Empecemos a hablar un poco sobre las particularidades de las cámaras digitales, que seguramente es el motivo que os ha traído hasta este blog. La quizás más evidente de todas es que si a diferencia de las cámaras tradicionales ya no disponemos de película, ¿dónde se almacenan las fotografías que hacemos?
Básicamente tendremos dos opciones para almacenar la foto en el momento de hacerla: o en la memoria interna de la cámara o en una tarjeta de memoria.
Personalmente, siempre he considerado la memoria interna de algunas cámaras fotográficas como un añadido sin demasiado sentido. En primer lugar porqué acostumbran a ser de una capacidad bastante lamentable, con lo que el número de fotografías que podrás almacenar allí es, en la mayor parte de los casos, insuficiente. Por otro lado, al ser un soporte que no puedes extraer del dispositivo, es fácil que te encuentres con la obligación de tener que borrar algunas fotos si quieres seguir haciendo más. Especialmente si tienes tendencia a olvidarte de descargar las fotos nada más llegar a casa. Lo único positivo que aporta es la (pequeña) seguridad de tener un espacio donde poder almacenar alguna foto en el caso de que nos quedemos sin tarjetas disponibles. Para pequeños apuros.
Con lo dicho, se desprende una conclusión rápida: no elijas tu cámara en función de esta característica.
Y llegamos a las tarjetas de memoria. Éstas son pequeñas unidades de almacenamiento, normalmente tipo flash, con un basto elenco de capacidades que, si no nos hemos quedado desactualizados, llegan hasta los 16Gb. Además son unidades rápidas y muy resistentes al uso con poca delicadeza.
Existen además un buen número de tipos de tarjetas de memoria, algunos de los cuales son los siguientes:
- Compact Flash I y II (CF). Ámpliamente utilizadas y generalmente baratas. Las mejores son Sandisk y Kingston.
- SD, miniSD, MicroSD y SDHC. Son las más extendidas en la actualidad y las más fabricadas por distintas compañías. Gran variedad de precios y calidades.
- Memory Stick. Desarrolladas por Sony y por tanto, compatibles únicamente con estos dispositivos.
- xD Media. La propietaria es Olympus. ¿Adivinas para qué cámaras son?
- Multi Media (MMC). Igual que las SD pero no compatibles al 100%.
Pensando en lo que nos interesa, que son las cámaras de fotografía, el tipo de tarjeta que utilicen no debería ser una variable muy importante a la hora de elegir cámara. Aún así, hay un par de detalles que si deberías tener en mente:
- Piensa que las Memory Stick y las xD Media funcionan para dispositivos Sony y Olympus respectivamente.
- Las Compact Flash y SD son las más extendidas y hay marcas de gran calidad.
- La gran mayoría disponen de un ámplio rango de capacidades.
Finalmente y a modo de consejo muy personal, os recomendaría no adquirir la última tarjeta de alta capacidad que funcione en vuestra cámara. Aquella con la que podáis hacer tropecientas fotografías sin tener que cambiarla. La razón es sencilla. Imaginad que tenéis almacenadas 100 o más fotos de vestras vacaciones en algún lugar remoto del planeta. Y por aquellas cosas de la vida, la tarjetita falla. ¿Os imagináis el disgusto que os llevaríais si se pierden todas éstas? Minimiza este riesgo utilizando dos o tres tarjetas. Y por favor, no las utilices para almacenar fotos indefinidamente. Están más seguras en tu ordenador. Cuando llegues a casa descárgalas siempre.
Si quieres profundizar en los detalles de las tarjetas, visita esta comparativa en la wikipedia (en inglés).
Fotografía | Flickr de johnmuk
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