Ya conocemos los ganadores de la sección profesional de las diferentes categorías de los Sony World Award Photography 2017. Este año, pese a que el nivel ha sido muy alto, no compartimos algunos de los premios fallados por el jurado, te lo contamos.
Como ya es tradición, el día que se entregan los premios se hace un pase de prensa por la exposición donde está el trabajo de ganadores y finalistas. Esta vez no se había colgado el premio al fotógrafo del año y nos enteramos casi a la vez que el propio fotógrafo.
Donghi. Categoría Arquitectura
La fotógrafa china Donghi ha puesto el punto de atención en cómo el caos ordenado de las estructuras de las ciudades rompen la armonía para redibujar los paisajes tradicionales. Formas laberínticas que animan en algunas ocasiones a perderse buscando el posible camino de salida.
George Mayer. Categoría Retrato.
La búsqueda de la perfección en la silueta femenina, algo así fue lo que Mayer dijo pretender buscar cuando se puso a trabajar en este proyecto. A mí me recuerda a una reinterpretación libre del Ying Yang donde la perfección y la vulnerabilidad forman un todo. Un espectacular trabajo en el que el fotógrafo asegura que Photoshop no tiene mucho protagonismo.
Henry Agudelo. Naturaleza muerta.
La violencia y la gran cantidad de muertos que cada día había en Colombia hacían que la morgue se colapsara, mucho de esos cuerpos no eran identificados e iban a parar a las universidades donde los estudiantes los utilizaban para sus prácticas forenses. Desde hace décadas Agudelo documenta parte de los cuerpos, partes muy concretas que puedan ayudar para identificar a las víctimas, como por ejemplo tatuajes. Dentro de poco publicaremos la entrevista a Henry Agudelo en la que nos contará más detalles sobre este trabajo.
Sandra Hoyn. Vida diaria.
El burdel de Kandapara, en el distrito de Tangail de Bangladesh, es el escenario en el que Hoyn nos cuenta la vida de alguna de las mujeres que trabajan allí. Un duro día a día que se refleja perfectamente en una imágenes crudas y difíciles de digerir. Sin duda uno de los trabajos que se merecían ganar el premio de fotógrafo del año.
Tasneem Alsultan. Temas contemporáneos.
Se trata de un tema con raíces autobiográficas donde la autora se replantea los conceptos de amor, matrimonio, divorcio y familia. Las caras que muchas veces suponen las tradiciones y cómo llega un momento en el que despertar es la única respuesta. Un interesante y elegante trabajo.
Sabine Cattaneo. Conceptual.
He de reconocer que pese al apasionante debate que suscita el tema que plantea la autora en este trabajo, a mí, las imágenes no me transmiten la profundidad y la reflexión que debería acompañar un tema como la eutanasia y la muerte asistida.
Frederik Buyckx. Paisaje.
Este es otro de los trabajos que me ha dejado frío, aunque puede sonar a chascarrillo decir esto de un trabajo que habla precisamente de cómo tanto humanos como animales tienen que adaptarse cuando llega la época de hielos para sobrevivir.
Yuan Peng. Deportes.
La foto que abre este artículo forma parte del trabajo ganador en esta categoría. Cuenta la historia del sufrimiento y del trabajo duro al que son sometidas dos hermanas gemelas que dicen tener el sueño de triunfar como gimnastas de élite. Un espectacular documento que invita a reflexionar, por ejemplo, sobre el esfuerzo de algunos deportistas y el poco reconocimiento social que obtienen.
Will Burrard-Lucas. Mundo natural.
Este trabajo me ha sorprendido muy positivamente, he de reconocer que me ha gustado el tema, la técnica, la forma de desarrollarlo y la edición de las imágenes. Quizá no se trate de un tema muy original, al fin y al cabo muestra parte de la vida de animales salvajes en su hábitat natural, pero la mirada de Burrard-Lucas y su forma de contar la historia le hacen merecedor de este premio.
Alessio Romenzi. Temas actuales y noticias.
Muestra la lucha entre los soldados libios y el ISIS. El trabajo se titula "No estamos tomando prisioneros" en referencia a que, efectivamente, el ejercito sirio ha decidido que lo más operativo es matar al enemigo y enterrarlo entre los escombros. Un fabuloso trabajo de Romenzi que muestra, una vez más, que la guerra es horrible, sin que esto cambie cuando cambiamos de bando.
Premio a la contribución sobresaliente a la fotografía. Martin Parr.
No era un secreto que este año el premio se lo iban a entregar a Parr, pero siempre es una privilegio contar con un autor de la talla del fotógrafo británico que suele hacer gala de su excelente sentido del humor (inglés) en las presentaciones y entrevistas.
Como ya es habitual el fotógrafo que recibe el premio a la contribución sobresaliente a la fotografía, expone parte de su obra en la Somerset House, lugar en el que se exponen también el resto de trabajos ganadores y finalistas de todas las categorías del Sony World Awards Photography.
Fotógrafo del año Sony World Awards Photography 2017
De entre todos los ganadores de la sección profesional el jurado tenía la tarea de elegir al que se convertiría en fotógrafo del año. En esta ocasión, a diferencia de años anteriores, la prensa nos hemos enterado poco antes, así que la sorpresa para el autor y para nosotros ha sido casi simultánea. Se trata del fotógrafo belga Frederik Buyckx, el ganador de la categoría de Paisaje. No comparto el fallo del jurado, creo que no es, ni mucho menos, el mejor trabajo, ni el más complicado ni el que cuenta la historia más interesante.
En esta ocasión no hemos podido disfrutar de ningún español entre los ganadores de los premios, pero he de reconocer que los ganadores de este año tienen un trabajo sobresaliente merecedor de este tipo de galardones, felicidades a los ganadores y los demás que empiecen ya a pensar en la convocatoria para el año que viene.
Más info | World Photography Organisation
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