No lleva mucho tiempo entre nosotros esta nueva compacta de Casio perteneciente a la atractiva familia Exilim HS (High Speed), caracterizada por disparar ráfagas a una velocidad realmente impresionante, pero la hemos podido probar para contaros qué esconde en ese pequeño cuerpo.
Ya os adelanto que la perfección no existe y que ésta, como todas las cámaras, tiene puntos fuertes y otros donde por desgracia flaquea y es ahí donde las pruebas de campo como las que os ofrecemos de vez en cuando, cámara en mano y realizadas desde el punto de vista del aficionado, lejos de análisis de gráficas y batas blancas, pretenden acercaros de manera fiel las sensaciones que transmiten las cámaras antes de comprarlas.
Ficha Ténica
-
Sensor CMOS de 12,75 Mpx, 12,1 Mpx efectivos
-
Óptica estabilizada 24-53mm, 1:3.0-4.24
-
Zoom óptico 12.5X, digital 25x
-
Modos manuales
-
Rágafa de 30fps
-
Vídeo Full HD, STD, HS1000, HS480, HS240, HS30-240:
-
1920×1080 30fps
-
640×480 30fps
-
224×64 1000fps
-
224×160 480fps
-
432×320 240fps
-
432×320 30-240fps conmutable
-
Almacenamiento en SD, SDHC y SDXC. No compatible con las tarjetas Eye-FI
EX-ZR100: Diseño
Dejamos a un lado la pequeña referencia en cuanto a los datos técnicos y nos metemos de lleno en el análisis de la cámara con un apartado, el del diseño, que se convertirá en el menos objetivo de todos por razones obvia.
Si bien la cámara se encuentra disponible en colores blanco y negro aquí hemos podido jugar con la segunda y he de confesar que me enamoré de ella nada más abrir la caja. El tamaño es más contenido que el de la inmensa mayoría de los smartphones actuales aunque eso sí, la cámara resulta más gruesa y pesada que ellos, llegando aproximadamente a los 200 gramos con la batería y la tarjeta de memoria.
Un gran acierto del diseño es el haber incluido un pequeño grip que aunque pueda parecer, por su tamaño, anecdótico resulta muy práctico si estás acostumbrado a llevar cámaras de mayor tamaño, el dedo corazón descansa muy bien sobre él y sin duda es mejor esto que presentar un cuerpo totalmente cuadrado y plano.
En cuanto a los botones la distribución es sencilla. Vista desde arriba la cámara tiene el dial de modos, el disparador que hace las veces de motor del zoom y dos botones que no sobresalen de la carcasa, el obligado ON/OFF y el que activa la función High Speed.
La pantalla ocupa gran parte de la parte trasera de la cámara dejando sitio para unos pocos botones más que acabarán siendo los más usados. Accesos directos a la grabación de vídeo, a la toma de fotografías y a la visualización de los archivos acompañan al botón del menú y al típico dial circular con botón central de confirmación.
En la derecha tenemos, protegidos, las conexiones USB/AV y HDMI. Las tarjetas de memoria se introducen en el mismo compartimento que la batería aunque no hay que retirar esta última para acceder a la tarjeta.
Manejo
El paso previo a la utilización de cualquier nuevo gadget es el estudio pormenorizado del manual de usuario, algo de lo que no se escapan las cámaras fotográficas aunque al menos con este modelo, si ya tenemos experiencia con cámaras, es algo que hasta podríamos olvidar aunque ni es lo ideal ni lo recomiendo.
Me ha parecido una cámara extremadamente sencilla de usar y muy intuitiva. Los botones hacen exactamente lo que indican que hacen y esto que parece una tontería no lo es en absoluto pues los controles de muchos aparatos se pierden en ilustraciones no muy precisas y requisitos como presionar simultáneamente otro botón para activarlo…olvidadlo, aquí todo me ha resultado muy fácil hasta el punto de no necesitar recurrir al manual salvo para completar este análisis. Es algo que me ha gustado mucho.
Modos de disparo
La gran mayoría de puntos negativos los voy a concentrar aquí, en los modos de disparo. Por un lado tenemos el modo básico, automático, el más usual en este tipo de cámaras y por lo tanto el menos interesante pues no aportará su análisis nada que no sepamos ya.
El modo Premium Automático analiza la imagen que vamos a fotografiar detectando si estamos ante un paisaje, un retrato, un posible macro…y en función de ello seleccionando automáticamente los mejores ajustes. Es muy preciso, hasta el punto de detectar, por ejemplo, si la cámara está sobre un trípode o la sostenemos en las manos.
El modo Best Shoot nos transporta a una agotadora elección de modos de escenas preconfigurados que van desde el típico retrato, a la fotografía de textos o la mejor configuración para grabar vídeos que acabarán en la plataforma Youtube. Hasta 32 modos de escena disponibles y otros 999 que podremos configurar libremente y almacenar para futuras fotografías.
Hay un modo de disparo pensado para panorámicas que funciona muy bien, durante su uso se toman muchísimas fotografías y en pantalla vas viendo el momento en el que debes dejar de rotar sobre ti mismo para completar la imagen, más fácil imposible. Otro de los modos que se sirve del disparo rápido es el llamado Mejor Selección en el que se hacen varias tomas en una ráfaga muy rápida y la cámara elige la mejor, ¿para qué sirve esto? por ejemplo para fotografiar un retrato, la cámara (detecta hasta 10 rostros y sus expresiones) se quedará con la que fotografía en la que el sujeto sonría.
Para el final dejo los modos que perfectamente podrían haberse ahorrado. Hay dos modos dedicados al HDR, uno con el que se obtiene una típica imagen de alto rango dinámico con unos resultados aceptables tan solo y otro tipo de HDR artístico que sobresatura y altera la tonalidad consiguiendo un resultado altamente irreal e innecesario.
Los modos manuales también son bastante limitados. Aunque podemos usar el Modo Manual, Prioridad a la Apertura y Prioridad a la Velocidad las opciones quedan muy limitadas al comprobar que por ejemplo solo podemos jugar con dos valores de apertura eclipsando el que podamos compensar la exposición hasta 2 pasos, ajustar el balance de blancos, el ISO y hasta enfocar en manual. Gran limitación por la que acabaremos usando los modos automáticos.
EX-ZR100: Máxima diversión
Me he divertido mucho con este “juguete”, tengo una DSLR pero con ella no he podido hacer cosas que este modelo me ha permitido y que me entusiasma: disparar ráfagas a 30fps. Es casi como grabar un vídeo y que te lo ofrezcan en 30 capítulos.
Pude probar la ráfaga en una prueba de velocidad con coches y fue realmente divertido preenfocar en un sitio y disparar la ráfaga al paso de los vehículos para no perderme nada de la trazada en la pista.
Superado el shock positivo de la ráfaga lo siguiente es probar la grabación de vídeo con ratios de hasta 1000fps, lo que viene siendo una cámara super lenta en toda regla. Puedes probarlo en casa y te sorprenderá absolutamente todo. Grabar a 240fps o 1000fps el aleteo de un pájaro enjaulado o la explosión de una gota de agua es impresionante aunque eso sí, conforme subimos el número de disparos por segundo la calidad del vídeo cae en picado y resulta pobre hasta para verse en la pantalla de la cámara, que dicho sea de paso se ve a la perfección.
También podemos pasar a modo de diapositivas con música las fotografías que tenemos en la tarjeta, incluso con canciones que subamos desde nuestro ordenador personal para convertir la cámara en un auténtico porfolio multimedia móvil, algo nada descabellado teniendo en cuenta que las tarjetas de memoria son cada vez más grandes. Igualmente podemos añadir efectos dinámicos a fotografías y vídeos, algo que gustará a los usuarios más jóvenes.
EX-ZR100: Veredicto
Esta joven cámara, elegante y bonita a mi parecer se convierte en un objeto de deseo en el momento en que probamos las grandes posibilidades de la alta velocidad de disparo. Fácil y cómoda de usar peca de atrevida y se equivoca al introducir unos modos manuales limitados y dos inmerecidamente dedicados en exclusiva a la técnica del HDR. La calidad de imagen y vídeo es alta y suficiente para visualizar en monitores e imprimir en tamaños usuales, lo habitual en cámaras que, como esta, no alcanza los 300 euros de precio.
Sitio oficial | Casio
Ver 4 comentarios