Sacar a la luz las intrincadas (y normalmente alucinantes) formas de los insectos es el objetivo de ‘Microsculpture’, un proyecto realizado por el fotógrafo londinense Levon Biss con los especímenes de la colección del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford. El resultado son unas imágenes alucinantes que muestran un universo muy desconocido que sólo podemos descubrir gracias a la fotografía científica y la fotomicrografía.
Los insectos son tan pequeños que solemos ignorar que ofrecen una gran variedad de formas y colores en sus diminutos cuerpos. Tanto que presentan adaptaciones múltiples que hacen que su morfología resulte tremendamente compleja e intrincada, algo que los entomólogos (la entomología es la parte de la zoología que estudia los insectos) llaman “microescultura”. De ahí viene el nombre de este proyecto que ha consistido en fotografiar estos insectos a una escala y con una resolución que posiblemente no se había visto hasta ahora.
Por supuesto estas increíbles fotografías no se consiguen con una sola toma. De hecho son necesarias alrededor de 8.000 imágenes individuales que Levon Biss fue tomando dividiendo al sujeto (dependiendo de su tamaño) en unas 30 secciones diferentes. El equipo utilizado para realizarlo es una Nikon D800 con sensor full frame de 36 Megapíxeles más una óptica fija de 200 mm acoplada a un microscopio, aunque quizá lo más importante es la iluminación y el sistema que usa para poder controlar de forma milimétrica cómo se posicionan cámara y “modelo”.
Y es que, como podéis imaginar, la profundidad de campo con la que trabaja es ínfima, tanto que cada imagen individual solo tiene una parte minúscula enfocada. Para poder capturar toda la información que necesita para crear una imagen totalmente enfocada, monta la cámara en un carril electrónico que se programa para avanzar 10 micras entre cada disparo.
“Para dar una idea de lo lejos que es, el pelo humano promedio es de alrededor de 75 micras de ancho. La cámara entonces se mueve lentamente desde la parte delantera del insecto hasta la posterior para crear una colección de imágenes cada una de las cuales contiene sólo una pequeña parte en foco”. Luego, gracias a un proceso de apilamiento de fotos consigue fusionarlas para crear una sola imagen con un enfoque completo en toda la profundidad del insecto.
En cuanto al tema de la iluminación, al fotografiar a los insectos Levon Biss tiene que ir iluminando cada pequeña parte de forma individual con luz estroboscópica. “Por ejemplo, puedo iluminar y capturar sólo una antena, y luego de haber completado ese área me moveré al ojo teniendo que cambiar completamente la iluminación para adaptarme a la textura y los contornos de esa parte específica del cuerpo. Continuo este proceso hasta que he cubierto toda la superficie del insecto”. En el siguiente vídeo podéis ver con más detalle el proceso de las tomas.
El resultado son unas imágenes increíbles, como podéis ver, que se pueden ampliar hasta un nivel que revela absolutamente todos los detalles de la morfología de estos seres. Aquí os hemos puesto unas capturas realizadas al máximo nivel de ampliación, pero os invito encarecidamente a que visitéis la página web del proyecto porque la experiencia de verlos y hacer zum sobre ellos hasta niveles absolutamente alucinantes es imperdible.
Más información | Levon Biss
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Foto de portada | Jewel Longhorned Beetle. Fotografías de Levon Biss reproducidas con permiso del autor para este artículo
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