El fotógrafo británico Lee Jeffries es conocido por su conmovedores retratos de gente sin hogar. De formación autodidacta, comenzó a fotografiar a personas que se encuentra en la calle y a los que retrata con un estilo peculiar, logrando resultados llamativos. Tal y como se puede ver en su magnífica galería en 500px o en su página de Facebook.
Son imágenes íntimas de gente sin techo por todo el mundo, desde Los Ángeles hasta Manchester, su ciudad natal. La fuerza que emanan estos retratos no dejan indiferente, más allá de que pueda gustarnos más o menos su estilo. Por todo ello, queríamos conocer un poco más sobre Jeffries, su obra y cómo afronta estos retratos tan hondos con ese peculiar blanco y negro que resaltan los rostros, sus miradas profundas y que encogen el corazón. Así que le hemos contactado para una entrevista y conocer sus impresiones.
- ¿Cómo fueron tus comienzos en la fotografía?
Realmente fue por casualidad. Empecé por trabajo, con la delegación europea de un negocio de ciclismo en Estados Unidos. Necesitaba tomar fotografías de productos y era la primera vez en mi vida que cogía una cámara. De eso hace unos cinco años. Fui progresando y la siguiente imagen siempre quería que fuera más "artística" y quizás fue lo que me empujó a progresar en un corto espacio de tiempo.
- ¿Cómo empezaste a realizar retratos de personas sin hogar y por qué este tipo de fotografías?
Suele ser un error habitual pensar que solo realizo retratos de personas sin hogar. Sí, hay un montón de fotos de gente sin hogar en mi portfolio, pero no es a lo que me limito.
Voy por la calle en busca de retratar la emoción. Suelo parar y hablar con alguien que me conmueve de una manera particular... ya sea una persona sin hogar o no.
Para responder a tu pregunta en concreto,... hace cinco años me encontraba en Londres para correr la maratón. El sábado antes de la carrera paseaba por la calle con mi cámara y vi a una joven sin hogar acurrucada entre sacos de dormir y cartones de comida china en una puerta de una tienda. Tenía un objetivo 70-200 por aquel entonces, por lo que empecé a tomar unas cuantas fotos desde el otro lado de la calle. Ella me vio y, de inmediato, comenzó a lanzar gritos de protesta. Siendo honesto me sentí increíblemente avergonzado. Cada fibra de mi cuerpo me estaba diciendo que me diera la vuelta y me alejase rápidamente. Es lo que la mayoría de la gente haría. Pero por alguna razón no lo hice. Me fui directamente a ella, primero pidiendo disculpas y luego me senté a su lado y mantuvimos una conversación durante horas.
Desde entonces, pocas veces utilizo una focal larga como esa. Es útil para los "momentos" de la calle, pero el robo de imágenes como la que yo había tratado de tomar con esa chica, sin duda, no era lo que yo quería. Su intimidad, su historia y, lo más importante, la emoción en sus ojos era algo que me sacudió. Eso era lo que yo quería retratar y es algo que no se puede hacer desde el otro lado de la calle.
- Sus retratos de personas sin hogar son muy llamativos e impactantes, ¿cómo elegir a tus sujetos?
Esa es una pregunta difícil de responder. Es instantáneo. Veo a alguien y al instante sé que es el adecuado. Muchas veces he tratado de analizar la forma en hago esta selección y lo mejor que se me ocurre es que, tal vez, comparten la misma soledad que yo. Creo que hay que sentir y conocer tus propias emociones, íntimamente, para ser capaces de reconocer las emociones en otras personas. Se le da una empatía más profunda... ya sabes...
- ¿Puede contar cómo realiza estos retratos? ¿Cuál es el proceso que sigue? ¿Cuánto tiempo emplea?...
El proceso... es relativamente simple. Voy por la calle (no en un estudio como a menudo me preguntan) y camino durante horas y horas. Estoy constantemente buscando miradas de los extraños... no sólo un vistazo rápido... sino una mirada profunda y penetrante. Como he mencionado, el reconocimiento es instantáneo. Una vez me encuentro con el sujeto simplemente comienzo a entablar una conversación. La conversación puede durar horas y dar lugar a una fotografía o puede que no.
He aprendido a aceptar esas circunstancias cuando no me permiten disparar. La fotografía en sí tiene una importancia secundaria. Estoy más feliz cuando camino por las calles. Por extraño que pueda parecer, el hedor de la orina de algunas calles en Los Ángeles, por ejemplo, se me olvida en cuanto estoy de vuelta a casa. Hay algo terriblemente liberador al estar inmerso en la realidad. Y me encanta.
- ¿Sólo en blanco y negro? ¿Por qué no utiliza el color?
Creo que cuando era un niño estuve muy influenciado por las imágenes antiguas de soldados de la Primera Guerra Mundial. En blanco y negro, por supuesto, aún puedo recordar con claridad sus ojos poderosos. Ellos parecen como fantasmas y con inquietante parecido a los espíritus de hombres que habían ido antes. De hecho, mirando hacia atrás, tal vez me estaba enfrentando a la muerte por primera vez en mi vida. Era como si hubiera sido escrito en sus rostros.
- Dos cuestiones técnicas: ¿Qué equipo fotográfico sueles utilizar para los retratos? y ¿qué software usas para procesar tus imágenes?
Hace un par de años me senté en una reunión con Justin Zackham (director y guionista de cine, por ejemplo de la película 'Ahora o nunca' –The Bucket List, 2007–) y él me hizo la misma pregunta. Le di la respuesta. Entonces él me dijo: "Lee, ojalá no te hubiera hecho esta pregunta. Las imágenes van más allá del proceso, el software y el objetivo que se utiliza. Son obras maestras cinematográficas y saber qué cámara se utilizó para llegar allí no facilita la comprensión de las mismas".
- ¿Cuál es el propósito que buscas con tus retratos de personas sin hogar?
Mi fotografía comienza con la realidad. Voy por ahí para encontrarme con personas, temas y emociones reales. La imagen final se convierte en casi una representación espiritual de su ser, su emoción. Realmente no estoy documentando sus circunstancias. Las imágenes se envuelven deliberadamente con luz celestial y están llenas de cualidades metafísicas que atraen a un nivel subconsciente al espectador exigente. Llegan de inmediato, sí, pero cuanto más tiempo las observas su contenido provoca más y más preguntas. El objetivo, por tanto, de todas mis imágenes es llegar a este punto. Fotografía y arte para mí es la provocación de la mente. Se que todos tenemos la capacidad de reconocer y conectar con los rasgos emocionales de la humanidad. Las conclusiones... bueno... corresponden al espectador.
- ¿Te han realizado propuestas profesionales o comerciales para hacer algo similar?
A veces me preguntan si puedo fotografiar comercialmente de la misma manera. He trabajado en diversos grados.
- ¿En qué ciudad te has encontrado más personas sin hogar?
He tenido la suerte de viajar mucho durante los últimos cinco años. Los Ángeles, Las Vegas, Nueva York, Londres, Roma, París, Miami. La gente sin hogar es gente sin hogar, sin importar en qué parte del mundo estés. La soledad y el sufrimiento no está aislado por un grupo demográfico. No creo que haya visto a tantas personas sin hogar en una zona com en Skid Row, un suburbio en Los Ángeles. Es difícil de relacionar esto con el hecho de que se encuentra en los EE.UU., la nación más rica del planeta.
- ¿Qué retrato te ha llegado más al corazón? ¿Nos compartes cuáles son tus retratos favoritos?
Para conseguir mis retratos he tenido que desarrollar una conexión emocional con todos los retratados. Llego a conocer a completos extraños de forma íntima. Ellos me dejan enetrar en su mundo de forma casi incondicional. Es un viaje duro y que, puede sonar extraño a los demás, pero a menudo suelo procesar la imagen entre lágrimas. Tal vez la imagen final es mi adiós... y eso es increíblemente asfixiante en lo personal.
Aunque si tuviera que elegir un retrato podría ser este (como se puede ver también en mi página de Facebook):
Agradezco a Lee Jeffries su disposición y amabilidad para esta entrevista, así como la cesión de las imágenes para acompañarla. Os invito a que observéis sus retratos con calma, son sobrecogedores. En su página de Facebook los va mostrando y comentando.
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