Asistiendo al I Convención de Fotografía Nocturna organizada por Mario Rubio, pretendía presenciar una charla técnica sobre fotografía de fuegos artificiales. La impartía un fotógrafo alicantino llamado Carlos Balsalobre, que estuvo durante 6 años tomando fotografías de este fenómeno, y prometía ser un experto en las posibilidades técnicas de la cámara en estas situaciones.
Pero encontré mucho más que eso. Carlos no sólo fotografía estos fuegos con una perfección técnica envidiable. También nos cuenta historias con ellos. Su método: descontextualizar el sujeto para amplificar nuestra percepción de la realidad, entremezclando uno de los estandartes de la fiesta mediterránea con las fases de crecimiento de un jardín…de luz. Una gran creatividad, una buena técnica y la refinada coherencia que requiere la obra de un fotógrafo de autor ¿qué más se puede pedir?
XATAKA FOTO: Hola Carlos, ante todo agradecerte acceder a esta entrevista. ¿Nos puedes contar cómo comenzaste en esto de la fotografía y qué es lo que te motivó a hacerlo?
CARLOS BALSALOBRE: Tuve la suerte de crecer en un ambiente en el que las artes son un valor y como tantos niños de mi generación, casi nací con una cámara entre las manos. Conservo un negativo absolutamente conmovedor de cuando tenía cinco años y desde entonces no he dejado de fotografiar.
Yo llego también a la fotografía siendo niño a través de la pintura. Mi madre es pintora y las imágenes de sus cuadros y lo que ellos representan han formado una de las bases de mi cultura vital.
Mis motivaciones nacen cuando descubro en la fotografía la capacidad de captar lo bello alrededor y convertir ese intento en un medio de expresar emociones a través de un lenguaje propio. Sigo aspirando a ello.
Quiero adentrarme por territorios en los que la textura, la abstracción de la forma y el manejo del color crean un nuevo lenguaje.
No quiero abandonar el retrato, la fotografía de calle, de viajes, de arquitectura, en las que procuro evolucionar, no solamente con la mirada, sino con el procesado. Hoy las técnicas digitales abren innumerables puertas que deben ser traspasadas.
En la charla que diste en el I Congreso de Fotografía Nocturna, sorprendió, además de tu trabajada técnica para retratar los fuegos artificiales, tu capacidad para utilizarlos para contar una historia. ¿Cómo surge la idea?
En la cultura de mi tierra los fuegos artificiales son un elemento de enorme importancia. Cuando era niño y asistía a su espectáculo me decía que aquello era como un jardín.
Cuando me planteé un proyecto expositivo como ‘Jardín iluminado’, identifiqué los aspectos que debían tratarse de forma inseparable para que expresaran el mensaje que quiero transmitir: estructura, lenguaje, estética y técnica se unen en este caso para contar lo que veía de niño al contemplar los espectáculos pirotécnicos: un jardín iluminado que ahora toma forma a través de la fotografía.
¿Cuales son los problemas técnicos a los que te enfrentas a la hora de fotografiar fuegos artificiales? ¿Podrías comentarnos un equipo básico para salir a fotografiarlos con cierta garantía?
Los primeros problemas surgen de las condiciones ambientales: el viento o su ausencia, el humo acumulado. Posteriormente, los relativos a la elección del punto de vista. Finalmente, la velocidad de trabajo que exige este tipo de fotografía pues nos exige adaptarnos al tempo de cada espectáculo.
El equipo básico debe incluir una cámara fotográfica que permita tiempos de exposición mayores de un segundo, un trípode y un cable disparador. Con relación al objetivo, cualquier angular o teleobjetivo medio, es perfecto. No necesitamos más equipo para obtener fotografías con las que desarrollar la creatividad personal de cada uno.
Cada vez vemos más fotógrafos que salen a trabajar en equipo, sobre todo cuando se trata de un proyecto de cierta dificultad técnica, como éste. ¿Has realizado este trabajo sólo o has necesitado trabajar en equipo con otros fotógrafos?
Estar acompañado de otros fotógrafos garantiza la compañía y el buen ambiente, pero no la colaboración, porque en el caso de los fuegos artificiales, el sujeto es independiente y dinámico y el fotógrafo también, y la foto es el encuentro entre ambos. La fotografía es en sí un trabajo solitario y en este caso más.
Lo único que facilitaría mi trabajo sería compartir un planing de lanzamientos, pero por las dificultades inherentes a la seguridad, esto no es posible, pues el equipo técnico está siempre, colaborador y cordial pero dedicado a lo suyo.
En mi caso, siempre aprovecho los espectáculos que acompañan la mayoría de fiestas populares de nuestro país. Tengo en marcha un taller de fin de semana donde el alumno pueda empezar a desarrollar su propia fotografía de fuegos artificiales. En este contexto, el trabajo en grupo es formativo y sumamente enriquecedor.
Uno de los primeros problemas técnicos que le suele ocurrir a la gente cuando ve tus fotografías es el tema del enfoque. ¿Cómo consigues enfocar siempre los fuegos teniendo en cuenta que la distancia varía continuamente y los cambios de focal son constantes?
Sin duda, el enfoque es un aspecto crucial aunque no conlleva dificultad gracias a los sistemas de enfoque actuales, capaces de hacerlo con exactitud, con la luz de una pequeña brizna incandescente. Debido a que las aberturas que han de utilizarse nos permiten una gran profundidad de campo, sólo enfoco cuando cambio de focal o varía considerablemente el punto de lanzamiento.
Parece que te has hecho todo un experto en descontextualizar objetos que se mueven rápido y aún así crear composiciones correctamente expuestas y coherentes ¿en qué porcentaje esto es fruto de la casualidad, de la técnica o de un entrenamiento? ¿Tienes que tirar muchas tomas a la papelera antes de conseguir la buena?
‘Jardín iluminado’ fue una manera, provocada voluntariamente, de salir del contexto clásico para entrar en lo moderno y abstracto.
La continuación de esta colección es otra en la que estoy trabajando, que llamo ‘Reflexiones’. Ambas son complementarias y antitéticas en todos los parámetros de la toma pero mantienen el mismo espíritu: descontextualizar el sujeto, de modo que, exento de referencias, pueda darle mi propia interpretación.
Esta descontextualización implica un acercamiento al sujeto que no sería posible sin una buena dosis de conocimiento, técnica y experiencia. No obstante, esto conlleva que muchas de mis fotografías vayan a la papelera antes incluso de descargar la tarjeta.
Tus otros trabajos han sido exhibidos en galerías por todo el mundo, sin embargo, parece evidente que “Jardín Iluminado” lo creaste con vistas a presentarlo en tu tierra (Alicante), por la influencia que tienen los fuegos artificiales en su cultura ¿Has encontrado más dificultades en España que en otros países para dar a conocer tu trabajo o encontrar apoyos?
Mis fotografías han estado en Argentina, Holanda, Serbia, Suiza, Francia y otros lugares. Pero el mundo es muy grande y uno tiene siempre la impresión de que está continuamente empezando.
Una colección de fotografías debe ser mostrada en la sala de exposiciones, al público interesado en verlas. La fotografía no debe ser solamente una afición a hacer fotos, sino una exposición de arte que interese y deleite al público. No hay fotografía sin espectador.
Faltan salas de exposición y canales de promoción adecuados. Puede que no haya recursos. Yo, hasta el momento, he encontrado puertas abiertas, pero también cerradas. En cualquier caso el fotógrafo debe seguir su camino con esfuerzo y fortaleza.
¿Qué papel cumple la divulgación y la promoción de la obra dentro del trabajo de un fotógrafo como tú?
Toda divulgación es importante. Medios dedicados a la fotografía, suplementos culturales, salas, galerías, todos deben colaborar en la divulgación del arte de la fotografía a través de los fotógrafos.
Es muy importante poder mostrar la fotografía de cada uno, y su pensamiento, como hace hoy una publicación como Xatakafoto. Os doy las gracias.
¿Podrías dar alguna recomendación a quien quiere dedicarse a la fotografía de autor en nuestro país?
Que no olvide que si se considera autor debe hacer fotografía de autor y mantener la coherencia.
Web del autor | Carlos Balsalobre
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