En Xataka Foto hemos estado probando una de las cámaras del año, la Canon PowerShot G9. Una cámara que en su día nos llamó la atención por su aspecto retro, y que podría convertirse en un clásico por diseño y prestaciones.
Lo primero que notamos al sostener la G9, es el peso y la dureza de sus materiales. Ofrece una sensación de seguridad que supera a alguna que otra réflex de gama baja. En cuanto a su volumen, la G9 no es una ultacompacta, no penséis que es una cámara para llevarla metida en un bolsillo todo el día. Pero al sujetarla no nos sobra cámara, y tampoco nos falta donde agarrar gracias a su leve pero existente empuñadura.
Pensé que al usar esta cámara tendría que leerme el manual para aprender a menejarla, pero nada más lejos. La facilidad de uso de la cámara es imponente, los menús de la G9 se encuentran con bastante facilidad. Siempre es recomendable estudiarse el manual, pero si ya tienes experiencia con cámaras no encontrarás muchos problemas para hacerte con su uso.
El conjunto de botones de la parte trasera es bastante cómodo. Junto a una cruceta con botones de acceso rápido, que además esta rodeada por una rueda, encontramos otros 4 botones independientes de acceso rápido. Tenemos fácil acceso a la compensación de exposición y a los modos de enfoque, entre los que puedes escoger el reconocimiento de caras, el sistema AiAF con 9 puntos de enfoque automáticos y el sitema Flexizone que permite situar el punto de enfoque en una de sus 375 zonas. Junto a un boton de acceso directo configurable, en el que entre otras opciones podemos asignarle el bloqueo de autofoco.
En mi opinión las ruedas de selección no deben desaparecer de las cámaras, por la rapidez y la facilidad de uso. Y la G9 tiene una rueda específica para cambiar de ISO, y otra para los modos de exposición y video. En cuanto te haces con el manejo de la G9 se hace bastante rápido el acceso a lo que buscas. En modos manuales, gracias a la rueda del pad trasero, se navega bien por el tiempo de exposición y la abertura.
La G9, además de su pantalla de 3 pulgadas viene con visor. El uso del visor puede ser útil, quizá para no consumir demasiada batería usando la pantalla, porque la verdad es que la batería dura muy poco para una cámara así. Recomiendo hacerse con otra batería. Se agradece que tenga corrector de dioptrías, pero con una cobertura de un 80% de la escena me sigo quedando con la pantalla. En la pantalla encontramos facilmente todos los parámetros de la cámara, incluido el valor de exposición, y algo muy importante como es el histograma en vivo, ya no hay cámara que se precie que no nos ofrezca esta opción.
El problema que encontramos en las compactas es la lentitud en el disparo: el tiempo que tarda la cámara desde que apretamos el boton hasta que hace la foto. Si ya has usado una réflex lo apreciarás mejor. Pero una de las cosas que más me ha gustado de la G9 es la velocidad de enfoque y disparo, sobre todo en situaciones con poca y mala luz. Además, en esas condiciones, la luz de ayuda al enfoque ¡funciona!. En este aspecto no estamos ante una compacta cualquiera.
El estabilizador en cámaras compactas parece que ya es una norma, y la G9 no se iba a quedar atrás. Podemos ahorrarnos hasta tres pasos de exposición con el estabilizador de la PowerShot. Una buena ayuda en situaciones con poca luz, usando el zoom al máximo o para disparar en modo macro a pulso.
El punto negativo de esta cámara es el ruido que da disparando a más de 100 ISO, bastante evidente e insoportable. Algo que se ha convertido en el estigma de la G9. Y es una pena, porque en un cuerpo que se considera como un aunténtico tanque no se entiende como puede encerrar un sensor así. Vale que la resolución que nos dan los 12 megapixeles (4000x3000) es una gozada para poder hacer recortes a posteriori, y más sabiendo que es una compacta, pero en Canon se podrían haber estirado por conseguir un sensor con unos niveles de ruido decentes, al menos a 400 ISO.
Pero bueno, cuando te haces con una compacta no buscas la calidad de imagen de una réflex, buscas la comodidad de una compacta. Y no es que el ruido arruine la calidad de imagen de esta cámara, que no, a 80 y 100 ISO se aprecia una calidad excelente.
En definitiva, la Canon PowerShot G9 es una cámara para usuarios avanzados o para los que están pensando en una réflex para aprender y no les llega el presupuesto, y es que tiene casi todo lo que ofrece una réflex. Sin duda es la sustituta perfecta para aquellos que no quieren ir cargados con su réflex, pero que quieren seguir controlando la cámara en su totalidad y no perder sensación de seguridad tanto en el momento de hacer la foto como en sus resultados.
Su precio oscila sobre los 430 euros, algo que la acaba de hacer muy recomendable.
Especificaciones técnicas | Canon España, Canon USA Imágenes de muestra | Flickr
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