Le conocimos a raíz del premio conseguido por 'Sand Castles II' en el concurso DJI Drone Photography Awards de la British Journal of Photography (el mismo en el que premiaron a Tom Hegen por ‘The Salt Series’), un proyecto que llama inevitablemente la atención por retratar las consecuencias de la crisis y la burbuja inmobiliaria como no lo habíamos visto antes. Ahora, hemos tenido la oportunidad de charlar con Markel Redondo para que nos hable de su trabajo.
Lo cierto es que sus fotos de los lugares abandonados por culpa de la especulación inmobiliaria que sacudió España durante años (y cuyo "fantasma" vuelve a aparecer en los últimos meses) llaman la atención, porque ha sido capaz de mezclar una estética llamativa con un tema de alcance pero poco tratado.
Por supuesto, como ya habéis imaginado, hubo un ‘Sand Castles I’, en el que este fotógrafo bilbaíno que trabaja como freelance desde hace 10 años (representado por la agencia Panos Pictures) retrató estos mismos lugares pero “a pie de calle”. Y no fue hasta diez años después cuando regresó, esta vez con un dron bajo el brazo, para mostrarlos desde otra perspectiva, tal y como nos contó en la charla que tuvimos con él:
Muy buenas Markel. Gracias por atendernos. Cuéntanos ¿cuándo y por qué comenzaste como fotógrafo?
Estudié fotografía en el Reino Unido y después en China, donde realicé un máster en fotografía documental. Allí también empecé a trabajar para varias agencias de prensa y medios internacionales. Después de un tiempo regresé a Europa, y después de dar unos tumbos por otras ciudades acabé en Bilbao, mi ciudad natal. Desde 2008 trabajo para diferentes revistas, ONG’s, periódicos y empresas, tanto en España como en Europa (y en otros países también).
¿Cómo y por qué surgió la idea de 'Sand Castles'?
Empezó allá por 2010 cuando estaba de viaje en Andalucía haciendo un reportaje para un periódico francés. Allí encontré las primeras urbanizaciones abandonadas y a raíz de eso empecé a investigar y a fotografiar otras ruinas modernas que la crisis financiera del 2008 iba dejando.
La primera parte se centraba en documentar, desde el suelo, las diferentes urbanizaciones, estaciones de tren, campos de fútbol y aeropuertos que estaban abandonados por aquella época en España. Mi idea siempre fue la de regresar para fotografiar estos lugares después de un tiempo.
Y así fue, y gracias a un premio de BJP y DJI que me embarqué en un segundo viaje para ver qué había pasado con estos “Castillos de arena”, como los llamo yo. Pero esta vez hice el viaje con un dron y la dimensión del proyecto ha sido sorprendente para mí.
Imagino que tendrás anécdotas curiosas… Cuéntanos cómo fue la experiencia visitando todos esos lugares abandonados
Para mí ha sido un viaje personal. Más que anécdotas he disfrutado del viaje en sí mismo. De estar solo y viajar por estos lugares olvidados donde, a pesar de su aspecto, se respira tranquilidad. Cada sitio es diferente, muchos están vallados y solo se puede entrar a pie, pero todos comparten esa sensación apocalíptica donde uno se siente el último habitante de la tierra. Fotografío los lugares pronto por la mañana o al final del día, y son momentos donde se respira tranquilidad.
Se habla del comienzo de otra burbuja inmobiliaria. Tú que has retratado tan claramente las huellas de la primera ¿qué opinas al respecto?
Habría que ver el numero de casas que se están construyendo ahora y cuántas de ellas se están quedando vacías, sin compradores...
¿Por qué una segunda parte? Es decir ¿pensaste en sacarte el título de piloto de drones para hacerla o fue al revés? ¿Qué es lo que te llevó a hacerlo así?
Desde la primera parte, que fue en 2010, habían pasado casi ya 10 años y yo tenía esta idea de fotografiar los lugares desde el aire para tener un perspectiva diferente, algo impactante a los que estamos tan acostumbrados. En 2017 me estaba sacando el título de operador y el premio de BJP/ DJI, casualidades de la vida, me lo dieron a finales de ese año.
¿Qué más ha supuesto el premio para ti? ¿te ha abierto puertas?
El premio ha dado una difusión muy importante al proyecto. A raíz de él he podido publicar el trabajo en varias publicaciones, hay coleccionistas que están contactando para comprar fotos y voy a exponer el trabajo en varios lugares (un museo en Portugal y en Getxophoto). También me están escribiendo arquitectos y de muchos medios para entrevistarme. Para mí es importante porque me da fuerzas para seguir, y porque así el proyecto, y lo que representa, se está conociendo y está aportando elementos nuevos al debate de la vivienda y del descontrol que ha habido en España en este sector.
Veo que en tus proyectos fotográficos casi siempre está muy presente algún tipo de denuncia ¿entiendes la fotografía como un medio para ello? ¿Cómo definirías el tipo de fotografía que haces?
Bueno, sí, creo que la fotografía documental, como otras formas de no-ficción, debe aportar nuevas perspectivas e información sobre las cosas que pasan en nuestro mundo. Lo bueno de los fotógrafos que trabajamos por libre es que podemos hacer lo que queramos. Luego si lo publicamos o no es otra historia, pero tenemos plena libertad de elegir, enfocar y editar un trabajo. Eso para mí es muy importante.
Cambiando de tercio ¿Qué equipo sueles utilizar? ¿Qué tipo de cámara utilizas en el dron?
El dron es un DJI Phantom Pro 4 que viene ya con una cámara. Aunque es una cámara pequeña, pero tiene buena resolución.
¿Eres de lo que llevas siempre tu cámara contigo a todas partes?
Antes sí. Ahora llevo un móvil con cámara, me gusta pasar desapercibido. También tengo una Sony A7R III que con un objetivo pequeño es una cámara discreta.
¿Qué opinas sobre la masificación de la fotografía que vivimos en los últimos años y la influencia de las Redes Sociales?
Bueno, es algo de lo que tenemos que aprender e intentar sacar algo positivo. Parece que es muy fácil ser fotógrafo hoy en día, con el acceso que tenemos a un equipo de alta calidad o a un dron, pero le tenemos que dar una vuelta más. Los que nos dedicamos plenamente a esto tenemos que trabajar más en la idea, en la historia que queremos contar y no solo en hacer fotos “bonitas” o “buenas”. Hay, creo, que siempre habrá una diferencia.
Aparte hay todo un trabajo que va acompañado, y que poco tiene que ver con la fotografía, pero que es crucial para poder realizar un trabajo desde su concepción hasta su publicación en la forma que sea.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
Todavía no he terminado con ‘Sand Castles’, me quedan un par de viajes. Después ya veremos, tengo una par de proyectos en la recamara.
Pues con estas palabras (y el vídeo sobre el proyecto) nos despedimos de Markel felicitándole por el premio y, sobre todo, por sus fotos y dándoles las gracias por atendernos.
Página web | Markel Redondo
En Xataka Foto | “Los fotógrafos deberíamos unir fuerzas”, Vicente García, responsable de Canonistas.com y de la campaña #noFotografiamosGratis
Fotografías de Markel Redondo reproducidas con permiso del autor para este artículo