Hace sólo un par de semanas que os presentamos a Cuco Cuervo a propósito de ‘Xtumirada’, una campaña basada en una serie de fotografías “manipuladas” en las que intercambiaba la mirada de un famoso con la de una persona con Síndrome de Down con el fin de ayudar a visibilizar a las personas con este trastorno genético. Pues bien hemos tenido la oportunidad de entrevistarle y conocer un poco más cómo fue la idea de esta campaña y cómo es el trabajo de este asturiano como fotógrafo de retratos y moda.
Muy buenas Cuco, gracias por atendernos. Te hemos conocido por tu proyecto “Xtumirada” ¿Nos podrías contar un poco más sobre ello y cómo surgió la idea?
Empieza en un paso de peatones un día por la mañana que voy en el coche y me paro y veo a un chico con síndrome de Down muy nervioso e inquieto. Me quedo mirándole pensado qué le pasará y cuando se pone en verde para los peatones veo que sale corriendo, como podía, porque era gordito y llevaba un maletín. Le sigo mirando y veo que va a perder el autobús, pero aunque éste arranca el conductor le debe ver, frena y consigue subir. Veo como se sienta a mi altura y hace un gesto de alivio y no sé porqué empiezo a pensar en que quizá era su primera día de trabajo, le habían dado una oportunidad y si llega a perder el autobús le hubieran despedido ¡yo que sé!
Empiezo a darle vueltas y no sé porqué pienso que les tengo que ayudar, no sé cómo pero yo a esta gente les tengo que ayudar. Me dio mucha ternura así que cuando llegué al estudio busqué en Internet el término y lo primero que me sale es la Federación Española de Síndrome de Down. Les llamo por teléfono, les digo que soy fotógrafo, que me gustaría colaborar con ellos y ayudarles de alguna manera con mi trabajo. Entonces me dicen que esa semana no pueden atenderme porque dos días después es el Día Mundial del Síndrome de Down y yo pienso que todo está alineado.
Quedamos en hablar para la siguiente semana y durante ese tiempo empiezo a pensar qué puedo hacer. Empiezo a leer sobre ello y de repente veo en la Red una foto en la que hay cinco niños pequeñitos jugando, y rápido veo que uno de ellos tiene Síndrome de Down. Pienso en por qué lo he detectado tan rápido siendo cinco niños, y me doy cuenta de que es porque tiene esos ojitos rasgados típicos de las personas con Síndrome de Down. Pero ¿y si no los hubiera tenido así? Pensé que vivimos en una sociedad en la que juzgamos a unas personas simplemente por sus ojos. Si se los cambio ya nadie sabría que tienen Síndrome de Down.
Y es entonces cuando, a la semana siguiente me reúno con la gente de la Federación Española de Síndrome de Down, les hablo de cómo juzgamos sólo por los ojos sin ver el interior, les muestro unos bocetos y les propongo esta idea. A ellos les parece maravilloso, les gusta mucho la idea y quedamos en que la vaya realizando y les vaya contando. Entonces es cuando llamo a la que para mí es la madrina absoluta de esta exposición que es Carmen Ruiz, que es una actriz, y le propongo esto. Le parece maravilloso y entre ella y yo decidimos buscar a ver si conseguimos 15 o 20 famosos que se presten a hacer este cambio de miradas.
Carmen a los dos días me llama y me dice que en 25 minutos había conseguido unos 40 famosos y ahí es cuando veo que esto se va a poder hacer. En dos meses teníamos 130. Yo estaba abrumado por la respuesta, porque no había representantes ni nada, era todo a través de whatsapps entre ellos, unos escribían a otros y les decían "mira hay esta iniciativa ¿te apetece? Pues sí, me apunto".
Entonces llegó un momento en que sólo faltaba buscar dinero para la campaña, porque absolutamente el 100% iba a ser para la campaña, y ahí es cuando estuvimos dos años en los que no encontramos a nadie que quisiera financiarlo. Todo el mundo decía que era precioso pero que no tenía dinero o que no era su línea de acción. En un momento dado no me podía creer que nadie quisiera ayudar, hasta que entra Fundación GMP, que cuando se lo presentamos dijeron “Pero bueno ¿es que nadie quiere esto? Pues nosotros sí". Y ahí es cuando ya por fin conseguimos algo de dinero y pensamos en marcarnos una fecha. Y que mejor fecha que el 21 de marzo que el Día Mundial del Síndrome de Down. Y es ahí cuando ya dijimos "para adelante".
¿Habías tenido algún tipo de relación con personas con Síndrome de Down o fue algo nuevo para ti? ¿Habías hecho algún tipo de proyecto solidario antes?
La verdad es que no. Lo máximo era el hijo de unos amigos de mis padres y la verdad que nunca había pensado en ello. Le veía, le conozco desde pequeño y nunca había pensado en sus necesidades. Se le veía un chico feliz y nunca llegué a pensar que podía hacer algo por él. Y tampoco había hecho nunca otra acción social… Bueno sí, hace un año me llamaron para hacer un calendario benéfico para enfermos mentales, que también fue una experiencia muy bonita, pero no es que sea un fotógrafo especializado en acción social ni nada.
Las fotos son impactantes y resulta complicado distinguir al personaje famoso ¿era esta la idea? ¿Cómo formaste las distintas “parejas artísticas” que aparecen en las fotos?
Mi idea inicial era mostrar a la gente que prejuzgamos por una mirada, por unos ojitos rasgados, pero cuando hicimos el primer montaje sí me doy cuenta de que ese cambio de miradas hace que sea muy difícil reconocer a esas personas. Ellos se convierten en personas absolutamente normales sin rasgos de Síndrome de Down y a los famosos cuesta mucho localizarlos. Y eso me parecía algo que vino sin buscarlo pero que decía mucho de que simplemente los ojos nos hacen cambiar la personalidad de la gente.
Sobre cómo formé las parejas artísticas, no buscaba nada en particular, simplemente sí que me di cuenta de que no encajaban bien chicos con chicas, la mirada quedaba muy rara. Además sí que había personas muy mayores y había que intentar nivelar un poquito las edades. No siempre se podía porque había niños más pequeños y había que ajustarlos pero… sí para los artistas un poco más mayores buscamos personas con Síndrome de Down de edades similares.
Háblanos un poco de tu trayectoria ¿Cómo empezaste? ¿Qué es lo que te llevo a convertirte en fotógrafo?
Realmente llevo muy poco tiempo, relativamente, en el mundo de la fotografía. Ha sido muy intenso. Llevo diez años en este mundo, antes era diseñador gráfico y lo que hacía mucho era retocar fotografías. Lo que tuve que aprender realmente es a disparar, a usar la cámara en sí, eso fue lo que tuve que aprender.
Y sobre cómo comencé, yo tengo una pareja que vive en Madrid y es estilista, entonces cuando empiezo con ella me llevaba como ayudante de su fotógrafo. Si tengo que admirar a alguien es a él porque fue el que me enseñó todo. No es un grandísimo fotógrafo hiperconocido, se llama Joaquín Calle, pero para mí es quien me enseñó todo. Yo iba haciendo el making off de él, osea las típicas fotos de él haciendo las fotos.
Simplemente iba haciendo ese trabajo y mientras con el mío de diseñador gráfico, ella me llevaba a las producciones y así iba aprendiendo. Hasta que un día me dice “oye Joaquín no puede venir ¿te atreves a hacer tú la producción?" Y le dije, "bueno pues, vamos a probar".
Hice la sesión de fotos, además me acuerdo perfectamente que era Raquel Sánchez Silva, ella no sabía por supuesto que era mi primer reportaje y si algún día vuelvo a coincidir con ella se lo diré “¿oye te acuerdas de aquellas fotos que te hice?” que encima me dijo que le habían encantado, fíjate, y era mi primera sesión. Sudé como no te puedes imaginar pero salió bonito. Y desde ahí fuimos haciendo otra y otra y ya son diez años, pero diez años muy intensos. No sé si a lo mejor sumando hay más de 500-600 editoriales.
La verdad es que tengo que reconocer que soy un afortunado, es la típica frase de 'en el momento exacto en el lugar exacto', porque fotógrafos mejores que yo hay tres mil, pero tener la suerte de publicar hoy en día son pocos… Por eso reconozco que yo soy un afortunado, he tenido mucha suerte por estar con quien he estado y se lo debo todo a mi mujer, Silvia Villarrazo, que es la que me metió en este mundo. También es verdad que te pueden dar una oportunidad, dos, tres pero hay que aguantar, hay que hacer las cosas bien porque en este mundo hay mucho fotógrafo, mucho fotógrafo muy bueno y al final si no vales te caes de la cámara.
Por tu cámara han pasado multitud de personajes muy famosos, actores, actrices, deportistas… ¿Cómo suele ser el trabajo con ellos? ¿Hay un contacto previo antes de realizar las fotos o vas directamente al grano?
Los famosos suelen ser muy sencillos, sí que es verdad que en este campo trabajar con, llámalo celebrities o personajes públicos, que no son modelos, que no viven de posar, lo más importante es empatizar con ellos. Muchos a lo mejor es su segunda, tercera, cuarta o quinta sesión de fotos y no están acostumbrados a ese 1/160 o 1/250 de segundo que es la foto, están acostumbrados a estar delante de una cámara pero hablando y moviéndose, entonces les cuesta.
Yo creo que lo básico es hacérselo fácil, no complicarles la vida, no transmitirles órdenes, sino marcarles un acting, vamos a hacer esto y déjate llevar y sobre todo empatizar con ellos, saber que a muchos les cuesta y que esto es más fácil de lo que parece. Es dejarles en una localización, marcarles un acting y a ver lo que sale. Y así funciona muy bien.
Sobre la forma de trabajar con ellos, muchas veces los conozco el mismo día del shooting, no hay una previa, no suele haberla. Otras veces, cuando nos vamos de viaje con ellos entonces sí que me gusta dejarles, el primer día que llegas, no hacer nada de shooting, sino que se vayan acomodando, sobre todo si no están muy acostumbrados a las fotos. Nos pasamos un día de relax, vamos localizando, hablando y que me vayan conociendo, y así el día que tienes que estar delante de ellos haciendo las fotos todo sale mucho más fluido, es mucho más sencillo para ellos.
Así no es tan extremo, tan agresivo, pero a muchos sí que los conozco el mismo día y lo que me gusta es, antes mientras se están maquillando, sentarme al lado de ellos, tomarme un café, charlar y transmitirles que todo va a ser muy fácil. A mí me gusta la moda evidentemente, me gusta la moda más romántica, no esas poses tan agresivas, no sé, no las sé sacar bien, me gusta más marcar un acting, decirles “mira estamos en una ventana tomando un café mirando por la ventana pensando en tus cosas” y me gusta sacarles ese alma interno.
Pero si me tengo que caracterizar por algo yo creo que es por ser muy rápido. En una producción no puedes tener al maquillador, al peluquero, al famoso… a todo el mundo tres, cuatro, cinco horas, soy de los que disparo, miro la primera foto y si me gusta me cubro las espaldas con veinte o treinta disparos más pero no le doy más vueltas. Si esa foto es bonita y me gusta no… “enredo” como se suele decir. Osea ahora tráeme una escalera, ahora me subo arriba, ahora me pongo para un lado, no… tengo la foto y ya está. Por eso yo creo que lo mejor que dicen de mí es que soy rápido y que lo hago sencillo, yo creo que es la mejor forma para trabajar.
¿Prefieres trabajar en estudio o en exteriores? Como no vengo de la fotografía antigua, analógica, estudios y tal he tenido que aprender a vivir con el exterior. El exterior es un poquito más complicado porque en estudio tú tienes un esquema de luces lo tienes dominado y es muy sencillo de controlar. Me encanta el llegar a una localización y buscarme la vida un día de sol, un día de lluvia, un día de repente el maquillaje se ha alargado y son las doce de la mañana y no hay forma de hacer una foto porque el sol está muy alto… Encontrar esa localización, un rinconcito en sombra con cuatro cositas y luz natural, que para mí es mucho más agradecida que el flash de estudio... Pero bueno, hay que hacer de todo.
Además de las fotos de moda y retrato ¿trabajas como fotógrafo en otros ámbitos?
Suelo trabajar solo en moda y en retrato. Es mi especialidad, lo que me gusta y lo que hago. Mi padre me decía aquello de “aprendiz de mucho maestro de nada”. Es decir, yo soy de los que creo que un fotógrafo se tiene que especializar en algo, hay fotógrafos maravillosos de bodas, de gastronomía, de arquitectura, social, deportiva, y yo creo que si tocas muchos palos al final no eres bueno en… osea no intentas llegar a ser el mejor en algo. Creo que cada uno se tiene que especializar en algo e intentar ser el mejor. Llegar a serlo es muy difícil pero por lo menos deberías tener una seña de identidad. Creo que llegas a ser un fotógrafo ese día que alguien ve una foto y dice ¿oye esta foto es tuya? Y ya tienes esa seña de identidad, aunque a lo mejor no es tuya pero la identifican con tu estilo. Yo creo que ese día es el que te puedes decir ya eres fotógrafo. Es mi opinión.
Últimamente venimos hablando mucho de los problemas para trabajar como fotógrafo en España, del intrusismo y demás ¿Qué opinas al respecto? ¿Cómo te ha afectado?
No lo sé, yo a veces creo que soy el primer intruso de esto. Llevo tan poco tiempo que muchas veces me considero un intruso también. Hasta hace muy poco cuando me preguntaban a qué me dedicaba me daba vergüenza decir que a la fotografía, que era fotógrafo, porque realmente llevaba a lo mejor seis años cuando hay fotógrafos que llevan toda la vida trabajando, vienen del analógico… Yo creo que todo el mundo tiene que tener un hueco, pero sí que es verdad que lo que no se puede es entrar en esa guerra de precios…
Con comprarte una cámara cualquier puede ser fotógrafo por muy poco dinero pero es lo que decía antes, hoy día te pueden dar una oportunidad, pero si no vales no vales. Entonces no sé hasta qué punto el intrusismo es tan malo. Es decir, si al final no vales te vas a caer del carro de la fotografía. Sí que es verdad que hoy día afecta mucho más, por ejemplo, a los paparazzi, hoy en día hay 43 millones de fotógrafos paparazzi en España, todo el mundo que tiene un teléfono móvil es un paparazzi, ellos sí que están sufriendo mucho más. ¿La moda? Pues bueno al final la moda a niveles altos te contratan por tu trayectoria, quieren ver lo que has hecho y… bueno sí que los precios han bajado, está todo mucho más difícil pero yo creo que cada uno tiene su hueco.
¿Eres de lo que en su tiempo libre deja la cámara aparcada o de los que te la llevas a todos lados?
Soy de los que absolutamente abandono la cámara, como dice el refrán “en casa de herrero cuchillo de palo” y me he hecho muy fan de la fotografía con el móvil. Creo que hoy en día se puede hacer cosas maravillosas, mi Instagram, llevo unos años con él, no es un perfil de fotógrafo donde pongo muchos trabajos, realmente son fotos que hago siempre con el móvil, sí que hay algún trabajo pero muy poquitos. Me gusta disfrutar del móvil, ir por la calle y conseguir sacar una buena foto con un móvil yo creo que te educa el ojo y hoy en día me parece que tenemos una herramienta muy buena en el bolsillo que todo el mundo lleva.
¿Qué equipo sueles utilizar? ¿Qué es lo que llevas en tu mochila?
Yo soy Canonista y por supuesto tengo dos cuerpos. Tengo una EOS 1D Mark III y una Mark II, que es mi segundo cuerpo. Y de lentes, pues mi niño mimado, sobre todo en moda, es el 85 mm ƒ1.2, con el que hago el 70 u 80 % de mis fotos, y luego el 70-200 mm ƒ2.8. El 50 mm está muy bien pero prefiero tirar con el 85 y si tengo espacio tirar para atrás, porque soy muy de disparar con diafragmas muy abiertos. Luego la mitad de fotos se desechan porque hay que enfocar muy bien, pero eso es lo que me gusta.
¿Qué les dirías a los jóvenes fotógrafos que empiezan?
Pues que vean muchas fotos. Que vean mucho, que vean lo bueno, que vean lo malo. Que disparen mucho, pero que disparen con sentido, que no disparen al tuntún. Osea que sepan lo que les gusta y que lo busquen, que investiguen, que prueben a ver qué pasa si ponen esta luz, si hacen una contra... Yo creo que hoy en día es cuestión de ver muchas fotos, comprar muchas revistas, filtrar lo que te gusta y luego, si puedes y tienes suerte, conseguir tu propio estilo. Esa foto que, como decía antes, te reconocen como tuya, yo creo que eso es lo más maravilloso. Y que es una profesión muy bonita, súper agradecida, y si consigues que tus fotos sean publicadas en una revista, en una exposición o donde sea es una satisfacción muy, muy grande.
Sin más, nos despedimos de Cuco agradeciendole su atención, felicitándole por su trabajo y deseándole suerte en el futuro.
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Fotografías de Cuco Cuervo reproducidas con permiso del autor para este artículo