Hace 24 meses (aproximadamente) nos propusimos responder a la pregunta de si las cámaras son cada vez más costosas con un ejercicio bastante simple: Comparar los precios que tienen de salida los últimos modelos que se han anunciado, con lo que tenían sus antecesoras al presentarse. Y lo hicimos con un artículo que, por supuesto, os recomendamos releer pero que ya tocaba actualizar con los lanzamientos de estos dos últimos años.
Porque la polémica sobre si las cámaras digitales son cada vez más caras sigue estando presente, aunque nuestra impresión es que no es un tema muy candente en los últimos tiempos. Al menos no ha habido grandes polémicas al respecto (o nosotros no las recordamos), con modelos que se hayan presentado con un precio tan elevado que los usuarios hayan "puesto el grito en el cielo", como ocurrió con la Canon EOS 5D Mark IV y la Olympus OM-D E-M1 Mark II que dieron pie al anterior artículo.
De todos modos nos parece que siempre es interesante ver cómo han evolucionado los precios de los modelos de los principales actores del mercado para tratar de responder a la pregunta inicial. Incluso, como ya hicimos entonces, considerar también en algunos casos cámaras anteriores que aún están en el mercado y, como ya sabréis, generalmente se pueden conseguir a precios interesantes. Lo que sí hemos descartado es volver a apuntar precios de segunda mano porque nos parece (corregidnos si no estáis de acuerdo) que no aporta mucho a la intención de este artículo.
Cuestiones a considerar
Antes de pasar a hablar de modelos concretos hay que recordar que, como entonces, nos vamos a fijar en los segmentos de cámaras avanzadas y profesionales, considerando desde las compactas premium hasta las réflex, pasando por las sin espejo, que ahora mismo son las que parecen “tirar” del mercado (y dejando aparte las cámaras de formato medio). Esto es importante porque, como ya dijimos, la mayor popularidad de estos modelos puede hacer que las marcas “engorden” sus precios para compensar otros segmentos menos vendedores.
De hecho, este factor es el que parece influir más directamente en los precios de los distintos modelos. En este sentido, si hace dos años ya hablamos de que las cámaras que están arrastrando al mercado eran las sin espejo, las compactas avanzadas y, en menor medida, las réflex, podemos decir que esto se ha mantenido sin variaciones significativas.
Por supuesto tampoco podemos dejar de mencionar algunos otros factores que pueden influir en el precio de partida de una cámara. Hace dos años apuntábamos incluso cosas como las consecuencias del Brexit (tema aún candente), los terremotos que sufrió Japón durante los últimos años (algo que afortunadamente parece superado) o los tipos de cambio.
En cualquier caso, volvemos a recordar que no pretendemos con este artículo desentrañar el porqué de los precios de las cámaras, sino sólo intentar hacernos una idea de si es verdad o no que las cámaras son cada vez más caras de una forma lo más objetiva que se nos ha ocurrido.
Canon prolífica
El caso de Canon es seguramente el más productivo, porque en estos últimos 24 meses la firma nipona ha puesto en el mercado unos cuantos modelos, pero en la mayoría de los casos se trata de nuevas referencias que no sustituyen estrictamente a ninguna anterior. Es el caso de las sin espejo EOS M5 y M6, o de la novísima EOS R, pasando por la EOS M50. No así de la EOS M100, que se lanzó con un precio de 629 euros (con la óptica 15-45 mm), 80 euros superior a su antecesora EOS M10 cuando apenas había pasado un año.
En este segmento, eso sí, es interesante comprobar que las cámaras CSC APS mas avanzadas de la casa (las que tienen más tiempo) han sufrido una bajada importante de precio. Por ejemplo la EOS M5 cuesta ahora mismo (sólo cuerpo) 729 euros cuando su precio de salida eran 1200 (hace dos años, bien es cierto), e incluso se puede conseguir aún más barata en Amazon.
Por lo que toca a las cámaras réflex, tendríamos varios modelos “inéditos” como la Canon EOS 77, la EOS 2000D y 4000D de los que es difícil comparar precios. Sin embargo, sí que podemos hacerlo con la EOS 800D, que costaba de partida 869 euros (sólo cuerpo) frente a los 849/799 euros de las EOS 750D/ 760D (respectivamente), presentadas con dos años de diferencia.
Otra que también sustituía a modelo previo era la Canon EOS 6D Mark II, que salió por 2.169 euros frente a los 2.000 del modelo primigenio con una diferencia de cuatro años. Por contra, la EOS 200D salió al mercado con un precio 120 euros menor al de su antecesora (también con unos cuatro años de distancia) EOS 100D: de 850 a 729 euros (en el clásico kit con el objetivo 18-55 mm).
Por último, hay que hablar del apartado de compactas avanzadas en el que tenemos un caso como la Canon PowerShot G1 X Mark III que fue presentada en octubre de 2017 con un precio más de 400 euros superior al modelo sustituido, aunque bien es cierto que las diferencias entre ambos modelos eran muy importantes.
Conclusión: Canon, en general, ha seguido la política de subir precios pero no en todos los casos ni de forma exagerada.
Fujifilm a lo suyo
Esta compañía es otra de las que ha tenido bastante movimiento en estos dos últimos años, con lanzamientos además que en la mayoría de los casos sí que venían a sustituir modelos ya conocidos con lo que es más fácil comparar precios. Es el caso por ejemplo de la Fujifilm XT20, que se anunció a comienzos de 2017 con un precio de 899 euros (sólo cuerpo) frente a los 699 de la X-T10, aunque la diferencia se reducía a la mitad (de 1.199 a 1.099 euros) si se optaba por el kit con un objetivo XF 18-55 mm.
Otra sin espejo de objetivos intercambiables, similar a la anterior, fue la Fujifilm X-E3 que vio la luz con una tarifa de 899 euros (sólo cuerpo) por los 699 de la X-E2S, que pasaban a ser 1299 o 999 (respectivamente) con el objetivo XF 18-55 mm.
También sin espejo, en los últimos 24 meses se presentó la Fujifilm X-A5, un modelo para usuarios principiantes (o menos exigentes) que costaba 599 euros con el nuevo objetivo (presentado conjuntamente a la cámara) Fujinon XC15-45 mm F3.5-5.6 OIS PZ. Por comparar, el precio del que sería su antecesora, la X-A3, era de 649 euros, pero bien es cierto que sólo se llevaban año y medio de diferencia y que la segunda se lanzó con una óptica de mayor coste (la XC16-50mm F3.5-5.6 OIS II).
Otro de los lanzamientos importantes de Fujifilm en este periodo ha sido la X-H1, primer modelo con estabilizador incorporado que llegó para situarse en lo más alto del catálogo de la casa. Por tanto, en principio no tiene con quién compararse, pero es interesante apuntar que su precio de salida, 1.899 euros, era ligeramente superior a los 1.800 y 1.700 que costaban la X-Pro2 y la X-T2 (respectivamente) en el momento de su lanzamiento.
También inédita fue la Fujifilm X-T100 que se lanzó por 699 euros con el Fujinon XC15-45 mm F3.5-5.6 OIS con la idea de ofrecer un modelo atractivo y asequible para el gran público.
En el campo de sus apreciadas cámaras compactas de gama alta, tenemos el caso de la Fujifilm X100F que salía por 1.399 euros frente a 1.199 de la X100T que databa de unos tres años antes.
Por último, hay que hablar de la Fujifilm X-T3, que se presentó en septiembre de 2018 con una tarifa a la baja: 1.500 euros solo el cuerpo y 1.899 euros con el objetivo Fujinon XF18-55mm, 199 y 100 euros menos (respectivamente) de lo que costaba en el inicio la X-T2. Una rebaja que en principio responde a la intención de plantar cara a la fuerte competencia en un sector, el de las sin espejo de gama alta, que en estos momentos vive la llegada de las nuevas Nikon y Canon con sensor full frame.
De cualquier manera, parece claro que Fujifilm sí que ha subido sus precios en este periodo. Que esta subida haya sido justificada o no es algo que no entramos a valorar, y que en todo caso dejamos a vuestro criterio, aunque es cierto que la bajada de precio de la X-T3 marca un precedente que nos gustaría se convirtiera en norma.
Nikon de transición
Esta legendaria marca no ha pasado su mejor momento en estos últimos dos años, pero ciertamente hace poco que ha iniciado una nueva época con la nueva familia Z que veremos los resultados que da. El caso es que ha presentado pocas novedades, aunque sí ha habido un par de modelos réflex avanzados y uno de iniciación.
La primera la Nikon D7500 , una réflex para aficionados entusiastas y exigentes que costaba de partida 1.500 euros frente a los 1.350 de su antecesora la Nikon D7200 (ambas cifras aproximadas porque esta firma no suele ofrecer el precio oficial de las cámaras cuando las presenta).
La novedad más llamativa de este casa en el periodo del que estamos hablando fue la Nikon D850, un modelo que ha dado mucho que hablar y que costaba 3.800 euros (sólo cuerpo) frente a los 3.300 del modelo anterior que, eso sí, databa de tres años antes.
En el campo de las réflex más sencillas, tenemos la Nikon D3500 que se presentó recientemente con una tarifa de 499 euros (aprox.) con un objetivo 18-55 mm, lo que sería prácticamente la misma cifra que la D3400 que sustituía (sin apenas cambios por cierto).
Concluyendo, con tan pocos lanzamientos es muy difícil sacar conclusiones aunque con loo visto podríamos decir que Nikon también ha hecho crecer los precios de sus cámaras.
Moderación en Olympus
Otra que se ha prodigado poco en este periodo es Olympus, aunque es cierto que es una marca que tiene “su propio ritmo” y también que precisamente este 2019 cumple 100 años. Por ello, parece haber tenido “congelados” sus proyectos para celebrar su aniversario como se merece (como demuestra que haya sido la primera marca del año en anunciar novedades).
El caso es que, entre sus escasas novedades, tenemos la Olympus OM-D E-M10 Mark III, que se presentó en el verano de 2017 costando 649 euros el cuerpo, sólo 50 euros más que la Olympus E-M10 Mark II (que salió dos años antes) y con el mismo precio en el kit con el objetivo M.Zuiko Digital 14-42 mm 1:3.5-5.6 EZ Pancake.
La otra novedad de la casa fue la Olympus PEN E-PL9 presentada a primeros de 2018 con un precio de 549 euros solo cuerpo o 699 con la óptica M.Zuiko Digital 14-42mm F3.5-5.6 II R. Precios algo superiores a los 449 euros (cuerpo) o 599 en el kit con objetivo pancake 14-42mm de la E-PL8 que se anunció como un año y medio antes.
Como en el caso de Nikon, con tan pocas novedades es difícil decir si Olympus ha sucumbido a la tendencia alcista, pero lo que está claro es que sí, que las dos cámaras presentadas tenían un precio de partida algo superior a sus predecesoras. Otra cosa es que, no siendo una cantidad elevada, la subida esté bastante justificada.
Panasonic y sus “apilamientos”
En el anterior artículo ya pusimos de manifiesto la costumbre de esta firma de no hacer renovaciones “estrictas” de sus cámaras sino que prefiere sacar modelos intermedios o complementarios, lo que hace más complicado comparar precios tal y como estamos intentando.
No es el caso de la primera de las novedades de estos últimos dos años que encontramos, la Panasonic Lumix GH5, cuyo precio era de 2.000 euros frente los 1.500 de la Lumix GH4, una subida considerable a pesar de los tres años de diferencia entre ambos modelos.
El siguiente modelo que encontramos ya sí es un modelo que no sustituía a ningún otro. Hablamos de la Panasonic Lumix GX800, modelo cuyo precio de partida, 550 euros (con objetivo 12-32 mm), sólo lo podemos comparar con los 699,90 que costaba el modelo superior, la Lumix GX80.
Otro caso peculiar es el de la Panasonic Lumix G9, cuya antecesora estrictamente sería la Lumix G7. Sin embargo, al ver que la diferencia de precio es de más del doble (1.699,99 euros, sólo cuerpo, frente a 800 euros, óptica incluida), nos queda claro que los tiros van por otro lado, y en realidad la Lumix G9 no tendría una clara antecesora y la G7 habría sido sustituida por la Lumix G80.
Más sencillo (a pesar de tener nombre similar) es el caso de la Panasonic Lumix GX9, modelo que sí parecía ser un claro relevo de la Lumix GX8. Así, es fácil comparar el precio del modelo más reciente, 999 euros con un zoom 12-60 mm, con los 1.200, solo el cuerpo, del anterior.
Por último, en agosto de 2018 se anunciaba la Panasonic Lumix LX100 II, modelo de compacta premium que sin duda sustituye a la Lumix LX100 y cuyo precio pasó de 899 euros de la primera versión a los 950 de la más moderna, sólo 50 euros de diferencia a pesar de los cuatro años transcurridos entre uno y otro modelo.
Así, las cosas, en el caso de Panasonic parece más difícil aún sacar conclusiones, así que lo dejamos a vuestro criterio.
La particular política de Sony
Y por fin llegamos a Sony, otro de los actores más activos del mercado en estos dos años y con una peculiar política de lanzamientos. Ya os la contamos en el artículo primigenio, y también solemos hacerlo cuando hablamos de sus modelos, pero conviene recordarla: Sony actualiza sus cámaras con bastante frecuencia con nuevos modelos que, en teoría, sustituyen a los anteriores y, sin embargo, no los retira del mercado.
La consecuencia es que se pueden encontrar múltiples referencias que a veces es difícil distinguir, pero con la ventaja de que haya muchos modelos donde escoger entre una amplia gama de precios (ya que las cámaras anteriores se rebajan). No es el caso de la Sony A9, el modelo tope de gama de su catálogo para profesionales que precisan de gran rapidez y que salió a la venta por 5.300 euros (pero que, menos de dos años después, cuesta 4.200).
Sí lo es sin embargo de la Sony RX10 IV, cuyo precio era solo 100 euros superior (de 1.900 a 2.000 euros) a su antecesora la RX10 III, que actualmente tiene un precio oficial de 1.600 euros.
También podemos comparar el precio de la Sony A7R III con su inmediata antecesora, la A7 R II y en este caso es a la baja: de 3.300 euros de la más reciente a 3.500 de la antecesora (que eso sí está ahora por 2.300 en la web oficial).
No sucedió lo mismo (que el precio fuera inferior) con la Sony A7 III, cuyo precio de salida fueron 2.300 euros frente a los 1.800 de la A7 II (que por cierto se mantienen hoy día como precio oficial).
Por último, hay que hablar de la “Saga RX100”, caso paradigmático de la convivencia de modelos en los escaparates de las tiendas. Si hace dos años ya hablamos de las Sony RX100 V, RX100 IV y RX100 III y RX100 II, a la familia se ha unido la Sony RX100 VI con un coste de salida de 1300 euros (100 euros superior a su antecesora). Esto ha supuesto que los modelos anteriores bajaran de precio, quedando los “escalones” en 1300, 1050, 950, 850 y 750 euros (respectivamente), aunque es evidente que el nuevo modelo sí que ha salido a la venta con un precio superior.
Así las cosas, aunque es difícil sacar conclusiones debido a esta especial política que Sony sigue con sus lanzamientos, sí que parece claro que la firma nipona ha seguido subiendo, moderadamente eso sí, el precio de sus productos.
El caso de las sin espejo full frame
Aparte de lo comentado sobre cada marca en concreto, no queríamos dejar pasar la oportunidad de hablar de otro tema interesante referido a los precios de las cámaras sin espejo con sensor de formato completo, los modelos que más están dando que hablar en los últimos meses.
Y es que si hace dos años apenas hablamos de ellas, ya que Sony era el único en este segmento, ahora nos parece interesante dejar por escrito los precios de las nuevas cámaras ya presentadas, para que quede constancia y podamos recurrir a ellos posteriormente.
Así, la nueva Nikon Z7 salió al mercado con un precio de 3.799 euros, la Nikon Z6 por 2.399 euros, y la Canon EOS R por 2.599 euros (en todos los casos sólo cuerpo).
Por supuesto aún no sabemos nada de lo que podrían costar las Panasonic S1 y SR1, pero sin duda será interesante conocerlo. Y, sobre todo, ver cómo se desarrolla la competencia en este nuevo sector y cómo afecta al resto de cámaras del mercado, especialmente a sus precios. Estaremos atentos.
Conclusiones
Ya lo dijimos en el artículo original: Nosotros somos los primeros a los que las cámaras nos parecen caras de partida, y así lo solemos repetir cada vez que toca hablar del precio en un análisis. Pero seguramente la razón no es que las cámaras no valgan lo que cuestan, si no más bien que nos gustaría que costaran menos.
En este sentido sigue siendo muy recomendable no precipitarse a comprar justo cuando aparece una cámara y esperar un poco a ver si baja algo su precio. Y por supuesto también comprar justo cuando aparece un nuevo modelo, ya que eso supone una considerable rebaja en una cámara que con seguridad seguirá siendo muy válida.
Pero entonces ¿son las cámaras cada vez más caras o no? Pues repasando lo que hemos dicho a propósito de cada una de las marcas analizadas, parece que se puede concluir que sí, que cada vez son más caras, aunque el alza de los precios parece haberse moderado. Así, las subidas resultan bastante aceptables y justificables por el (supuesto) aumento de prestaciones que supone el lanzamiento de un modelo nuevo.
Lo que no parece vislumbrarse desde luego es una bajada de los precios. Pero eso es algo que los fans de la electrónica en general (y la fotografía hace tiempo que entró en esa categoría) normalmente ya tenemos asumido. Difícilmente veremos una bajada de precio porque siempre se justificará uno igual, o superior, con una mejora o actualización de características. Aún sí, una vez más sirva este artículo para rogar a los fabricantes que piensen más en nuestros (normalmente) maltrechos bolsillos.
Foto de portada | Montaje realizado con las fotos de Sharon McCutcheon y Barrett Ward