Mi atracción por una fotografía poco convencional, en la que no siempre lo real tiene una traslación fidedigna me hace fijarme en fotos y fotógrafos que muestran algo diferente. Es el caso del trabajo de la joven fotógrafa Annie Collinge. Aunque criada en el Reino Unido actualmente reside en Brooklyn, Nueva York y sus fotografías son realmente llamativas. Busca objetos, espacios y personas que parecen moverse en un universo paralelo, un mundo que roza lo surrealista, lo impredecible, pero desde luego despiertan la atención.
Tanto como para que Annie Collinge se dedique por entero a fotografiar en sus diferentes proyectos a todo tipo de objetos, lugares y a modelos muy peculiares. A veces domina la explosión de color, otras veces sus capturas rozan lo macabro. Sus fotos tienen ese punto surrealista y poco convencional que no dejan muy indiferente. Sus imágenes no destacan por un tratamiento o procesado, sino por el motivo que retrata. Actualmente sus fotografías se pueden ver en múltiples publicaciones (sus principales clientes son editoriales) y ha expuesto en varias ciudades como Los Ángeles, Roma, Sidney o Barcelona.
Aprovechando el interés despertado por sus imágenes, le hemos contactado para preguntarle brevemente por su fotografía.
¿Cómo empezaste en la fotografía?
Pues comencé a tomar fotos cuando tenía unos diecisiete años, mi padre me compró una cubeta de revelado y al principio estaba muy interesada por todo el proceso de revelado de la película y ver lo que aparecía. Posteriormente, empecé a estudiar en la Universidad Saint Martins y Brighton, mientras trabajaba como asistente de fotógrafos, que fue de lejos lo más educativo para mí.
¿En que te inspiras? ¿te basas en otras artes visuales (pintura, cine, escultura, …)?
Tiendo a encontrar la inspiración en el mismo tipo de cosas: me gustan tiendas de “todo a cien”, tiendas de segunda mano, mercadillos, en ebay, conduciendo por Estados Unidos y también en el metro de Nueva York.
Siempre me ha gustado el hecho de que la fotografía tienes que capturar lo que te rodea, tu propia realidad, a diferencia de la pintura o el dibujo en el que se puede dibujar un unicornio púrpura si uno quiere, con la fotografía tienes que ir a buscar un caballo, pintarlo de púrpura y pegar un cuerno en su cabeza. Ese elemento de la realidad hacen más convincentes las imágenes fotográficas para mí, así que no diría que esté influenciada por otras artes, a pesar de que los aprecie.
¿Cómo trabajas para encontrar esos lugares, objetos y personas “diferentes” de tus fotos?
Creo que es muy bueno para residir en Nueva York, ya que es una ciudad increíble para encontrar cosas y personas interesantes. Justo el otro día, mientras iba camino al supermercado, me encontré con una señora caminando por la calle con una serpiente, algo que no sucedía cuando vivía en Londres. De momento estoy trabajando en dos proyectos, uno sobre sirenas y que implica localizar a mujeres en el metro y que se disfracen, y es que la gente de aquí es muy abierto de mente, lo que resulta muy estimulante. Por ejemplo, conocí a Linda Leven (uno de mis proyectos) en la Quinta Avenida, ella iba con su estilo, comprando la pinturas, y tras hablar con ella, me invitó a su apartamento para retratarle.
En cuanto a los objetos, pues me paso un montón de tiempo buscando en ebay y en los mercadillos de segunda mano, me gusta lo antiguo y tiendo a comprar cosas de los años 40 o 50.
Como podéis comprobar, Annie captura esas imágenes que le fascinan, y leyendo sus palabras parece realmente fácil, pero desde luego que de sus fotografías se aprecia un buen trabajo detrás. Es un retrato peculiar de la sociedad americana más estrambótica. Agrademos a Annie la atención para responder a estas preguntas y la cesión de sus imágenes para mostrarlas en Xataka Foto.
Web oficial | collinge.com
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