Hemos oído mil veces que ponernos el cinturón en el coche puede salvarnos la vida pero pocas veces lo hemos visto de forma tan gráfica como en la campaña ‘Belted Survivors’. Se trata de un proyecto de Clemenger BBDO para la Agencia de Transporte de Nueva Zelanda (equivalente a la DGT española) en la que han recreado las heridas sufridas por diez hombres que realmente fueron víctimas de un accidente en el pasado.
Las impactantes imágenes muestran las heridas que deja el propio cinturón al clavarse en la piel, pero también otras consecuencias de los accidentes de tráfico como pulmones perforados, parálisis, costillas fracturadas, espaldas y extremidades destrozadas… Todas las presentan como una especie de “insignias de honor” que muestran orgullosos estos jóvenes que, gracias a usar el cinturón, lograron sobrevivir al accidente.
El hecho de que sólo sean hombres jóvenes (“kiwis” como se les conoce en aquel país) tiene una razón de peso: Se trata del espectro de población neozelandés que más muertos tiene en carretera por culpa de no llevar puesto el cinturón (unos 90 al año), un accesorio que muchos hombres jóvenes considera innecesario. Por eso, ellos son el principal target de una campaña que tiene como objetivo concienciarles de que merece la pena su uso.
Un buen ejemplo es la historia de Liam (foto de abajo), quien se despertó de un coma justo el día antes de que naciera su hija. Si no hubiera usado el cinturón de seguridad nunca se habría despertado. Este es uno de los diez hombres que fueron elegidos para la campaña y que, como hemos adelantando, sobrevivieron a sendos accidentes que hubieran sido mortales sin el cinturón.
Para escogerlos se realizó una convocatoria nacional a la que se presentaron cientos de historias reales de personas que sobrevivieron a accidentes gracias al cinturón de seguridad. Entre todas ellas se eligió a diez hombres que fueron maquillados para simular las lesiones sufridas, ayudados por sus fotos posteriores al accidente. Los responsables de este trabajo fueron el estudio PROFX (que ha trabajado en películas como Thor: Ragnarok y la trilogía de El Hobbit) trabajando en estrecha colaboración con una especialista en medicina de emergencias.
Las fotos fueron hechas en las casas de los propios protagonistas, para asegurarse de que estuvieran en un ambiente familiar, rodeados de familiares y amigos, mientras revivían su experiencia del accidente que se grabó en vídeo. Posteriormente, la campaña fue lanzada a través de los propios perfiles sociales de los supervivientes, y apoyada por grandes carteles exteriores que se colocaron en sus lugares de origen para contar su propia historia de supervivencia dentro de sus comunidades locales.
Sin duda un trabajo impactante, con una finalidad más que loable, que perfectamente podría hacerse en España y muchos otros países y que os queríamos enseñar. ¿Qué os parece?
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