Navid Baraty es un fotógrafo apasionado por los viajes del que ya os hablamos hace unos años y que un buen día decidió visitar trece parques nacionales del Oeste de los Estados Unidos. 7.200 millas recorridas después (en solitario), si algo le llamó la atención de este viaje fueron las alucinantes dunas blancas del White Sands National Monument en el estado de Nuevo México, que plasmó en su serie ‘White Sands’.
“Estar sobre las dunas de yeso blanco —nos cuenta— es parecido a estar a la deriva en un mar de un planeta alienígena. El aspecto de la arena blanca cambia mucho con la luz y la sombra según van variando a lo largo del día. Al igual que las olas del mar, las dunas tienen una especie de impermanencia, ya que son constantemente barridas y esculpidas por los vientos del desierto.”
Este lugar es bastante poco común ya que su arena está formada por una mezcla de sulfato de calcio y yeso, un elemento muy común pero que difícilmente se ve en la superficie porque se disuelve muy fácilmente con el agua. Así, normalmente la mayoría de desiertos tienen arena compuesta de cuarzo, con un aspecto bastante más habitual.
Pero además de bellas, estas dunas también son peligrosas: “Son un lugar popular para gente que practica surf sobre arena, monta a caballo o, incluso, buscan un lugar original para casarse, pero también se han cobrado vidas de personas que han quedado desorientadas por la arena blanca cegadora y murieron por la exposición al calor y la falta de agua.”
Sea como fuere, desde luego se trata de un lugar con una impresionante belleza que Navid ha sabido capturar en unas imágenes que, sin duda, tienen algo de fantasmal y poético al mismo tiempo... Como las propias dunas.
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Fotografías de Navid Baraty reproducidas con permiso del autor para este artículo
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