Regresamos hoy a la senda de la entrevista con la participación de una fotógrafa española a la que muchos ya conoceréis. Zahira Aragón, más conocida como Zai Aragón, es una fotógrafa madrileña de nacimiento y, podríamos decir, gaditana de adopción.
Sería difícil encasillar a Zai como fotógrafa pues su técnica le permite afrontar con seguridad prácticamente cualquier reto con la cámara. Basta echar un vistazo a su blog para encontrar trabajos que abarcan desde el retrato a la fotografía social, de viajes o de deportes. Esta versatilidad le ha valido para, entre otras cosas, publicar en medios como National Geographic o The Huffington Post.
Fotógrafa multidisciplinar, instructora de equitación, viajera incansable o directora de comunicación de Juanma Moreno (quien representará a España en Río 2016 en la categoría windsurf RS:X). Podríamos usar cualquiera de las anteriores para definir a Zai Aragón, pero es, sin duda, la última la que prueba su dominio sobre el hilo conductor de la entrevista: la fotografía de deportes acuáticos.
Sin más preámbulos y para los que queráis aprovechar la llegada de las altas temperaturas para probar el ejercicio de la fotografía en el agua, os dejamos con la entrevista:
¿Cómo empezaste en este mundo de la fotografía de deportes acuáticos?
Hace unos años estaba instalada en Madrid. Pasaba bastante tiempo fuera de España, viajando y haciendo fotografía de viaje. Cuando estaba en la capital me dedicaba sobre todo al retrato, y también estaba vinculada al mundo de la música. No tenía nada claro qué camino quería seguir dentro de la fotografía, así que probaba todo lo que se me ponía por delante.
De repente en el 2010 me cansé de la ciudad y me apeteció volver al sur (yo crecí en Jerez). Me instalé en El Puerto de Santa María mientras decidía hacia dónde orientar mi carrera. Al poco tiempo de estar allí conocí a Antoine Auriol, que ese año había ganado el campeonato del mundo de kitesurf freestyle. Un día decidimos salir a hacer unas fotos de kite, a ver qué salía. Fue mi primera sesión de kitesurf.
Hice las fotos desde la orilla, me lo planteé más como fotografía artística de un deportista, que como fotografía deportiva. La verdad es que el resultado me sorprendió: no sólo conseguí unas fotos bastante decentes, sino que además me sentí muy a gusto trabajando en la playa, en la naturaleza. Obviamente me quedaba todavía un largo camino por recorrer, pero al menos vi que ese podía ser el inicio de una nueva aventura profesional.
¿Tu trabajo se ha visto influido por el de otros fotógrafos aunque pertenezcan a otros campos?
Me inspira cualquier persona creativa con un poco de talento, no hace falta que sea fotógrafo. Más que en su trabajo me fijo en su estilo de vida, considero que al fin y al cabo es lo más importante. El trabajo es algo que haces entre muchas otras cosas, es una parte más de tu día. Me gusta leer los blogs de personas que tienen éxito en la vida, tanto en lo profesional como en lo personal, que disfrutan con lo que hacen. Ese es para mi el modelo a seguir y el tipo de persona que hace que me meta en el agua muy motivada.
Estamos asistiendo a un boom en deportes acuáticos como el Kite Surf, ¿Hay también más fotógrafos especializados en la materia o las circunstancias tan concretas de estos deportes cierran el grifo a nuevas incorporaciones?
Siempre ha habido fotógrafos de deportes acuáticos. Creo que lo que está pasando ahora es que están ampliando su campo de actuación. Ya no sólo se dedican al surf o a la vela, sino que están incorporando deportes más jóvenes, como el kitesurf.
No es fácil dedicarse a este tipo de fotografía de forma profesional. Además de un equipo específico (y no precisamente barato), también necesitas vivir cerca del agua, y tener conocimientos sobre el deporte que vas a fotografiar.
¿Es un campo rentable? ¿Tienen salida estas fotografías en mercados como el del microstock?
Las agencias de stock responden a la demanda del mercado. Cuando algo está de moda, se escribe sobre ello y se necesitan fotografías para ilustrar esos artículos. Dentro de los deportes acuáticos que manejo yo, el surf está saturado en las agencias y el windsurf no vende. El kitesurf, sin embargo, es un deporte emergente y aún tiene bastante espacio para crecer.
Por entorno y condiciones para la práctica de deportes acuáticos ¿Cuál es tu lugar favorito y en cuál tienes ganas de fotografiar?
Soy muy afortunada de vivir en la bahía de Cádiz. Allí tenemos unas condiciones de viento únicas para la práctica de estos deportes, y además el clima templado me permite trabajar en el agua todo el año. También me gusta que la foto cambia bastante según qué zona de la bahía elija de fondo: paisaje urbano o industrial en Cádiz, natural en el parque de los Toruños, turístico en Valdelagrana... incluso militar hacia la base de Rota. Tenemos mucho donde elegir.
Y como destino preferente, creo que me gustaría hacer algún trabajo en la península de Yucatán, en México, especialmente en la isla de Cozumel. Tengo una amiga windsurfista que es de allí, y ha conseguido que me enamore del color de sus aguas. Y cualquier excusa es buena para volver a México, ¡me encanta su comida y su gente!
¿Qué equipo usas normalmente para las sesiones y cuál recomendarías como básico para los que quieran probar esta disciplina?
Mi equipo principal es una Canon 5D Mark II, objetivo de 24mm y funda Ewa-Marine. A veces utilizo otros objetivos o cámaras, pero ése es el básico. Yo recomendaría que antes de invertir en un equipo para el agua, comiencen fotografiando desde la orilla, como hice yo. Para ello necesitarán un objetivo de 200mm o superior. Si les gusta la fotografía deportiva y se sienten cómodos en el agua, entonces pueden pasar a las fundas o carcasas.
También es importante que la persona a la que van a fotografiar tenga suficiente control sobre la tabla y que mantengan la comunicación durante la sesión. Puede llegar a ser muy frustrante para un fotógrafo estar en el agua intentando mantenerse a flote, y esperando a que a alguien le de por pasar a su lado haciendo un truco. La improvisación, desde la orilla y con el tele; en el agua tiene que estar todo bien calculado.
El agua, la sal, la arena... los equipos en estas condiciones deben sufrir más de lo normal, ¿se hace indispensable el uso de cajas estanca u otros protectores?
A menos que tu cámara sea acuática, si te quieres meter en el agua siempre vas a necesitar una funda o carcasa. Si vas a trabajar desde la orilla, o en un barco, hay unas capas que cubren la cámara y te permiten el acceso fácil y rápido a los botones, mientras las protegen. A pesar de todos los esfuerzos por mantenerlas a cubierto, las cámaras que trabajan en estos entornos están más machacadas de lo normal. Mi espejo siempre tiene motitas, los tornillos se oxidan, la arena se acaba metiendo por todas partes... Y eso sin contar los golpes que se llevan cuando te toca ir en barco y el mar está un poco revuelto.
El viento puede ser traicionero, ¿Te has visto en alguna situación comprometida durante una sesión?
Por suerte, los chicos con los que suelo trabajar son expertos en sus respectivas categorías, así que me siento bastante segura con ellos. Me pueden saltar por encima o hacer giros justo delante de mi sin que mi integridad física se vea comprometida... jaja.
Pero en el mar, el viento no es el único peligro que existe. Recuerdo un par de días, yendo en la lancha, en los que pasé auténtico miedo por culpa de unas olas de 5 metros que no sabía cómo capear y que pensaba que iban a volcar la zodiac. O esta primavera, que me metí en el agua a grabar unas imágenes de unas olas, y al salir me dijeron unos amigos que acababa de aparecer un tiburón.
Cuando pasas mucho tiempo en el agua, sabes que algún susto te vas a llevar antes o después. Por eso en el mar hay que pecar siempre de prudente, y saber lo que se hace. También es muy importante estar en buena forma física y no perder la calma cuando las corrientes o el oleaje te jueguen malas pasadas.
Cuando una sesión depende de factores como el viento o la marea uno debe convertirse casi en un meteorólogo, ¿cómo haces para cuadrarlo todo?
En mi entorno siempre se está hablando del tiempo. Yo vivo en la playa, así que lo tengo muy presente, en la misma puerta de mi casa. Además casi todos mis amigos practican deportes de agua, por lo que la meteorología se ha convertido en un condicionante en nuestras vidas.
Normalmente en la costa sabemos con antelación cuando va a cambiar el viento, y para conocer el estado de las mareas sólo me tengo que asomar a la ventana. A mi me suelen llamar por las mañanas para preguntarme cuántos nudos tenemos y decidir qué cometa montar ese día. Creo que sobreestiman mis conocimientos... jaja. Para saber la intensidad o la dirección exacta del viento, o el tamaño estimado que traerán las olas consultamos páginas como Windguru. También miramos las webcams de otras playas para ver cómo están las cosas por ahí y decidir si merece la pena movernos.
Pero como digo, este es un tema de conversación muy frecuente en mi círculo, así que me es fácil mantenerme bien informada.
Los toros... ¿mejor desde la barrera? ¿eres más de teleobjetivo y distancia o de neopreno y agua?
Supongo que ya te habrás dado cuenta de que a mi megusta la acción, jaja. Muy pocas veces trabajo con teleobjetivos. Yo necesito sentirme parte de lo que está pasando, no me gusta ser un simple espectador. Para mi, fotografiar deportes a distancia es casi como ver la tele; puede que estés mirando algo muy emocionante, pero nunca va a ser igual que experimentarlo en primera persona. La cercanía del angular te hace vivirlo de otra manera. Y eso sumado a estar metida en el agua, peleándote con la corriente y sorteando olas... ¡Es un deporte en sí!
Y ya para acabar, ¿qué consejos darías a aquellos que quieren probar este verano con la fotografía de deportes acuáticos?
Es fundamental que se sientan cómodos en el agua y que les apasionen los deportes. Pero bueno, eso es algo que se debería aplicar en cualquier campo (¡no hagas nada que no te entusiasme!) No es necesario que practiquen el deporte que van a fotografiar, pero sí que lo conozcan bien. Si no tienen muy claro lo que está pasando, o no están familiarizados con los movimientos, es difícil anticipar lo que va a hacer el deportista.
Puede que esto suene muy obvio, pero si van a trabajar en el agua es imprescindible que sean buenos nadadores. También que tengan un equipo acorde a lo que van a hacer: con un 50mm disparando desde la orilla puede que no consigan las imágenes impactantes que se esperan de los deportes acuáticos...
Aparte de eso, practicar, practicar y practicar. Uno no consigue forjarse un estilo en 2 días, es necesario cometer muchos errores y aprender de ellos para poder avanzar. Y una vez que empiecen a obtener resultados, ¡qué compartan las fotos! Me gusta ver lo que hacen otras personas en el agua.
Hasta aquí nuestro encuentro con Zai Aragón, una gran fotógrafa a la que agradecemos el tiempo que nos ha dedicado. Ahora os toca a ustedes poner en práctica sus sabios consejos y hacer unas fotos increíbles este verano.
Fotos | Zai Aragón