Además de la nueva EOS M50, la firma nipona ha anunciado dos novedades en el segmento de cámaras réflex. Se trata de las Canon EOS 2000D y EOS 4000D que resultan bastante significativas porque, de alguna manera, “redecoran” la parte baja de su catálogo y redefinen su oferta para quien quiera comenzar en este ámbito.
Se trata de dos cámaras para principiantes, “sencillas e intituitivas para quien quiera pasarse sin esfuerzo” según Canon. Es decir, dos modelos básicos de réflex digitales que ofrecen las posibilidades de una DSLR en un cuerpo bastante compacto, muy ligero y económico, siguiendo la línea que marcó la primigenia EOS 300D, primera réflex digital asequible de la historia.
Si se miran frontalmente, como en la foto que os hemos puesto en portada, casi hay que jugar a las “siete diferencias” para notar que no son iguales. Por la parte trasera, además de en el interior, sí que hay cosas distintas (y no son menores) que sirven a la casa para escalonar aún más su oferta y diferenciar la EOS 2000D, que sería un modelo superior, de la 4000D, que se quedaría como la réflex más sencilla y asequible del catálogo de Canon.
Redefiniendo la gama baja
Cuando probamos la EOS 200D ya hablábamos de que el catálogo de iniciación en réflex EOS estaba compuesta nada menos que por tres escalones; pues bien, a partir de ahora van a ser cuatro, porque como hemos dicho estos dos nuevos modelos vienen a inaugurar una nueva línea por la parte de abajo.
Así, el catálogo de DSLR para principiantes de Canon quedaría como sigue: La EOS 800D sería la “cámara de iniciación superior”, la EOS 200D un modelo de nivel medio-alto, la EOS 2000D se queda en el medio-bajo (sustituyendo a la EOS 1300D hasta ahora la más sencilla de la gama) y la 4000D como escalón inferior. Un lío importante para el usuario pero algo (suponemos) comercialmente interesante para Canon.
Ya decimos que por delante son casi idénticas, porque el molde del cuerpo utilizado es el mismo (la diferencia de peso es de tan solo diez gramos), pero hay unas cuantas diferencias en cuanto al número de botones incluidos en su cuerpo, más abundantes en la EOS 2000D (aunque no mucho), en un afán de tratar de diferencias ambos modelos. Sin embargo, quizá la diferencia más importante esté en la pantalla trasera, que es de tres pulgadas en la 2000D y de 2,7 en la 4000D, aunque en ambas la resolución es de 230.000 píxeles.
Pero sin duda las mayores distinciones entre los dos modelos están por dentro, empezando por el sensor que en la superior es el conocido CMOS APS-C, de 24,1 megapíxeles, el mismo de la M50 recién presentada y también de las EOS 200D y 800D que se sitúan por encima. Por su parte, la EOS 4000D lleva el sensor CMOS APS-C, de18 megapíxeles que ya utilizaba la EOS 1300D antes citada.
Ambas comparten un mismo procesador, el DIGIC4+, que permite una (modesta) ráfaga de tres fps, una sensibilidad ISO entre 100 y 6.400 (ampliable), sistema AF con nueve puntos, capacidad para grabar vídeo Full HD (1.080p hasta 30 fps) con modo de “Instantáneas de Vídeo” y un mismo tipo de batería (que según Canon ofrece una autonomía de 500 fotos). Las dos tienen también en común un modo de “Escenas Inteligente Automático”, así como filtros creativos y una guía de funciones pensada para ofrecer sencillez de uso e intuitividad.
Por otro lado, teniendo en cuenta el tipo de usuario al que se dirigen estos modelos, Canon ha cuidado el tema de la conectividad porque son conscientes que buena parte de los potenciales usuarios querrán tomar fotos y compartirlas de forma rápida y sencilla. Sin embargo, no olvidemos que se trata de las más sencillas del catálogo, por lo que sólo encontraremos tecnología WiFi en ambas, que se amplía con NFC en la 2000D (pero nada de Bluetooth).
Por supuesto, ambos modelos son compatibles con los objetivos del amplio sistema réflex de Canon con montura EF y EF-S, aunque de serie vendrán con el EF-S18-55 mm f/3,5-5,6 II en el caso de la EOS 4000D, y el EF-S18-55 mm f/3,5-5,6 IS II (osea, el mismo pero con estabilizador) en la 2000D.
Toma de contacto
Como contábamos en el caso de la EOS M50, pudimos tener una breve toma de contacto suficiente para tener una primera impresión de las nuevas cámaras. Eso sí, confesamos que “extasiados” por la novedad que supone la primera sin espejo con vídeo 4K, no prestamos tanta atención a las nuevas réflex. Aún así, os podemos decir que efectivamente a simple vista parecen iguales (mismo tamaño y una diferencia de peso inapreciable), que hay que verlas por detrás para empezar a apreciar las diferencias y que, a pesar de ello, no es fácil saber cuál es el modelo superior.
En la mano, las cámaras nos recuerdan inevitablemente a todas sus hermanas de gama anteriores, basadas todas ellas en un mismo diseño que ha ido evolucionando desde entonces (va para dieciséis años) pero se mantiene en sus rasgos básicos. A saber, un cuerpo bastante ergonómico y muy ligero para su tamaño, que nos hace pensar en una construcción con mucho plástico (aunque no olvidemos que estamos en la gama más baja de réflex).
La diferencia en número de botones no es mucha, y quizá por ello se ha optado por serigrafiar su nombre de distinta manera, como forma de diferenciación. Ambas cuentan sólo con una única rueda para controlar diafragma/velocidad (u otros parámetros) y un visor que seguramente es el mismo que el de la EOS 1300D, ni muy grande ni muy pequeño, suficiente para una réflex.
Un cosa bastante curiosa respecto a los controles es que la EOS 4000D carece de conmutador ON-OFF. Es decir, directamente se enciende con la rueda de modos seleccionando el que queramos utilizar. Una de esas ideas tan sencillas que nos hacen pensar cómo no se le ha ocurrido antes a nadie, y que nos parece muy acertada (y seguro que veremos en más modelos de ahora en adelante).
Por lo demás poco os podemos decir porque, como hemos adelantado, nuestra toma de contacto con estos modelos fue muy breve; por ello, esperamos poder probarlos en un futuro próximo para contaros qué tal se portan.
Precio y disponibilidad
Las nuevas EOS 2000D y EOS 4000D se pondrán a la venta durante del mes de abril y tendrán un precio recomendado de 529 y 429 euros, respectivamente, aunque como hemos dicho la primera vendrá en un kit con el objetivo estabilizado EF-S18-55 mm f/3,5-5,6 IS II y la segunda con el EF-S18-55 mm f/3,5-5,6 II (sin estabilizar).
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