La Canon PowerShot G9X Mark II es una de las nuevas compactas que podemos encontrar en el escaparate de las tiendas fotográficas. Tiene dos bazas a su favor: el sensor de 20 megapíxeles y una pulgada y su pequeño tamaño. Dos argumentos muy poderosos para convertirse en una seria candidata dentro de la gama de compactas de alto nivel que tanto prolifera ahora en el mercado.
Los teléfonos móviles han hecho mucho daño a las cámaras compactas. Ya casi no se ven las sencillas Lumix, Ixus o Coolpix por la calle. En sus lugar están los smartphones. Por eso los fabricantes han decidido dar un paso más y crear pequeñas grandes máquinas que ofrezcan una mayor calidad técnica que los teléfonos inteligentes. Por eso podemos encontrar ahora mismo estas compactas de gama alta entre las que destaca esta Canon G9X Mark II que tenemos entre las manos.
Es muy pequeña (98,0 x 57,9 x 31,3 mm), incluso más que la Sony Rx100 (101,6 x 58,1 x 41,0 mm). Y el diseño es bastante llamativo, aunque la pobre imitación de cuero en la empuñadura le resta muchos puntos. Pero de diseño no vivimos los fotógrafos, y lo que buscamos siempre (al menos en mi caso) es la calidad de imagen. Y en este sentido el ya conocido sensor de 1" y 20 Mpx tiene mucho que decir al lado del procesador Digic 7 que lleva incorporado. Esta es quizás la única diferencia reseñable con el anterior modelo. ¿Será suficiente?
Especificaciones Canon PowerShot G9x Mark II
Muchos fotógrafos llevamos siempre una cámara en el bolsillo. No siempre tenemos la posibilidad de llevar una mochila con equipos más grandes. Personalmente lo único que pido es un sensor grande y formato RAW. A partir de este punto podemos empezar a entendernos. Por eso vamos a ver las demás especificaciones de este modelo:
Tamaño y peso | 98,0 x 57,9 x 31,3 mm Aprox. 206 g (batería y tarjeta de memoria incluidas) |
---|---|
Sensor | CMOS retroiluminado tipo 1,0 de 20,1 MP |
Procesador | DIGIC 7 |
Rango sensibilidad ISO | 125-12800 |
Sistema AF | AiAF (31 puntos, Detección de la Cara o AF Táctil con función de Selección y Seguimiento de la Cara y el Motivo) |
Objetivo | 10,2 – 30,6 mm f2-4,9 (equivalente en 35 mm: 28 – 84 mm) |
Pantalla LCD | Pantalla táctil LCD (TFT) de 7,5 cm (3,0") Formato 3:2. Aprox. 1.040.000 píxeles. Tipo capacitivo electrostático. Panel de cubierta de vidrio reforzado. |
Velocidad obturación | 1 - 1/2.000 s |
Velocidad ráfaga continua | Aprox. 8,2 fps para hasta 21 fotogramas en RAW 8,1 fps para hasta 38 fotogramas en JPEG Con AF: aprox. 5,3 fps para hasta 102 fotogramas en JPEG |
Capacidad batería | Aprox. 235 disparos Modo Eco aprox. 355 disparos Aprox. 300 min. de reproducción |
A todo esto le tenemos que añadir que es capaz de soportar todo tipo de tarjetas SD; tiene vídeo FullHD (¿quién necesita realmente 4k?); y todo tipo de conexiones, desde el NFC compatible con unos pocos móviles, pasando por el wifi y la novedad del Bluetooth.
Diseño y ergonomía
Es una cámara para llevar siempre encima, escondida en el fondo de las mochilas o de los bolsos. No creo que mucha gente la lleve en una funda, pues entre que la sacas, la enciendes y la preparas el momento se ha ido. Por este motivo es muy importante que los acabados sean de calidad y resistentes al roce y el paso del tiempo.
Creo que el acabado plata que ha pasado por mis manos no aguantaría mucho trote, por lo que me compraría siempre el clásico acabado negro que tan buenos resultados me ha dado en otras ocasiones.
Al ser tan pequeña la cámara se pierde entre las manos grandes. Pero con un poco de paciencia y maña, he podido hacerme con ella durante los días en los que he estado trasteando con ella. Mucho ha tenido que ver el gran tamaño de la pantalla táctil LCD. Una de las más robustas que he visto últimamente (se ve que están empezando a mirar las pantallas de los móviles).
Solo tiene cuatro botones en la parte trasera y dos en la superior, junto con la rueda de modos de exposición y el disparador. Y conservan el dial alrededor del objetivo al que se le pueden asignar todo tipo de funciones. Yo siempre configuro la compensación de exposición, lo que da gran agilidad a la cámara, sobre todo si te olvidas de todos esos modos creativos y disparas en modo P.
Como siempre pasa en estos casos, la parte más delicada es la tapa donde se ubican la batería y la tarjeta SD. En algunos casos (yo la guardo siempre en un bolsillo aislado de las mochilas) me la he encontrado abierta. Y me sorprende descubrir el plástico que reina por esos lugares. Salvo este pequeño detalle (común a la mayoría de las cámaras) la cámara trasmite seguridad en sus acabados.
Eso sí, para conseguir un tamaño tan pequeño han tenido que sacrificar el visor electrónico que llevan algunas de sus hermanas mayores como la Canon G5x (una pena para los que estamos acostumbrados y no nos hacemos con los móviles) y la pantalla es fija. No se mueve. Seguro que para algunos es un problema, como los que hacen vídeo, pero yo lo veo como una zona menos donde se podría llegar a romper.
Calidad de imagen
Aquí es donde hay que valorar verdaderamente una cámara. Me da igual que sea bonita, ergonómica, de colorines... el usuario que se compra este tipo de cámaras busca algo que sea mejor que un smartphone. Si no lo es no tiene sentido ni siquiera admirar su diseño. Pero estamos ante una cámara compacta con un sensor de 1" con el último procesador de Canon, la versión Digic 7.
Dicho sensor ha demostrado a lo largo de su existencia que es uno de los mejores que podemos encontrar en el corazón de una máquina. Hoy en día, si vemos que una cámara compacta tiene este sensor, podemos decir sin probarla que va a dar buenos resultados. Pero la mejor forma de juzgarlo es contemplando las fotografías que ilustran este análisis. Seguro que en un futuro no muy lejano aumentan el número de píxeles en este tamaño de sensor, pero no será tan equilibrado como ha venido demostrando desde la primera cámara que lo llevó hace tiempo, una Sony si no recuerdo mal.
Pero basta de elucubraciones y vamos a ver los resultados in situ, con la cámara de viaje, para el día a día, alejados de pruebas de laboratorio que nadie hace en su casa. Lo que queremos saber es como se comporta en situaciones reales, en la calle. Sinceramente creo que no merece la pena trabajar en formato jpeg salvo que busquemos rapidez.
Cuando te compras una cámara de estas características buscas calidad. Por este motivo no es interesante trabajar con un formato comprimido, salvo que quieras enviar rápidamente la fotografía a las redes sociales. En cuyo caso estás obligado a disparar en dos formatos: RAW y jpeg. Pero si no tienes prisa, es mejor dejar todo el trabajo de revelado al programa de ordenador que tengas instalado, desde el original de Canon (muy lento pero tremendamente eficaz) a cualquier otro.
Los jpeg de cámara están muy procesados, con el único interés de quitar el ruido, suavizar los contornos y aumentar pictóricamente la nitidez. La tentación hoy en día es fuerte, pero si aguantamos conseguiremos sacar toda la información después de procesar correctamente un RAW. Son dos formas de ver la fotografía, pero en este caso recomiendo encarecidamente trabajar en crudo.
Y a pesar de los comentarios que se oyen en otros lugares el objetivo de la Canon G9x Mark II cumple con su cometido para el rango de precios en el que está situada la cámara. Sería ideal que fuera más luminoso, con más zoom... Estaríamos ante otra cámara. Es verdad que es poco luminoso (f4,9) en su posición más tele pero responde con soltura. A mi me gustaría una cámara como esta con un objetivo fijo luminoso, pero creo que solo la compraría yo, por lo que veo...
Respecto a la sensibilidad, no hay ninguna sorpresa. Es increíble cómo han conseguido semejantes respuestas en un sensor tan pequeño. Podemos disparar sin miedo hasta 3200 ISO. Y como siempre el ISO más alto es más un ejercicio de marketing que de realidad. Es muy cómodo trabajar con esta cámara en modo Programa con un ISO automático entre 125-3200.
Canon Powershot G9x Mark II, la opinión de Xataka Foto
Si estás buscando una cámara compacta, acércate a tu tienda habitual y pruébala. Seguro que te llevas una gran sorpresa si lo que buscas es una cámara manejable con una calidad de imagen superior a la de los teléfonos móviles, sobre todo con ISOS altos y si disparamos en RAW. Su precio es muy tentador.
Es verdad que es demasiado sencilla, que dentro de Canon encontramos una maravilla que pronto se renovará (espero) llamada Canon G5x, con su visor electrónico, su estética réflex, su luminoso objetivo y demás. Pero es bastante más cara y no es tan pequeña. Esta es la apuesta de la Canon que ahora tenemos entre manos.
Internamente es exactamente igual, con un precio muy tentador (517,99 €). Perfecta para llevar en verano o en una excursión con niños en la que no puedes centrarte mucho con la fotografía pero quieres buenos resultados (doy fe). Además, el hecho de poder conectarla con los teléfonos agiliza mucho su uso para la vida moderna (los antiguos no lo necesitamos tanto). Eso sí, su público potencial está claro. Y seguro que se convertirá en una de las cámaras más solicitadas.
La diferencia principal con su antecesora es el procesador Digic 7, que permite un funcionamiento más fluido y una mayor ráfaga (fps) en formato RAW; además de la conexión bluetooth. También hay que destacar que la estabilización de imagen es superior en este modelo, y si el usuario la usa en situaciones de poca luz, con la poca luminosidad del objetivo, es algo que decanta la balanza hacia este último modelo.
La nota de la Canon Powershot G9x Mark II en Xataka Foto
8.0
A favor
- Tamaño
- Calidad de imagen
- Relación calidad/precio
En contra
- Objetivo poco luminoso
- Trampilla de la batería y la tarjeta de memoria
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Canon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En Flickr| Galería a toda resolución
Ver 4 comentarios