Tras la primera historia vivida por Rafa Irusta y su espectacular aurora boreal sobre Grand Teton, nos encontramos en un lugar que, cuando éramos niños, nos resultaba familiar por el oso Yogi: estamos en Yellowstone. Allí estaba Rafa a punto de vivir el típico “casi se me sale el corazón por la boca” cuando un grupo de fotógrafos espanta a un enorme oso grizzly y se lo ponen en su camino.
Si la escena que os presento vista en foto es estremecedora, imaginaos allí, frente a frente, con el primo grande de Yogi, a escasos 15 metros. Intenta enfocar, “que viene, que viene”, le decía su mujer a Rafa. Cuando la mayoría estaríamos viviendo un momento aterrador, hay fotógrafos de raza que sacan la tenacidad a relucir y recuerdan esa escena como “el momento más alucinante que he vivido con una cámara en las manos”. Rafa tuvo la certeza de que podía hacerlo y le enfocó en todo el entrecejo, casi mirándole a los ojos.
Muchos de nosotros, hubiéramos salido “por patas” o simplemente nos hubiéramos quedados petrificados. Pero ahí tenemos un oso grizzly hermosísimo, que estaba siendo desconcertado por muchas personas, inmortalizado gráficamente. La vivencia supera el resultado final de la toma, ésta nos puede gustar mucho o no tanto. Pero la emoción vivida frente a un animal salvaje así, es un privilegio. Y Rafa lo comparte con nosotros, porque sabe y siente que fue un momento muy especial.
Me comenta que todo fue muy rápido, sin tiempo a reaccionar, cuando se quisieron dar cuenta el oso ya se había perdido por su derecha. Siendo fotógrafo documental, a mi me hubiera parecido muy interesante captar las caras de asombro de Rafa y su mujer, serían un poema precioso.
En Xataka Foto | Rafa Irusta, aurora boreal sobre Grand Teton
Web y foto | Rafa Irusta
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