemos integrado vídeo y foto. Con eso queremos dar dos lecturas, la foto nos da el análisis lento de sus posturas, de sus ropas y de su entorno. El vídeo nos complementa dando ritmo al país en el que trabajamos y a su gente. Con eso queremos dar cierta objetividad a nuestro trabajo.
Para nosotros, el tener otras fuentes de ingresos que no son la venta de reportajes, nos da más libertad a la hora de realizar ciertos temas, ya que no tenemos la presión de publicarlas, aunque lo busquemos.
Eres un referente para muchos fotógrafos españoles, ya sea por tus workshops o por algunos de los talleres que ofreces online. Cada maestrillo tiene su librillo. ¿Quien tiene Joan Roig como referente a la hora de editar? ¿Y de fotografiar?
Mis referentes son muchísimos, para mi el que mejor lo plasma es Gregory Crewdson. No por su retoque en las imágenes, sino por todo lo contrario, el realiza súper producciones con una infraestructura similar a la utilizada en el cine. Cada zona tiene su iluminación ideal y eso me fascina, en el fondo eso es lo que intento hacer en el retoque, que cada zona tenga la luz que hubiese sido ideal tener en la escena.
Hay otros referentes para mí, como puede ser Stephan Vanfleteren en la fotografía de retrato en B&W. En color tengo como referentes a Joakim Eskildsen por su tratamiento de las dominantes o Bryan Schutmaat por el tempo y el ambiente que consigue en sus imágenes. Este último año lo he dedicado bastante a referentes en el cine o el documental, la verdad es que creo que podemos aprender mucho del cine, tienen un feedback más directo con el público y al verlo en gran pantalla puedes valorar realmente el efecto de todos los matices del color en sombras o altas luces, el efecto de un negro profundo pero con textura... Directores de fotografía como Robert D. Yeoman o Emmanuele Luzbeki me parece que tienen un tratamiento del color y la iluminación extraordinarios.
Tu portfolio tiene cada vez más vídeo y has fundado Cromagnon.tv para editar producciones audiovisuales. ¿Se están pasando los fotógrafos al vídeo?
No creo que se estén pasando al vídeo, sino que es otro leguaje que te da otro tipo de posibilidades narrativas. Creo que muchos de los fotógrafos que en apariencia han dado el salto, lo han hecho para seguir investigando en la narración de historias. Yo creo que hay historias que se pueden plasmar mejor en fotografía, y así debe ser, y otras en dónde puedes sacar un mayor potencial utilizando las posibilidades narrativas de la imagen en movimiento. Lo que creo que es un fallo, es hacerlo por el simple hecho de que mucha gente lo hace, eso dice bastante del poco interés que tienes en elaborar un discurso.
Personalmente desde la creación de Cromagnon.Tv, veo el retoque de fotografía de forma diferente. Al empezar a documentarme como se entiende el color y como se gestionan las herramientas que te permiten su control en cine, he asimilado y comprendido herramientas, usos o estilos que antes desconocía y que me ayudan a entender mejor la reacción de color. Al fin y al cabo foto y vídeo tienen una evidente similitud.
Siempre he considerado que un punto fuerte mío es el igualado, y eso es el etalonaje y eso es lo que hacemos en Cromagnon.tv, igualar planos para evitar saltos en contraste, saturación o dominantes. El movimiento es más difícil de controlar evidentemente, pero las bases son exactamente las mismas añadiendo algunos factores.
Estás presente prácticamente en el cierre de muchos proyectos, con su edición y posterior impresión, que también gestionas. Por lo tanto, conocerás bien como se mueven proyectos los proyectos fotográficos en el mercado. ¿Cómo ves el mercado español e internacional actualmente? ¿Qué está cambiando?
En mi caso, casi siempre he trabajado en un entorno digamos menos conceptual de la fotografía. Creo que ese sector debe sufrir una fuerte reforma o reestructuración, evidentemente los medios ya no compran reportajes, al menos como antes, cada vez hay menos ediciones impresas y los consumidores se han acostumbrado a ver esas historias en formato web con el evidente detrimento de la calidad.
Personalmente, veo más interesante el mercado conceptual, se ha sabido adaptar mejor a los tiempos actuales, el fotolibro ha potenciado ese sector y los festivales y concursos importantes cada vez van más en esa línea. Autores como Laia Abril, Aleix Plademunt, Ricardo Cases,… están buscando nuevas vías para contar sus historias. Ese tipo de historias, en cierta forma investigan en nuestra sociedad y no en sociedades o conflictos lejanos. Creo que hoy en día ese discurso tiene más proyección en el nuevo mercado.
Cromagnon TV | Web
ROIGLLASERA | Web
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