El Zhiyun Crane 2S fue presentado como un nuevo estabilizador de tres ejes diseñado para cámaras relativamente grandes y pesadas como las réflex. Por tanto entraría dentro del ámbito del vídeo profesional aunque, sin duda, sería el sueño de un aficionado a los cortos. Nosotros lo hemos probado y os contamos (y enseñamos) nuestras impresiones.
Quizá la marca Zhiyun no sea tan conocida como DJI para el gran público, pero este fabricante chino es uno de los principales actores del mercado actual de este tipo de productos, con una amplia gama de propuestas tanto para el usuario aficionado (con gimbal para móviles y cámaras) como para profesionales de cine y vídeo.
El Zhiyun Crane 2S se enmarca, según la propia casa, en el ámbito de los gimbal profesionales, diseñado para soportar cámaras pesadas o bien conjuntos de cuerpos más livianos con objetivos de gran tamaño. Y si nos remitimos a nuestro propio artículo sobre cómo elegir uno de estos dispositivos, efectivamente lo encuadraríamos en la gama media, o media/alta.
En cualquier caso, es un producto que gustará mucho a aquellos que ya estén utilizando cámaras de foto para sus producciones de vídeo; y es que, sin duda, un estabilizador como éste puede darles un plus de calidad para que sus grabaciones resulten mucho más profesionales gracias a la fluidez de movimientos que aporta. Pero no adelantemos acontecimientos y pasemos ya al análisis, empezando como siempre por la tabla de especificaciones:
Características principales Zhiyun Crane 2S
Tipo de gimbal | Cámaras DSLR y CSC |
---|---|
Ángulo de rotación | 237 grados |
Ángulo de inclinación | 155 grados |
Ángulo panorámico | 360 grados |
Alimentación | 3x batería 18650 iones de litio |
Autonomía máxima | 12 horas |
Tiempo de carga | 4 horas |
Temperatura operacional | Máxima: 45 °C/ Estándar: 25 °C/ Mínima: -10 °C |
Dimensiones | 453 x 230 x 68 mm |
Peso | 1.880 gramos |
Precio |
Diseño y construcción
Hay que decir que simplemente al disponernos a hacer el unboxing del Zhiyun Crane 2S las impresiones ya eran buenas porque el estabilizador llega presentado en una caja protectora que ofrece la sensación de producto profesional. Al abrirla nos encontramos con todos los elementos que componen la versión básica (hay otros kits que añaden distintos accesorios) y que dan una idea de producto de calidad. Eso sí, para ser sinceros, al mismo tiempo resulta difícil no preguntarse para qué sirven tantas cosas.
Y es que, tal y como le ocurrió a nuestro compañero Fernando, esta ha sido la primera vez que he utilizado un aparato de estas características y me he enfrentado al reto de aprender a manejarlo (al menos de forma básica). Por eso no es de extrañar que, como a cualquier novato en estas lides, me encontrara un poco "asustado" al enfrentarme a tantas piezas que montar y (lo peor) hacer funcionar.
Pero eso es algo de lo que hablamos en el siguiente epígrafe. Ahora toca hablar de un diseño que, desde nuestro humilde punto de vista, tiene un gran nivel, incluso con detalles de calidad, con logos e inscripciones varias, zonas acabadas en color dorado y un mango de fibra de carbono.
Aunque no es perfecto, eso está claro; empezando por la misma caja de transporte que, una vez pasada la primera impresión, se revela como ideal para tener guardado el gimbal en casa pero no para llevarlo con nosotros. Porque ¿qué ocurre si nos lo queremos llevar de viaje? Pues que tendremos que meter la caja en otro "contenedor", cuando simplemente podrían haber incluido herrajes para enganchar una correa de hombro.
Pero hablemos ya del estabilizador en sí, empezando por un apecto clave: el peso. Tal y como ya contamos al presentarlo, el Zhiyun Crane 2S tiene unas medidas de 453 x 230 x 68 mm y un peso total de 1.880 gramos, cuando soporta sistemas de unos tres kilos (para hacernos una idea, podemos montar toda una Canon EOS 1DX Mark III).
Así en principio las medidas nos parecen correctas pero, claro no tenemos con qué comparar. Por eso, lo mejor es mirar a la competencia y ver que el DJI Ronin SC2 que probó Fernando y que podría ser su rival más directo, tiene un peso de sólo 1,2 kilos (cuando el peso soportado llega también a unos tres kilos máximo) y sus dimensiones (desplegado) son de 400×185×175 mm.
¿Podemos decir entonces que el Crane 2S es grande y pesado? En principio parece que sí, pero estamos comparando productos que son similares pero en absoluto iguales, así que hay que valorar también otras cosas. Además, como ocurre con ciertas cosas, la robustez es algo que aquí puede convertirse en una ventaja toda vez que, recordemos, el Zhiyun Crane 2S está destinado a albergar cámaras bastante pesadas.
El Zhiyun Crane 2S está construido principalmente con metal y plástico, aunque contiene también un elemento de fibra de carbono
Por ello el gimbal está construido principalmente con un conjunto de metal y plástico duro, aunque como decíamos contiene también un elemento de fibra de carbono. Se trata de la tapa de las baterías que a la sazón se convierte en parte del mango de agarre y en trípode para dejar el estabilizador apoyado en una mesa.
Que sea de fibra de carbono alivia un poco el peso pero sobre todo facilita el agarre y, además, da un toque de calidad; pero es que además es termoaislante, lo que resulta útil para el funcionamiento de las citadas baterías.
Pero no nos desvíemos, hablábamos del peso y lo que sí podemos es ofreceros nuestra impresión al cogerlo. Así en principio no parece nada exagerado, incluso liviano para un novato que (como nuestro caso) no haya cogido nunca un accesorio similar. Otra cosa es cuando le sumamos la cámara con su correspondiente objetivo. En este caso usamos una Sony A7 III con el Sony Zeiss Vario-Tessar T* FE 24-70 mm F4 ZA OSS, un conjunto no demasiado grande en principio.
Pero claro, la suma de elementos hace que la cosa ya empiece a resultar pesada, y más cuando tenemos que pasar tiempo sujetándolo durante los "rodajes" lo que ya supone bastante esfuerzo. Pero, de nuevo, eso es algo de lo que hablamos más adelante, al contar nuestras impresiones "sobre el terreno".
Seguimos con el diseño para recordar que se trata de un sistema de tres ejes, cada uno de los cuales viene con un sistema de anclaje individual, lo que facilita el trabajo de equilibrar el conjunto. También hay que destacar la pequeña pantalla situada en la parte superior del mango para movernos por los menús y que viene acompañada de un par de botones, una rueda y un joystick para su funcionamiento.
Este joystick es el botón más importante aquí ya que sirve además para mover la cámara hacia todos lados una vez esté funcionado. Justo al otro lado, dispuesto para que nuestro índice pueda activarlo, se encuentra el botón disparador y a un lado una rueda que llama bastante la atención pero que, en principio es inservible. Y es que se trata de algo pensado para funcionalidades de enfoque y zoom a las que no tendremos acceso con esta versión básica (otra vez hablamos de ello en el siguiente epígrafe).
Para terminar este apartado hay que hablar de un elemento también destacable: la placa de sujeccción de la cámara. Esta forma parte del nuevo sistema de liberación rápida del Zhiyun, que permite que se pueda extraer la cámara muy fácilmente; además es posible montarla tanto en horizontal como en vertical, y contiene accesorios (estos sí incluidos) por si el objetivo es muy grande y necesita apoyo extra.
La idea está muy bien llevada a cabo y permite que podamos utilizar la cámara para otros usos y volver a montarla rápidamente en el gimbal sin mayores complicaciones; por nuestra falta de experiencia desconocemos cómo funcionan otros equipos de este tipo, pero desde luego hay que decir que aquí está muy bien implementado.
Manejo y rendimiento
Como decíamos antes, enfrentarse a la tarea de manejar un dispositivo como éste no es tarea fácil para no iniciados. No creáis que se trata de un dispositivo que puedas "encender y listo". Para que funcione hay que activarlo vía Internet, algo que no resulta tan transparente como debería (hubo una confusión entre activar el gimbal y activar la app que se usa para él). Y luego llega el proceso clave, ajustarlo a la posición de equilibrio, sin el que sería un artefacto inservible.
El manual de instrucciones aunque en español no es demasiado explicativo, así que mejor echar mano de tutoriales en YouTube como el de Javier Letosa, que es colaborador de la marca y explica bastante bien la mecánica.
Una vez en marcha, y a pesar de que nos costó bastante todo el proceso previo, por fin podemos empezar a funcionar, aunque volvimos a encontrar problemas. En este caso porque no lográbamos que la cámara empezara a grabar a través del botón destinado a ello y tuvimos que hacerlo en la propia cámara. Esto nos pasó hasta bien entrada la prueba, cuando nos dimos cuenta del problema: el cable que debía conectar la cámara al gimbal parecía el correcto, pero la caja contenía dos cables con el mismo tipo de conector y, por lo que se ve, sólo uno era el adecuado.
El caso es que por fin logramos que todo funcionara como debía y nos dispusimos a tratar de lograr cosas como los que la propia marca enseña que se pueden llegar a hacer. Lo cierto es que su sistema de tres ejes permite un importante un rango de inclinación y posibilita hacer prácticamente cualquier movimiento que queramos.
Sin embargo ni es fácil conseguir dominarlo sin bastante práctica ni tampoco es fácil entender del todo para qué sirven los distintos modos disponibles. Con la práctica vas viendo que efectivamente sirven para cosas distintas, pero aún así hay alguno que no terminamos de "pillar".
Quizá el más llamativo es el modo que permite lo que en el argot se denomina efecto Vortex y que, desde luego, resulta interesante porque no es algo que se pueda hacer con cualquier gimbal, sólo con los avanzados. Se trata de poder girar la cámara 360 grados sobre el eje del sensor; un movimiento que nos recuerda al gran Hitchcock y que, para que lo entendáis, reproducimos en el vídeo de abajo:
Como veis, con un poco de práctica conseguimos resultados más o menos decentes, pero aún así costaba que la cámara se detuviese exactamente donde queríamos. De hecho no es fácil lograrlo en general, pero esto casi seguro es más impericia nuestra que problema del dispositivo. Por otro lado, en la primera toma se nota el efecto de nuestros pasos al caminar con el gimbal.
Esto es algo que se aprecia en bastantes de las tomas que realizamos, y que no sabemos si achacar a nuestra inexperiencia, ya sea al configurar el dispositivo o al usarlo. También podría ser algo inevitable, aunque hay que reconocer que tampoco es demasiado exagerado.
Y ya que estamos hablando de problemas, lo cierto es que con el uso nos surgieron unos cuantos más. Por ejemplo que los seguros de los ejes se desbloquearon accidentalmente en varias ocasiones, provocando que el gimbal dejara de funcionar y nos diera un mensaje de error que nos costó entender al principio (y luego sólo se convirtió en un fastidio repetido varias veces).
En cuanto se usa un poco ya se empieza a notar claramente que sería necesario contar con accesorios adicionales para sacarle todo el partido
También que, al no tener la cámara una LCD desplegable, hay situaciones en las que uno de los brazos del propio gimbal impide ver bien lo que estamos grabando. Hablando de pantallas, la que incorpora el estabilizador tendrá su función pero, la verdad, nos resultó bastante inservible e ininteligible (de nuevo el manual no ayuda). Y en cuanto a la app para el móvil, lo cierto es que es una vez estamos "funcionando" no parece muy útil.
Pero quizá la mayor pega que encontramos es que, en cuanto se usa un poco, ya se empieza a notar claramente que para sacarle todo el partido sería necesario contar con accesorios adicionales. Sobre todo con el que permite hacer zoom (o enfocar manualmente), un servomotor que se puede adquirir aparte (es válido para ambas cosas) y para el que, por cierto, la caja de transporte tiene preparado su correspondiente hueco.
Por otro lado hay que retomar el tema del peso; evidentemente tras usarlo un buen rato ya notamos claramente que, si bien en principio es factible cogerlo con una mano, tienen que ser las dos las que se ocupen de ello. A pesar de ello, a menos que seas el típico "cachas de gimnasio" (sin ánimo de ofender), el dolor de brazos al día siguiente está asegurado a poco que lo utilicemos. De todos modos, nosotros pudimos conseguir tomas como éstas:
Aunque también tuvimos una buena cantidad de tomas falsas que no conseguimos quedaran como queríamos; de nuevo no sabemos si por nuestra propia ignorancia o si por querer hacer cosas difíciles para las que quizá no elegimos la mejor configuración. Aquí abajo tenéis un ejemplo:
Pero no queremos acabar este apartado hablando sólo de pegas así que hemos reservado los últimos párrafos para hablar de la autonomía. El fabricante declara unas doce horas de funcionamiento por cuatro de carga, unos valores que están muy bien. Nosotros no llegamos a usarlo tanto como para comprobar si llegaba a esa media jornada de uso, pero lo cierto es que no tuvimos problemas con este tema.
De todos modos, si consideras comprarlo nos parece muy recomendable hacerse con otro juego de baterías (tienen las forma de unas pilas comunes pero en tamaño más grande porque son específicas para el modelo). Son tres baterías de litio de 2.600 mAh y hacerse con un juego de recambio no llega a los 30 euros ahora mismo.
La opinión de Xataka Foto
Como adelantaba al principio, ésta ha sido la primera vez que utilizo un gimbal de estas características. Recuerdo cuando empezaron a verse en España las primeras steadicam, que por entonces eran algo así como una especie de traje de astronauta. Yo era estudiante de Imagen y Sonido en la Universidad y recuerdo que, unos años después, una compañera y amiga que había empezado a trabajar en una productora me contó que había tenido la oportunidad de probarse uno y que prácticamente no se podía mover.
Por eso la opción de tener un dispositivo tan ligero como el Zhiyun Crane 2S me parece fabulosa para cualquiera que quiera, como decía en el titular, emular a Kubrick o Scorsese, dos grandes del cine que destacaron (entre otras muchas cosas) por sus movimientos de cámara. Sin duda es un producto que puede enamorar a cualquiera que quiera llevar sus vídeos a un nivel superior, ya sean profesionales o simples aficionados.
Un producto que puede enamorar a cualquiera que quiera llevar sus vídeos a un nivel superior, ya sean profesional o un simple aficionado
Como curiosidad decir que en una de las sesiones que hicimos con el producto una pareja de estudiantes aficionados al vídeo se interesaron por el gimbal y mostraron su interés por comprarse un producto de este tipo. Una idea que tengo clarísimo también hubiera pasado por mi cabeza si yo mismo pudiera rejuvenecer y volver a aquellos tiempos en los que soñaba con ser director de cine.
Pero volvamos a poner los pies en la Tierra para tratar de valorar el Zhiyun Crane 2S de la manera más objetiva. Lo cierto es que es difícil hacerlo cuando se prueba por primera vez algo y no hay con qué comparar, pero fiándome de mi instinto y de lo poco que he podido aprender de este ámbito, creo que se puede decir que este gimbal debe ser uno de los mejores productos del sector, adecuado tanto para un ámbito profesional (usando los accesorios adicionales) como para uso aficionado.
En este sentido, cómo no, hay que hablar de su precio que ahora mismo (con una rebaja de doscientos euros sobre el precio de lanzamiento) está en 459 euros. No es barato para un aficionado sin ambiciones profesionales, pero seguramente sí lo es respecto a la competencia y, desde luego, es una cifra que no parece exagerada para las posibilidades que abre.
El gimbal ha sido cedido para el análisis por parte de Reflecta. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas