Aunque ambos modelos fueron filtrados ya hace unos días, por fin son oficiales las Canon EOS 90D y Canon EOS M6 Mark II, dos nuevas apuestas de la firma nipona en dos campos diferentes. Lo mejor es que nosotros hemos tenido la oportunidad de verlas de cerca, tocarlas e, incluso, hacer unas pocas fotos para enseñaroslas y ofreceros unas primeras impresiones.
La primera, la DSLR, es un modelo para entusiastas que sustituye a la EOS 80D dando un importante salto de calidad. La segunda, una CSC que viene a reafirmar que Canon no olvida su gama de modelos sin espejo con sensor recortado, y sigue apostando por esta línea.
Y si os estáis preguntando (como ya he hecho mucha gente) por qué una nueva réflex y sin espejo APS-C, lo primero que os podemos contar es que Canon lo tiene claro: Según sus datos, aún hay un 61% de usuarios que aún prefieren las DSLR, fundamentalmente porque siguen dando mucha importancia al visor óptico.
Sería el caso por ejemplo de los fotógrafos de acción, deportes o naturaleza salvaje, que pasan muchas horas con el ojo pegado al visor y para los que el sensor recortado supone una ventaja (por aquello de multiplicar la focal de los objetivos). Para ellos está muy dirigida la EOS 90D, un modelo robusto y resistente que además ahora tiene un mayor número de controles para los usuarios más clásicos.
Por su parte, la EOS M6 II también ha subido de nivel, tanto en construcción y diseño como en controles. Eso sí, esta está más pensada para street photography o foto de viajes, donde el peso y el tamaño importan mucho. En ambos casos, desde Canon aluden a tres razones para elegir estos modelos, dos de ellas compartidas: La velocidad y la calidad de imagen.
Algo bastante lógico teniendo en cuenta que ambas comparten sensor (32,5 Mpíxeles) y procesador (DIGIC 8). Luego está la tercera razón que tiene que ver con el peso y el tamaño y, lógicamente, las diferencia bastante. Sin embargo, podemos decir que son dos modelos aparentemente muy distintos pero con unas prestaciones muy similares. Pero vamos a verlas ya con un poco más de detalle.
Canon EOS 90D
No mucho (el detalle) porque, como suele suceder en estos casos, el tiempo era limitado y el espacio tampoco era el mejor para hacer fotos. Sin embargo, sí podemos contar unas impresiones sobre el cuerpo y enseñaros alguna que otra imagen para hacernos una idea preliminar del resultado. Y empezamos con la nueva réflex, un modelo que (como ya hemos comentado) ha dado un salto de calidad.
La primera impresión en nuestras manos es de robustez, buen acabado y excelente agarre gracias a un grip muy generoso. Llaman la atención la cantidad de botones de acceso directo que incluye, a los que se suma el joystick multicontrolador de la zona trasera, heredado de sus hermanas de gama alta (e inédito en ésta).
La verdad es que, en las manos la sensación es muy buena, cada vez más cercana a un modelo profesional como podría ser la EOS 5D Mark IV. Es como si Canon, consciente de que las réflex están en decadencia, quisiera convencer a sus fieles de que no se pasen al ámbito de las evil ofreciendo un modelo mejor dotado, que roza la profesionalidad y se acerca mucho al lugar ocupado hasta ahora por la veterana EOS 7D Mark II (aunque desde la firma insistan en que no es su sustituta).
Asomados al visor encontramos la típica experiencia de una réflex APS-C, un visor cómodo y lo suficientemente grande (poco que ver con los modelos más básicos). En cuanto al enfoque, poco que decir por el escaso tiempo que hemos tenido, aunque sí podemos comentar que el enfoque a través de la pantalla (tocando en el lugar deseado) nos ha parecido muy rápido. Por lo demás, la calidad de imagen y el nivel de detalle seguro que estará a la altura de lo esperado, aunque nos reservamos la opinión para un análisis posterior y nos limitamos a enseñaros algunas fotos.
Canon EOS M6 Mark II
Si decimos que la EOS 90D ha dado un salto de calidad, en el caso de la pequeña EOS M el paso adelante es aún más grande, tanto que en la firma la sitúan por encima de la EOS M5 (que probablemente recibirá un sustituto más temprano que tarde) y hablan de un modelo totalmente renovado, por dentro y por fuera.
Sobre lo primero, es difícil decirlo no habiendo tenido una EOS M6 en las manos desde hace un par de años, pero sí que nos dio la sensación de estar construida en un material de más calidad (menos “plasticosa”). En cualquier caso, las sensaciones que transmite son muy buenas, con un excelente acabado, más controles que el modelo anterior y un estupendo agarre (a pesar del pequeño tamaño) gracias a un grip generoso.
Por cierto, si alguno se preguntaba si Canon iba a cambiar la solución de visor extraíble con la que se diseñó, ya veis que no, que sigue apostando por ello ya que consideran que muchos de sus posibles usuarios están acostumbrados a usar la pantalla y no necesitan el visor. Aún así, nos parece un acierto que el kit principal en el que se venderá la cámara incluya el visor (además del objetivo 15-45 mm). Un EVF que, por cierto, es el mismo del anterior modelo aunque conserva muy buena resolución y refresco.
Por lo demás, uno de los aspectos en los que más ha mejorado la cámara es en la velocidad, tanto de disparo como de enfoque, algo que apenas pudimos comprobar. En cuanto a la calidad de imagen, debe ser equivalente a la de la 90D pero, de nuevo, os dejamos con algunas fotos para que lo valoréis por vosotros mismos.
Conclusiones
Así las cosas, nos encontramos ante dos cámaras que renuevan un modelo anterior con buenos argumentos que además son comunes (velocidad, calidad de imagen, construcción…), aunque se dirijan a un público muy distinto: El que busca robustez, buen agarre y la comodidad de un visor réflex (además, por cierto de una gran autonomía: 1.300 disparos mínimos), y el que quiere una cámara pequeña pero con las prestaciones de una grande y, a pesar de sus dimensiones, un buen agarre y manejo.
A partir de ahí ya será cuestión de ver cómo responde el público. Se puede pensar, por ejemplo, que una nueva réflex APS-C no tenga mucho sentido en las actuales circunstancias de decadencia de este sistema, pero es un hecho que aún hay muchos potenciales usuarios. Lo mismo que de las sin espejo más “modestas”, porque no todo es full frame.
Por cierto, ahora que Canon refuerza su apuesta por las sin espejo APS-C quizá sea el momento de potenciar su gama de ópticas nativas EF-M con lentes de mayor calidad y luminosidad. En la firma son conscientes pero, de momento, no confirman que estén trabajando en ello (aunque apostamos a que sí).
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