Hace algunas semanas, en Vanguard anunciaron una nueva gama de productos, bolsas y trípodes, ideados para los fotógrafos más viajeros. Hemos probado una combinación de esta gama VEO de Vanguard formada por la bolsa (tipo messenger) VEO 37 y el trípode 235AB, también de la colección VEO, que se pueden transportar juntos.
Este trípode y bolsa forman un tándem compacto, ideal para viajeros, polivalente y con la calidad que cabe de esperar de la marca Vanguard. Vamos a ver todos los detalles.
Trípode Vanguard 235AB: diseño y resistencia
El trípode 235AB destaca por su ligereza y, especialmente, por su capacidad de plegado para conformar un trípode realmente compacto. Está pensado al detalle para que ocupe el menor espacio posible, pero no por ello renunciando a prestaciones. De hecho, este trípode tiene como peculiaridad el hecho de que posee un sistema de rotación muy práctico haciendo que la columna central se pueda plegar completamente, quedando integrado dentro de las tres patas.
En este sentido hay que indicar que resulta ingenioso y su extensión y plegado resulta cómodo. No hemos notado ni excesiva resistencia ni engarces débiles, por lo que, en principio, asegura que esta acción no afecte a la estabilidad del trípode.
En cuanto a las patas (de 23 mm de diámetro tan sólo), el modelo 235AB posee opción de recogida en cuatro secciones quedando en un tamaño máximo plegado de 378 mm. Una vez extendidas alcanza una altura de 1,45 metros, a lo que sumado a la columna central nos otorga un extra de altura suficiente y cómodo. También hay que destacar que permiten tres posiciones de colocación, para diferentes situaciones. En cuanto a su peso, es capaz de soportar hasta 6 kg de carga, según especificaciones, con lo que es resistente para casi cualquier equipo. Eso sí, por tratarse de un trípode viajero y compacto, hace mejor tándem con un equipo más pequeño, como una réflex pequeña o una cámara sin espejo.
Otro aspecto a destacar es que posee un peso de solo 1,5 kg con construcción en aluminio, así que, unido a su tamaño reducido cuando está plegado ya no es una excusa para transportar el trípode en cualquier escapada o salida fotográfica.
Las patas poseen una buena construcción y, debido a las cuatro secciones, el conjunto no resulta ser demasiado endeble, de hecho aunque esté construido en aluminio, también posee refuerzos en aleación de magnesio. Una vez bien asentado y, solo en caso de fuertes rachas de viento, habría que asegurarlo de forma adicional. Una ventaja añadida es que posee un goma ideal para terrenos resbaladizos y, solo con enroscarlo aparece la pieza metálica en forma de punta, pensado para clavarlo en terreno blando y asegurar la estabilidad.
En cuanto a la rótula, es muy simple pero sólida y, el hecho de que sea de bola permite gran versatilidad.
En conclusión, este trípode posee características suficientes y de garantías para convertirse en un trípode para escapadas por la naturaleza donde queramos ir ligeros. No ofrece la estabilidad, resistencia y calidad de uno de gama alta, pero el hecho de su tamaño tan compacto (y tan poco peso) lo convierten en un trípode que pocas veces dudaremos en llevarlo. Esa es, sin duda, su principal y más importante ventaja: disponer de un trípode completo y de garantías que podemos llevar encima cómodamente con frecuencia.
Como extra, añadir que Vanguard acompaña este trípode con su correspondiente bolsa, diseñada específicamente para esta colección y que resulta también muy cómoda de transportar.
Bolsa VEO 37: versatilidad más allá de su uso fotográfico
En cuanto a la bolsa, llevar en bandolera, modelo VEO 37, hay que indicar que está diseñada para combinar con uno de los trípodes de la colección VEO. Ya que encontramos un bolsillo lateral de fácil y rápido acceso donde extraer con facilidad el trípode. De hecho, el ancho de la bolsa está perfectamente diseñado para que estos modelos de trípodes se puedan incluir en su interior, aunque también permite, a partir de correas, colgarlo en el exterior, en la base de la misma.
En cuanto al interior, posee un doble fondo reforzado, que viene bien cuando llevamos el trípode dentro y así podemos ubicar el resto de accesorios cómodamente en su interior. Para ello, se proporcionan algunos separadores con velcro para configurar y personalizar su capacidad en función de lo que necesitemos en cada momento. Destacar que incluye un pequeño bolso acolchado donde transportar la cámara y algún objetivo y que, esta bolsa, también posee una cremallera de cierre para asegurar su contenido aunque vaya dentro de la bolsa VEO.
Algo a destacar y que no nos ha entusiasmado, es que cuando llevas el trípode y esta pequeña bolsa con la cámara, el espacio restante, aunque suficiente para incluir algún accesorio extra, hace que el bolso quede ya muy ajustado. Tampoco apretado, pero si que impide añadir demasiados accesorios en el bolsillo lateral interior o lateral exterior. Esto es, si incluimos algún cargador u otro accesorio voluminoso, aunque cabe, el conjunto queda algo ajustado. Cosas de diseñar un tamaño compacto donde el ingenio se hace necesario a la hora de incluir el material. Por tanto, más pensado como bolsa para excursiones o escapadas cortas donde no necesitemos llevar mucho equipo.
En el interior, encontramos un bolsillo lateral con espacio para una tablet y otros accesorios. No hemos intentado incluir un portátil pequeño, pero la impresión es que no es lo ideal. En el exterior, hay otro bolsillo lateral bien diseñado con un compartimento “casi” hermético ideal para tarjetas de memoria o baterías, además de otras cavidades para accesorios. En este bolsillo lateral encontramos “enganchado” el impermeable para la lluvia, que tendremos que desplegar y ajustar. Es de un gris claro y, hubiese sido más apropiado un color más oscuro o negro para que no resalte tanto con el conjunto.
En los costados encontramos dos bolsillos elásticos ideales para pequeños objetos (ideal para una botella). En el lateral posterior hay un bolsillo sin cremallera, por tanto menos protegido, que es de fácil acceso y algo estrecho, donde poder tener a mano algún cuaderno o documentación. Y poco más.
La correa, al ser una bolsa para llevar en bandolera, es muy resistente y de buena construcción, donde destaca el acolchado, ideal para colocar en el hombro cuando transportamos la bolsa y que no nos moleste durante una larga jornada.
En conclusión, esta bolsa, aunque bien pensada y aprovechada, no es excesivamente grande, especialmente si llevamos el trípode en su interior, aunque permite mucha versatilidad. Tanto como para que no sea necesariamente una bolsa fotográfica y sí una bolsa para el día a día donde transportar un portátil o bien equipos de iluminación como flashes, cables y otros accesorios. El acabado es muy correcto, resistente, buenas cremalleras, así como el forro de su interior, y en cuanto a su diseño, ya es cuestión de gustos decantarse por esta o por la mochila de la misma colección. En todo caso, resulta una bolsa discreta (aunque sí que parece realmente una bolsa fotográfica) y, especialmente polivalente.
Este conjunto de trípode y bolsa Vanguard de la colección VEO no decepciona aunque sí hay que puntualizar que se trata de accesorios más bien pensados como una opción de backup o para cuando necesitamos viajar ligero, con el poco tamaño y peso (además de una aceptable relación calidad-precio: 84,90 euros la bolsa y 149,90 euros el trípode). Si lo que buscamos es un trípode con mayor calidad y resistencia y una bolsa más completa y de mayor capacidad, tendremos que optar por otras opciones.
Tanto el trípode como la bolsa han sido cedidos para el análisis por parte de Vanguard España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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