La nueva Sony RX100 VI recién presentada ha llegado ya en su sexta generación para seguir demostrando que un buen rendimiento y el tamaño muy compacto no están comprometidos. De hecho, como vimos, esta nueva cámara compacta avanzada ahora incorpora un potentísimo zoom, nada menos que un 24-200 mm (equivalentes) sin variar su tamaño. Obviamente sí se aprecia en el objetivo, pero el cuerpo mantiene unas dimensiones que la convierten en una verdadera compacta de bolsillo.
Además, la RX100 VI incorpora otra novedad como es su capacidad táctil, algo que a estas alturas parecía de obligado cumplimiento para cualquier cámara con ciertas aspiraciones. Como es el caso. Tampoco podemos obviar que ahora incorpora un nuevo sistema de enfoque y estabilizador óptico, además de un visor retráctil (con sistema mejorado de ocultación) para completar las principales prestaciones de esta cámara ideada para usuarios viajeros que aprecien el tamaño compacto sin renunciar a una gran calidad. Eso sí, a un precio elevado. Porque no podemos obviar que esta RX100 VI sube el listón hasta los 1.300 euros. Casi nada.
Hemos podido contar durante unas horas con una unidad final de esta sexta generación para comprobar sus bondades. Y, desde luego, sigue poniendo el listo muy alto en un competido sector de compactas premium.
Nuevo objetivo y principal apuesta
Sony ha apostado muy fuerte por otorgarle a esta compacta un objetivo de mucho mayor alcance. Algo, que según nos contaban en su presentación, se hizo escuchando a los usuarios. Primando esta características por encima de otras como el vídeo 4K o la velocidad de ráfaga (que las tiene, pero parece que menos apreciadas). Así que, el fabricante japonés, se ha puesto manos a la obra con un reto nada complicado.
El 24-70 mm (equivalentes) que encontrábamos hasta ahora parecía asentado. Un zoom estándar, polivalente, pero ciertamente algo corto para las escenas que se nos presentan en viajes. Podríamos haber esperado un 24-105 mm, o incluso un 24-120 mm, que ya hubiese significado un aumento de focal importante. Pero la apuesta ha subido a los nada desdeñables 200 mm. Ahora, ya no hay detalle que podamos perder con una compacta que se maneja con una mano y cabe en el bolsillo.
Con Sony RX100 VI @ 200 mm; 1/200 s; f/8; ISO 125.
La apuesta de un objetivo así ha conllevado un sacrificio, por otra parte comprensible, en cuanto a la pérdida de luminosidad. Y notable, a nuestro entender. Pasando del f/1,8-2,8 del zoom de la RX100 V a f/2,8-4,5 de este nuevo modelo. Sobre el papel es muy claro. En la realidad de muchos de los usuarios potenciales no hay tanto problema. Las ventajas de poder disparar con un 200 mm y que el sensor rinda con enorme soltura a sensibilidades altas, no preocupa a la mayoría. Y es lógico.
La calidad del sensor sigue siendo su gran aval
Con Sony RX100 VI @ 50 mm; 1/500 s; f/8; ISO 200.
Con Sony RX100 VI @ 70 mm; 1/200 s; f/4,5; ISO 500.
La clave recae en el rendimiento del sensor
Está muy bien contar con una compacta bien construida, muy pequeña y con un gran zoom. Pero donde está la clave recae en el rendimiento del sensor. Ya conocíamos las bondades que Sony venía logrando con toda la saga, apostando por un captor de una pulgada y una alta resolución, que sorprende por su gran calidad y gran control del ruido. Bien en la reproducción de colores, rango dinámico… poco podemos objetar en las muestras realizadas. Sigue rindiendo a gran nivel y avala la apuesta de Sony. Una compacta muy seria que no decepciona en calidad de imagen. Comprobando las muestras a su máxima resolución y en una buena pantalla es donde queda patente.
Con Sony RX100 VI @ 24 mm; 1/25 s; f/4; ISO 400.
Con Sony RX100 VI @ 50 mm; 1/500 s; f/8; ISO 125.
No podemos tampoco olvidarnos de la velocidad y la potencia de esta pequeña cámara. No hay gran novedad aquí. Al menos sobre el papel no hay un salto tan cualitativo. Sobre la práctica, hemos comprobado que sus ráfagas de hasta 24 fps siguen siendo una gran demostración de potencia. Al igual que su velocidad. Enfoca muy bien. Y muy rápido en cualquier circunstancia. Solo cuando encontramos una escena con muy poca luz, escaso contraste y tomada a pulso es cuando se ralentiza algo más. Pero, en la mayoría de situaciones no decepciona. Posee un autoenfoque de muchas garantías.
Posee un autoenfoque de muchas garantías
Con Sony RX100 VI @ 85 mm; 1/50 s; f/4,5; ISO 400.
Con Sony RX100 VI @ 35 mm; 1/13 s; f/13; ISO 6.400
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Conclusiones
En su presentación, Sony la ubicaba en el peldaño más alto de las compactas. Mirando de igual a igual a la A9, con la que comparte muchas de sus características (adaptadas a su tamaño). Y ciertamente, se nota que se ha alcanzado ya una sexta generación de forma muy contrastada. Y manteniendo el nivel. Aunque eso sí, la elección del objetivo de mayor rango focal también ha conllevado una subida de precio que hará pensar mucho a potenciales compradores. No en vano hay mucha competencia y, además, las otras cinco generaciones siguen estando en el mercado. Por lo que la decisión del precio nos parece lo más arriesgado. En Sony confían en dar un golpe de efecto con un zoom tan potente. Y la calidad y rendimiento de la cámara es su gran aval, al menos en esta primera toma de contacto. Nos quedan detalles por probar y analizar a fondo, pero en las primeras muestras nos ha dejado una muy grata impresión.
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