La técnica del time-lapse ofrece unos resultados muy llamativos, pero normalmente es necesario tener un equipo más bien complejo, cámara réflex, intervalómetro, trípode, además de un programa de edición de vídeo que permita unir los fotogramas en una película.
Para los que queráis hacer los primeros pinitos en este área sin complicaros mucho la vida os mostramos la Garden Watch Cam. Se trata de una pequeña cámara de 1,3 megapíxles (esta marca tiene muy claro que no quiere entrar en la guerra de los megapíxeles), totalmente estanca preparada para utilizar en exterior haga el tiempo que haga.
La alimentación es por cuatro pilas AA y las fotos las almacena en una tarjeta incluida de 2 Gigas, aunque admite hasta 8 GB. Pero lo mejor de todo es que incorpora un intervalómetro para hacer fotos cada cierto tiempo: 1 minuto, 5 minutos, 30 minutos, 1 hora, 4 horas o 24 horas, y también puede programarse otro intervalo mediante el software que incluye el kit.
La autonomía de las pilas es entre cuatro y seis meses, lo que nos permitirá hacer secuencias de fotos de un intervalo de tiempo muy grande sin tener que preocuparnos de la cámara para nada. Su uso es tan simple como seleccionar el enfoque, macro o infinito, ajustar el intervalo, buscar un lugar adecuado para colocar la cámara y darle al botón. Podremos volver pasados unos meses a recoger el resultado.
La resolución es su punto débil y la facilidad de uso su punto fuerte, por un precio aproximado de 140 Euros todo el kit, creo que poco más se puede pedir.
Este mismo fabricante comercializa otro tipo de cámara llamada Bird Watch Cam, también muy sencilla de utilizar y destinada a captar imágenes remotas de pájaros u otros animales, ya que incorpora un sensor de movimiento.
Gracias a Chinitas Yon por el aviso.
Más información | Brinno
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