Esta DSLR es para nosotros una «vieja» conocida. A principios del pasado mes de febrero tuvimos la ocasión de probar uno de los primeros prototipos de pre-producción de la EOS 5Ds R de Canon que llegaron a Europa durante la presentación oficial de esta cámara en Londres. Aun así, estábamos deseando que cayese en nuestras manos una unidad final para poder ofreceros un análisis detallado que nos permita averiguar qué nos propone realmente este modelo.
Como os contamos en su momento, la única diferencia que existe entre la 5Ds y la 5Ds R es que esta última, que es la versión que hemos probado, tiene el filtro óptico de paso bajo (OLPF) desactivado. En todo lo demás son idénticas. Ambas tienen el sensor CMOS Full Frame de 50,6 megapíxeles efectivos que tanto ha dado que hablar durante los últimos meses, enfoque de 61 puntos, doble procesador de imagen Digic 6 y otras mejoras en las que profundizaremos en este análisis. Veamos cómo se ha portado la EOS 5Ds R en nuestras pruebas.
Canon EOS 5Ds R: especificaciones
Sensor | CMOS Full Frame (36 x 24 mm) de 50,6 megapíxeles efectivos, relación de aspecto 3:2, sistema de limpieza EOS y filtro de color primario |
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Filtro OLPF | Desactivado en la 5Ds R |
Procesador de imagen | Doble Digic 6 |
Montura | Canon EF |
Enfoque | TTL-CT-SIR con sensor CMOS dedicado / 61 puntos de enfoque / AF de 41 puntos en cruz f/4 con 5 puntos en cruz duales f/2.8 y 1 punto en cruz f/8 |
Modos AF | AI Focus, Foto a foto y AI Servo predictivo |
Medición de la exposición | Sensor RGB + IR de 150.000 píxeles / EOS iSA System con medición en 252 zonas |
Compensación de la exposición | +/-5 EV en incrementos de 1/3 o 1/2 de punto (se puede combinar con el muestreo automático secuencial de la exposición o AEB) |
Sensibilidad | De 100 a 6.400 ISO (ampliable de 50 a 12.800 ISO) |
Obturador | Plano focal controlado electrónicamente |
Velocidad de obturación | De 30 a 1/8.000 s (en incrementos de 1/2 o 1/3 de punto). Modo Bulb |
Disparador | Electromagnético de toque suave |
Balance de blancos | Automático (prioridad a la luz ambiente/prioridad al blanco), luz de día, sombra, nublado, tungsteno, luz blanca fluorescente, flash, personalizado y ajuste de la temperatura de color |
Visor | Pentaprisma con cobertura del 100% y aumento 0,71x |
Monitor | Pantalla LCD TFT Clear View II de 3,2 pulgadas y 1.040.000 píxeles con cobertura del 100%, ángulo de visión H/V de 170 grados y revestimiento antirreflectante |
Flash | Automático E-TTL II con medición manual |
Modos de disparo | Automático inteligente, AE programada, AE con prioridad a la velocidad de obturación, AE con prioridad a la abertura, manual (fotos y vídeo), exposición larga Bulb y tres modos personalizados |
Disparo continuo | Hasta 5 FPS (la velocidad se mantiene hasta alcanzar 510 imágenes JPEG o 14 imágenes RAW con una tarjeta UDMA modo 7) |
Intervalómetro | Incorporado. Se puede seleccionar un número de disparos entre 1 y 99, o ilimitados. Temporizador para exposición lenta Bulb disponible |
Modo Live View | Visor electrónico con sensor de imagen, cobertura del 100% y velocidad de 29,97 FPS |
Formatos de archivo | JPEG: dos opciones de compresión (compatible con Exif 2.3) / Regla de diseño para sistema de archivo de cámara (2.0) / RAW: RAW, M-RAW, sRAW (14 bits, Canon RAW original, 2ª edición). Compatible con formato de pedido de copias digitales [DPOF] 1.1 |
Grabación de vídeo | Hasta 1080/30p |
Tarjetas de memoria | CompactFlash Tipo I (compatible con UDMA 7), SD, SDHC y SDXC. Es compatible con grabación a alta velocidad en tarjetas SD de tipo UHS-I |
Autonomía de la batería | 700 disparos a 23 grados centígrados/ 660 disparos a 0 grados centígrados |
Construcción del cuerpo | Aleación de magnesio / Sellado |
Dimensiones | 152 x 116,4 x 76,4 mm |
Peso | 845 g (solo el cuerpo) |
Precio (solo cuerpo) | 3.999 euros |
Vocación decididamente profesional
La EOS 5Ds, en sus dos versiones (con y sin OLPF), es una cámara con una vocación profesional muy clara. Pero esto no es nada nuevo porque comparte esta característica con sus predecesoras. Está construida como un auténtico tanque, y transmite esa sensación desde el primer instante en el que la sostienes en la mano. Como cabe exigir a una cámara de este nivel, su cuerpo es de aleación de magnesio y está sellado (mientras la probaba me cayó encima un buen «chaparrón» y salió indemne, afortunadamente).
Es una cámara voluminosa, aunque tampoco resulta exageradamente aparatosa, pero su ergonomía es impecable gracias, sobre todo, a un agarre muy marcado que se adapta como un guante a una mano grande como la mía. Una ventaja de las DSLR grandes es que ofrecen un balance adecuado del peso y el volumen cuando las utilizamos junto a una óptica pesada y aparatosa, algo relativamente frecuente en fotografía profesional.
Es evidente que la característica de las nuevas EOS 5Ds que más llama la atención a cualquiera que repare en ellas por primera vez es la elevada resolución de su sensor CMOS de formato completo. Sus 50,6 megapíxeles la hacen, a priori, muy apetecible para fotografía de producto, paisajes, naturaleza y cualquier otra disciplina en la que es interesante disponer de un elevado nivel de detalle, así como de impresiones en soportes de gran formato. Sin embargo, esta característica impone un peaje que debemos tener en cuenta.
La EOS 5Ds nos ofrece una sensibilidad nativa claramente inferior a la de la EOS 5D Mark III. Y es comprensible que sea así. Ambos modelos recurren a sensores del mismo tamaño, pero el número de fotodiodos de las 5Ds y 5Ds R es más del doble del incluido en la 5D Mark III (esta última tiene 22,3 megapíxeles efectivos). Lógicamente, esto solo puede conseguirse reduciendo sensiblemente el tamaño de cada fotorreceptor, y esta decisión de diseño influye en la capacidad que tiene cada una de estas diminutas celdillas de capturar la luz porque la superficie que expone es menor.
En cualquier caso, los números lo indican con meridiana claridad. La sensibilidad de la 5D Mark III oscila entre 100 y 25.600 ISO, mientras que la de las dos 5Ds se reduce a unos más comedidos 100 a 6.400 ISO. Aun así, más importante que los números en sí mismos es la relación señal/ruido que nos ofrece una cámara. Si un modelo tiene una sensibilidad máxima relativamente comedida, pero en un escenario de uso real es un valor perfectamente utilizable porque arroja muy poco ruido, la cámara saldrá bien parada. Un poco más adelante comprobaremos cómo se ha portado la 5Ds R en nuestras pruebas de sensibilidad.
Por lo demás, cualquier fotógrafo que conozca alguna de las cámaras profesionales o semiprofesionales de Canon se sentirá muy cómodo con las nuevas 5Ds desde el primer momento. Es más, para bien o para mal, son unas DSLR bastante conservadoras, y, por tanto, siguen a pies juntillas la estela de anteriores cámaras profesionales de la marca japonesa.
Esto se percibe, por ejemplo, en la ausencia de la capacidad de grabación de vídeo UHD/4K (se quedan en el 1080/30p) y también en la de la conectividad inalámbrica tan habitual en las cámaras sin espejo. Incluso en las que también tienen vocación profesional. Me consta que para algunos profesionales estas carencias no son importantes, pero también sé que muchos otros sí esperaban contar con estas prestaciones en los nuevos modelos de la familia EOS 5D. Al final debe ser cada fotógrafo el que decida qué modelo se adecua mejor a sus necesidades.
Sistema de enfoque
Una de las características más «potentes» de la EOS 5D Mark III es su rápido y preciso enfoque. Y el de las nuevas 5Ds no le va a la zaga. De hecho, recurre a 61 puntos, con un AF de 41 puntos en cruz f/4 con 5 puntos en cruz duales f/2.8 y 1 punto en cruz f/8. Dejando a un lado los números debo deciros que la 5Ds R que he probado tiene un enfoque automático hiperpreciso incluso en escenarios con muy poca luz ambiental.
No obstante, el buen trabajo realizado por el sistema de enfoque podía haber quedado lastrado al disparar en ráfaga debido al considerable peso de cada fotografía. Manejar ficheros tan grandes exige un esfuerzo importante al procesador de imagen, y requiere la presencia de una memoria intermedia rápida y con capacidad. Y la 5Ds cuenta con ambos elementos.
El doble procesador Digic 6 permite a la 5Ds R ofrecernos un disparo en ráfaga de hasta 5 FPS, por lo que queda solo 1 FPS por debajo de la 5D Mark III, un resultado bastante bueno si tenemos presente la diferencia de resolución que existe entre ambas cámaras. Otra mejora introducida por Canon en las 5Ds que me ha gustado es su nuevo sistema de control de la vibración del espejo. Al parecer han incluido unas nuevas levas que consiguen desplazarlo hacia arriba y abajo con más precisión que en otras de sus DSLR para reducir el desenfoque por movimiento y el sonido del obturador. Y os aseguro que funciona, aunque, eso sí, el ruido no ha desaparecido completamente.
Esto es lo que nos ofrecen sus 50,6 Mpx
¿Qué podemos esperar de un sensor de formato completo con una resolución tan alta como la del captador que incorporan las dos versiones de la 5Ds? Pues, ante todo, un nivel de detalle tremendo que nos permite plasmar nuestras fotografías en soportes enormes sin que la calidad de imagen se vea perjudicada. Eso sí, si queremos sacar el máximo partido a este sensor es imprescindible utilizar un trípode y evitar la trepidación recurriendo al temporizador, o, mejor todavía, a un disparador remoto. Esto no significa que no podamos disparar con una 5Ds a pulso, pero probablemente perderemos esa nitidez tan alta que esta cámara es capaz de entregarnos.
Aunque suelo disparar en RAW, sobre todo cuando quiero tener el máximo margen de maniobra durante el revelado digital, que es casi siempre, debo reconocer que la EOS 5Ds R entrega unos JPEG de muchísima calidad. Un poco más adelante veremos que el color de esta cámara destaca por su naturalidad, una cualidad que suele gustar mucho a los fans de la marca y que también está presente en las nuevas 5Ds. Pero, además, los JPEG, si seleccionamos la máxima calidad, no adolecen de ningún artefacto de compresión perceptible, por lo que si no necesitamos llevar a cabo una edición minuciosa podemos utilizarlos con bastante tranquilidad.
La imagen que os dejo debajo de estas líneas no hace justicia a las posibilidades de la 5Ds R debido a la compresión automática que realiza nuestro gestor de contenidos al subir las fotografías, pero al menos nos permite intuir el elevado nivel de detalle que nos ofrece esta cámara. Eso sí, como os he adelantado unas líneas más arriba, para que dé lo mejor de sí misma es necesario utilizar un trípode, o, al menos, colocar la cámara sobre una superficie totalmente estable. En estas condiciones la nitidez y el detalle que es capaz de entregarnos son muy altos.
Calidad de imagen global
El objetivo que Canon nos ha propuesto utilizar junto a su 5Ds R es un EF 24-70 mm 1:4 IS USM, una óptica de bastante calidad que nos ha permitido hacernos una idea certera de las posibilidades de esta cámara. Aun así, tengo que reconocer que en un principio me preocupaba encontrar un objetivo capaz de ofrecerme una resolución óptica a la altura del sensor de esta cámara.
De hecho, en febrero, durante la presentación de la 5Ds y la 5Ds R, no dudé en preguntar a Mike Owen, el responsable de comunicación de la división de cámaras profesionales de Canon, si realmente tienen ópticas preparadas para aprovechar al máximo un sensor de 50 megapíxeles. Y me aseguró tajantemente que sí.
En cualquier caso, lo realmente importante es que las pruebas que he podido hacer con la 5Ds R han reforzado las buenas impresiones que me transmitió la unidad de pre-producción que pude probar en Londres a principios de febrero. Su gama dinámica es extraordinariamente amplia, y, como os he adelantado unas líneas más arriba, este modelo es fiel a la tradición de Canon, en la que prevalece un colorido natural frente a unos tonos excesivamente saturados. La fotografía que tenéis encima de estas líneas refleja claramente lo que os estoy contando.
De la medición de la exposición se encarga un sensor RGB + IR de 150.000 píxeles que suele ofrecernos una exposición acertada, pero que en determinados escenarios tiende a sobreexponer las altas luces (podéis verlo en la fotografía que os dejo encima de este párrafo). Merece la pena que lo tengamos en cuenta. Lo que me ha sorprendido gratamente es que, a pesar de tener el filtro óptico de paso bajo desactivado, la 5Ds R es relativamente inmune al muaré, probablemente debido a la alta resolución del sensor, que es capaz de entregar un nivel de detalle lo suficientemente alto como para resolver satisfactoriamente tramas complejas.
Podéis verlo en la zona ampliada de la imagen superior, aunque es posible que con entramados más intrincados quizás el muaré sí haga acto de presencia. Por esta razón para fotografía de arquitectura la opción ideal es la 5Ds, que tiene el filtro óptico de paso bajo activado.
La fotografía que tenéis encima de estas líneas fue totalmente improvisada, y, por tanto, no me quedó más remedio que tomarla a pulso. La figura de este ser mitológico estaba colocada en la pared de una habitación en penumbra, lo que me permitió comprobar cómo se porta la 5Ds R al utilizar un valor de sensibilidad muy elevado. La luz cenital generó sombras muy marcadas, pero, aun así, la cámara me entregó un nivel de detalle global alto, y, sobre todo, un nivel de ruido prácticamente imperceptible.
Como hemos visto unos párrafos más arriba, la 5Ds R nos ofrece un valor de sensibilidad máximo de 6.400 ISO. La buena noticia es que el nivel de ruido que arroja es muy reducido hasta 5.000 ISO, e incluso a 6.400 ISO es casi inapreciable, aunque algo mayor que a 5.000 ISO, por lo que todos estos valores de sensibilidad son perfectamente utilizables si las circunstancias lo requieren. Utilizando los valores de sensibilidad expandida es posible llegar a 12.800 ISO, pero yo no soy partidario de utilizarlos porque el ruido se incrementa de una forma más evidente.
Canon EOS 5Ds R, la opinión de Xataka Foto
La EOS 5Ds R es una gran cámara, pero, como la solución estrictamente profesional que es, no es la propuesta idónea para cualquier profesional o aficionado avanzado. Para aquellos que necesitan obtener el máximo nivel de detalle y aspiran a imprimir sus fotografías en soportes de gran tamaño, esta cámara es una opción muy apetecible. Sin embargo, quien busca un modelo que sea lo más polivalente y flexible posible, y valora positivamente la posibilidad de grabar vídeo UHD/4K o de tener conectividad inalámbrica, posiblemente se sentirá más atraído por otras propuestas, como, por ejemplo, la nueva A7R II de Sony.
En cualquier caso, es evidente que las nuevas 5Ds, las dos versiones, tienen su público. Al fin y al cabo, Canon no habría dado este paso si no tuviese claro que iban a encontrar su hueco en el mercado. Para fotografía de producto, publicitaria y paisajes la 5Ds R me parece una opción fantástica. Eso sí, recordad que es imprescindible hacerse con un conjunto de objetivos capaces de ofrecernos una resolución óptica a la altura del sensor de estas cámaras. Pero, como mencioné unas líneas más arriba, en Canon están convencidos de que los tienen. Y, además, se me ocurren varias ópticas de Sigma que también se llevarían de perlas con esta 5Ds R. En cualquier caso, la última palabra, como siempre, la tenéis vosotros.
La nota de la Canon EOS 5Ds R en Xataka Foto
A favor
- Nivel de detalle muy alto
- Bajo nivel de ruido hasta 6.400 ISO
- Calidad de imagen global sobresaliente
En contra
- Carece de conectividad inalámbrica
- Es muy exigente con la resolución óptica de los objetivos
- Si quieres grabar vídeo UHD/4K, esta no es tu cámara
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Canon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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