Minox ha reinventado su mítica cámara en miniatura de película en cartucho de 8×11mm, en esta nueva cámara digital, la Minox Digital SpyCam, que conserva el espíritu de la original. Tenemos que retroceder hasta 1936 para conocer la primera cámara espía que lanzó a la fama su creador Walter Zapp.
En plena era digital Minox nos ofrece la oportunidad de tener la cámara espía por excelencia con la comodidad de los sensores digitales, con un diseño elegante y minimalista. Esta cámara digital tiene una resolución nativa de 3,2 Mp con capacidad de interpolación a 5 Mp, consiguiendo unas imágenes de 2560×1920 píxeles, incorporando la posibilidad de grabación en video a 640×480 píxeles.
El almacenamiento de las imágenes está resuelto gracias a una memoria interna de 128 Mb con ranura adicional para tarjetas micro SD, con la que tendremos capacidad de hasta 16 Gb de capacidad. La óptica presenta una longitud focal de 42mm en el equivalente de formato de 35mm, con una abertura de diafragma máxima de f/2.8.
La distancia mínima de enfoque es desde 1m hasta infinito, el balance de blancos así como la obturación es completamente automáticas. Para las fotografías con bajas condiciones de iluminación dispone de un módulo adicional de flash que también contiene un visor LCD de 1,5 pulgadas. La alimentación es a través de una batería recargable de iones de litio con sistema de autoapagado tras un minuto de inactividad, que nos ayudará a prolongar la carga de la batería.
Lo realmente interesante de esta cámara de solo 90 gramos de peso y un tamaño de 86mm de largo por 30mm de ancho y una altura de 21mm, es su discreción y su capacidad de pasar inadvertida. Su precio no resulta demasiado interesante, que es de 230 euros, si nos atenemos a las prestaciones ofrecidas.
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