Añadir a tus fotos una marca de agua es una de las posibilidades que tenemos para evitar que usen nuestras imágenes quién sabe para qué fines. Y con la popularidad de las fotos en redes sociales resulta interesante que haya herramientas que permitan añadirlas directamente desde el dispositivo móvil. Justo para lo que está diseñada PhotoMarks, una app para iPhone e iPad que nos disponemos a analizar.
Se trata de una aplicación móvil que tiene por finalidad realizar esta tarea de forma sencilla y además ofrecer la posibilidad de compartir las fotos directamente. PhotoMarks deriva de una herramienta de escritorio del mismo nombre de la que ya hablamos en su momento y su coste es de 5,49 euros. Precio que, evidentemente, no vamos a valorar y lo dejamos para el final, una vez veamos cómo funciona y cuales son sus puntos fuertes y débiles.
Primeros pasos e interfaz
Lógicamente empezamos por el principio, es decir por descargar la aplicación en la tienda de Apple e instalarla en nuestro iPhone o iPad (en este caso la hemos probado en el segundo). Una vez hecho, la abriremos y nos encontraremos un breve tutorial que nos explica el funcionamiento básico, aunque es bastante completo ya que realmente el funcionamiento de la herramienta es sencillo.
Como se puede ver, la interfaz es muy limpia, con una barra en la parte superior que incluye el acceso al menú y el nombre de la aplicación y otra barra inferior con los cinco iconos principales a través de lo que se realiza todo el trabajo: Texto, Logo, Foto, Guarden y Comparte. Por cierto que esto es lo único que está traducido al castellano (y como veis hay una palabra mal traducida) porque el resto del software está totalmente en inglés. Por lo demás, la parte central se reserva para el trabajo con las fotos.
Por cierto que, como ya hemos comentado, la app está diseñada para funcionar tanto en iPhone como iPad. Esto implica, como podéis ver, que sólo se pueda usar la herramienta en sentido vertical, cuando sería interesante poder hacerlo también en horizontal (sobre todo si, como es el caso, trabajamos con una tableta Apple) para evitar algunos inconvenientes que vamos a citar más adelante.
Un trabajo sencillo y efectivo
Pasamos ya a ver cómo funciona. La cosa es tan sencilla como pulsar el icono central de la parte inferior para importar la imagen sobre la que vamos a trabajar (al estilo Instagram). La imagen ocupará la zona central, que llenará más o menos dependiendo de su orientación, y a continuación podremos pasar a añadir las marcas de agua deseadas.
Las posibilidades son dos, representadas por los iconos de la izquierda que permiten añadir justo lo que su nombre indica: un texto o un logo. Comenzamos pulsando la segunda opción, que da acceso a nuestro carrete de imágenes (la primera vez nos pedirá permiso para acceder) donde seleccionar la que queramos se convierta en nuestra marca de agua. Una vez elegida, la imagen se sobreimpresionará encima de la foto principal dentro de una especie de cuadro transparente que funciona como referencia.
Con el típico gesto de pellizcar la pantalla podremos agrandar o disminuir su tamaño y con un toque del dedo sobre él nos aparecerán debajo las opciones que tenemos para customizar el resultado. Básicamente son Transparencia y Sombra que, como os podéis imaginar, añaden lo que su nombre indica y funcionan de forma sencilla pero efectiva. En el caso de la sombra con la posibilidad de ajustar tanto la intensidad como la orientación, aunque no estaría de más que se indicara cada cosa con su nombre.
Una vez lo tenemos a nuestro gusto, podemos moverlo de posición y, si no termina de convencernos, acceder a editarlo de nuevo, ya que las marcas de agua que añadamos funcionan como capas independientes de tal manera que son editables en todo momento y no afectan a la imagen original (que se mantiene sin alterar). Igualmente, la cruz que aparece sobre el cuadro de cada marca de agua permite eliminarla si así lo queremos.
Pasamos ahora a añadir otra marca pero esta vez de texto a través del icono con ese nombre. Inmediatamente la interfaz cambiará y nos aparecerá el típico teclado para meter el texto. Justo encima, una barra de la interfaz ofrece tres opciones para alinear el texto (alineado a la derecha, a la izquierda o centrado) y la posibilidad de añadir los típicos logos de Copyright, TM, etc, así como la fecha y hora.
Una vez estemos contentos con el texto, hay que tocar el icono de confirmación para volver a la pantalla principal y sólo entonces podremos pulsar sobre el texto para que aparezcan las opciones de modificación, que en este caso son Fuente, Color, Transparencia, Sombra y Contorno. Los que son iguales que en el caso de las marcas de agua basadas en un logo funcionan exactamente igual, mientras que los otros tampoco tienen mayor misterio para su utilización. Eso sí, hay que decir que las fuentes y los colores disponibles son bastante amplios.
Por lo demás, como en el primer caso, la marca de agua creada se puede mover y modificar de tamaño de forma sencilla usando nuestros dedos, o eliminar. Por supuesto hay cosas a mejorar, especialmente en el caso de que trabajemos con imágenes verticales que ocupen toda la pantalla. Si es el caso y queremos añadir la marca de agua en la parte inferior, no tendremos más remedio que editarla en una zona media y, cuando ya esté acabada, moverla a su lugar definitivo. Y es que, si queremos hacerlo en la zona exacta veremos como las pestañas que se abren para el ajuste (especialmente en el caso del teclado) tapan la imagen impidiendo ver el resultado.
Guardando y compartiendo
De cualquier modo, una vez que tenemos nuestra imagen acabada llega el momento de dar los últimos pasos que no pueden ser más sencillos. El primero sobre todo, porque basta tocar el icono Guarden para que Photomarks haga lo propio con la imagen acabada con sus marcas de agua en nuestro carrete de fotos.
En principio la forma de hacerlo es manteniendo el tamaño y en formato JPEG, aunque hicimos una prueba con una foto de alta resolución, a 3072x2048 px y 300 ppp y en perfil AdobeRGB, y el programa nos la convirtió a 1500x1000 px y 72 ppp y perfil sRGB. Ignoramos cómo funciona en este sentido pero imaginamos que a partir de determinado tamaño la herramienta automáticamente reduce la imagen. Lo que sí parece claro es que el formato de salida es JPEG (y el perfil el habitual SRGB), aunque la foto original esté en PNG o TIFF, tal y como comprobamos.
El siguiente paso, Compartir, es lógicamente algo más complicado, aunque tampoco mucho. Pinchando en el último icono de la derecha (siempre en la barra inferior), nuestra imagen quedará difuminada y nos aparecerán cuatro iconos en la parte central. Facebook, Twitter, Mail y Other. No hace falta decir para que sirven los tres primeros, que en pocos pasos nos permiten compartir la foto en estas dos conocidas redes sociales (previo consentimiento) o bien a través del correo electrónico.
La cuarta da acceso a una interfaz del sistema operativo que permite elegir otras opciones según lo que tengamos instalado en el dispositivo, por ejemplo Instagram. A este respecto poco que objetar salvo que, dada su popularidad, quizá hubiera sido buen idea incluir directamente la opción de compartir en la principal red social dedicada a la fotografía.
Compatibilidad de formatos y trabajo en lotes
Como veis, el funcionamiento es bastante sencillo y los resultados lo que cabía esperar. Sin embargo, con la vista puesta en las posibilidades de la versión de escritorio (que permite trabajar incluso con fotos en RAW) nos preguntamos si había más posibilidades en la versión para dispositivos móviles.
Por ejemplo, ya hemos dicho que pudimos comprobar que soporta fotografías en JPEG, TIFF y PNG pero quisimos saber si también se pueden utilizar imágenes que ya incluyan una transparencia, de manera que podamos mantener ésta en el resultado final. Pues bien la respuesta es que sí soporta las imágenes PNG con transparencia, pero no hace lo mismo con los TIFF.
Por otro lado, también nos preguntamos si incluiría opciones para aplicar las marcas de agua a más de una foto, ya que la herramienta de escritorio es bastante útil para añadir marcas de agua rápidamente a grandes lotes de fotografías. Y la respuesta es que no, que sólo está pensada para añadir las marcas de agua foto a foto, aunque con una salvedad.
Y es que existe la posibilidad de guardar los ajustes que hayamos realizado sobre una fotografía para aplicarlos en otra, a través de las opciones de menú Load Profile y Save Profile. De este modo podremos aplicar lo que ya hemos hecho a una fotografía en otra, aunque en la práctica lo mejor es que el programa "tiene memoria". Me explico. Si hemos diseñado unas estupendas marcas de agua para nuestras fotos y queremos añadirlas a más de una, basta con tocar en Foto, elegir una nueva y, a continuación, pulsar en Guarden para que lo haga sin que las marcas diseñadas cambien respecto a la anterior imagen.
De este modo, aunque haya que seguir haciéndolo una a una, la cosa resulta más rápida y ágil. Aunque, de todas formas, no estaría de más que en futuras versiones se implementaran opciones para poder añadir las marcas de agua a más de una foto a la vez y, posteriormente, quizá compartirlas también de forma simultánea.
Nuestra valoración
En definitiva, una aplicación que cumple lo que promete: Permite añadir marcas de agua en nuestras fotografías y compartirlas directamente sin mayores complicaciones. La mecánica es muy simple, adaptándose a lo habitual en aplicaciones móviles donde no se pueden implementar complejos menús, pero efectiva, con buenos resultados y con posibilidades para mantener la transparencia de ciertos formatos.
Eso sí, como parece orientada a un público amplio, no tanto a fotógrafos profesionales, nos parece que su precio es algo elevado. Sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de aplicaciones gratuitas para fotografía que existen. No quiero decir que ésta tuviera que serlo, pero creo que en el entorno de los tres euros probablemente atraería a un mayor número de posibles compradores interesados en PhotoMarks.
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