Cuando se alcanza un nivel muy elevado con una compacta como la Sony RX100, es de esperar que su sucesora consiga cuanto menos mantener la media e incorporar sustanciales mejoras. Ese ha sido el trabajo realizado con la Sony RX100 II que se ha presentado recientemente.
Muy similar a grandes rasgos, pero con novedades como un nuevo sensor retroiluminado, requerían de una prueba a fondo para comprobar la evolución y comportamiento para erigirse como una de las mejores (si no la mejor) compacta de bolsillo del mercado. Y hemos puesto a prueba la Sony RX100 II, con poca luz, aprovechando la caída del sol, en casi oscuridad y toca evaluar su resultado que os detallamos a continuación.
Sus principales características
Haciendo un breve repaso por su lista de características nos encontramos que mantiene, en esencia, la línea del modelo anterior, pero incorpora algunos detalles que justifican su aparición. Y a tenor de la prueba, con buena nota como veremos. Empezando por su nuevo sensor retroiluminado de 20,2 megapíxeles (con tamaño de una pulgada), conectividad WiFi y NFC, pantalla abatible (su principal novedad externa) de 3 pulgadas y zapata para flash y otros accesorios.
Sin olvidar que sigue apostando por una óptica de gran calidad, como el zoom óptico Carl Zeiss f/1,8-4,9 de 3.6x y con estabilización. Y en vídeo, también ofrece una ligera mejora, con Full HD y velocidades de 24p y 25p. Todo ello a un precio considerable que ronda los 750 euros, nada menos. ¿Y lo vale? vamos a desgranar argumentos y resultados para alcanzar una respuesta.
Diseño y ergonomía
Mi compañero Alfonso destacó como el punto más débil su falta de ergonomía en el modelo RX100. En esta renovación mantiene las mismas líneas exteriores, mismo diseño, con la única salvedad de incluir la pantalla abatible, ofreciendo un ligero grosor adicional. Por tanto, también coincido que no es especialmente cómoda de agarrar. Algo que también hay que justificar por su tamaño realmente compacto.
Cabe en un bolsillo sin problemas, un peso ligeramente mayor del que cabe esperar, pero que ayuda a darle consistencia en las manos. Posee unas líneas sobrias y elegantes, con acabado en aluminio que se aprecia de gran calidad. Pero se echa en falta un mejor agarre, aunque solo fuera un material más cómodo en la zona de sujeción delantera (en la trasera si posee un pequeño apoyo).
Los botones son realmente pequeños y los que tienen dedos grandes deben afinar el tacto para su manejo. Es obvio, pero se hace más que recomendable el uso de la correa de muñeca en todo momento, ya que la sensación cuando se lleva mucho tiempo en las manos no es precisamente de comodidad y seguridad.
Por contra, encontramos el anillo junto a la base del zoom de extraordinaria ayuda. Completamente configurable, resulta de gran ayuda en el manejo rápido y muy cómodo de varias opciones. En la prueba he optado por convertirlo en el acceso a los valores ISOs y como opción para elegir el zoom por pasos, lo que me reportó una gran satisfacción. Todo ello unido al resto de opciones de personalización compensan esa cierta dificultad en el acceso a algunos botones (como el del vídeo, que resulta diminuto).
Por lo demás, hay que valorar positivamente la inclusión de la pantalla abatible que ofrece mucho juego y posibilidades a la hora de capturar distintas situaciones, con diferentes ángulos y con una calidad de imagen estupenda, incluso a plena luz del día. Eso sí, no es táctil. Quizá sea mucho pedir, pero por el precio que tiene, es una exigencia que habría que pedirle.
En cuanto a la interfaz, es la misma que encontramos en otros modelos de compactas (incluida la RX1) y muy similar a las Alpha, resulta muy completa, bien resuelta y notablemente más manejable que las de las NEX. Todo hay que decirlo.
Conectividad WiFi y NFC
Siguiendo la fuerte tendencia a ofrecer opciones de conectividad en las cámaras, Sony ha decidido incluir WiFi y NFC a esta RX100 II. Y lo cierto es que funciona muy bien, el manejo es sencillo desde el menú y probándolo desde un Xperia Z ha resultado un gran acierto. La tecnología NFC permite que solo con la aproximación de la cámara y el smartphone se conecten vía WiFi con suma comodidad, sin engorros procesos previos.
Muchos no terminan de encontrarle una gran utilidad. ¿Para qué quiero WiFi en la cámara? pero una vez probado, es fácil encontrarle múltiples utilidades. Desde enviar al teléfono cualquier imagen (a tamaño VGA, 2 megapíxeles o resolución completa) al instante para poder compartirla en la red, hasta controlar la cámara desde el propio móvil. Muy útil para determinadas tomas.
Su control resulta escueto, a través de la aplicación Sony PlayMemories, pero es efectivo. Hay margen de mejora en la interfaz de la aplicación y ofrecer más y mejores opciones, pero con lo más básico que tiene actualmente ya se le puede sacar mucho partido. Eso sí, el uso intensivo de WiFi y NFC reduce bastante la autonomía de la batería.
Rendimiento y calidad de imagen de la Sony RX100 II
Donde encontramos los mejores resultados es donde realmente hay que exigirle más a una cámara como esta. El rendimiento de su sensor es notable y la prometida notable mejoría en cuanto a sensibilidad en condiciones de poca luz queda muy bien resuelta.
Con buena luz natural, la cámara se comporta con un excelente resultado. Buenos y fieles colores, gran detalle (sobre todo por la buena nitidez del zoom) y estupendo rango dinámico. Al que se le puede sacar mucho partido si se activa la optimización del mismo, especialmente para tomas con mucho contraste, donde lograr un buen detalle en las sombras sin quemar las altas luces.
El objetivo Carl Zeiss es un excelente aliado del captor. Ofrece una calidad indiscutible. Es polivalente, con buenos resultados tanto en retratos, como en paisajes, como en detalles. En su posición más angular ofrece una apertura f/1.8 que da mucho juego en la profundidad de campo para lograr desenfoques de gran calidad (también por el sensor CMOS de una pulgada, no olvidemos). Sí podemos echar en falta un mayor rango focal para convertirse en una compacta aún más polivalente. Para algunos será un poco corto el zoom. Además, que para una cámara de este precio y prestaciones, se espera una mayor luminosidad en todo el rango.
Otro detalle a valorar positivamente es el enfoque. Veloz, preciso... es lo que se espera de una cámara de prestaciones elevadas como esta. Unido a que en el modo macro ofrece la opción de enfocar a tan sólo 5 cm, se pueden conseguir capturas que parecen tomadas con una cámara mucho mayor. Por supuesto, el enfoque manual funciona correctamente y es de gran ayuda la asistencia con el Focus Peaking, resaltando las zonas enfocadas.
Donde mejor se desenvuelve y mejores satisfacciones produce es en cuanto a sensibilidad y control del ruido que ofrece el captor de la Sony RX100 II. En este análisis se ha hecho especial insistencia en tomar muestras en distintas situaciones con escasa luz y el resultado es realmente sorprendente. Hasta valores de 1600 ISO no se aprecia una mínima pérdida de detalle y es a partir de 3200 ISO cuando el ruido es algo más notable. Con todo, hay que hilar muy fino si queremos desestimar una captura por encima de esos valores.
Pudiendo disparar en plena noche a 12800 ISO (y en RAW) sin mayores problemas para no dejar escapar una toma. Tendremos ruido y una reducción ya más elevada de los detalles, pero no deja de sorprender que sea tomada con un sensor de una pulgada. No lo olvidemos. Aquí se puede poner a competir con buenos argumentos frente a otras cámaras con captores de mayor tamaño y salir airosa. Eso sí, es solo la sensación y viendo a tamaño real las imágenes, más que una comparativa detallada.
Filtros y opciones HDR
Además de las conocidas opciones para panorámicas, encontramos en la Sony RX100 II múltiples opciones de filtros con los que "jugar" y sacarle partido a las capturas. Modos "cámara de juguete" para aburrir, además de los consabidos "efectos miniatura" (con posibilidad de seleccionar qué zona de la toma aplicarlo), posterizados, blanco y negro, suavizados de color...
Pero donde encontramos unas opciones más consistentes y con más posibilidades en el HDR (toma de 3 capturas), realmente efectivo para tomas con poco contraste y complicadas situaciones de luz, y el (más recomendable) modo denominado DRO (optimización del rango dinámico), un buen aliado para sacar detalles de zonas en sombra y que se puede configurar hasta en cinco niveles de intensidad.
Calidad de vídeo
La opción de 24p y 25p en Full HD es una más que bienvenida posibilidad para lograr vídeos de gran calidad. Los resultados lo demuestran, así que los que quieran aprovechar estas opciones conseguirán vídeos realmente notables. Y sin olvidarnos que durante la grabación nos permite utilizar el zoom óptico (silencioso y de transición suave), así como el filtro de viento (útil para tomas en exteriores). Y todo ello contando con la nitidez del objetivo y su estabilización, que funciona muy bien para el vídeo. Con buen pulso y poca luz, el estabilizador hace el resto con acierto.
Sony RX100 II: valoración y conclusiones
Tras desgranar sus principales virtudes y defectos, hay que concluir que el trabajo de Sony con esta compacta avanzada es extraordinario. Un sensor magnífico que ofrece muchas alegrías allí donde otras compactas flaquean. Las capturas con poca luz, la nitidez, la velocidad de manejo y todo ello con una calidad de imagen muy elevada, colocan a la Sony RX100 II en la cima de las cámaras compactas (con permiso de su hermana mayor, la RX1, pero que juega en la liga del FF) del escaparate.
Otros puntos a favor a destacar son su conectividad WiFi y NFC. Con un funcionamiento correcto y solo echando en falta una mejor aplicación para smartphones que permita más opciones, a la altura de las posibilidades que ofrece una cámara así.
Las partes negativas se quedan en detalles quizás más secundarios, aunque no se pueden olvidar: falta de ergonomía, zoom algo corto... y un precio elevado (750 euros). Es lo que preguntaba al inicio de este análisis. ¿Realmente lo vale?
Pues tiene argumentos para justificar que sea una cámara solo apta para fotógrafos muy exigentes, que busquen una compacta de bolsillo pero con una calidad superior a la media. Sobre todo para los que no quieran echar de menos otra cámara cuando están en situaciones de poca luz. Si el ruido, la nitidez o el rango dinámico son una obsesión, la RX100 II realmente lo vale.
Ahora bien, si realmente no necesitamos o vamos sacar rendimiento a la nueva pantalla abatible, la conectividad WiFi y NFC y la zapata quizás no habría que perder de vista que la RX100 está ahora en los escaparates por 200 euros menos.
Con todo, la Sony RX100 II está en el techo de las cámaras compactas actuales. Resultados muy notables, versatilidad, tamaño muy compacto que la convierten en una cámara muy recomendable (y deseable).
En Flickr | Galería de muestra de Sony RX100 II a resolución completa
Esta cámara ha sido cedido para el análisis por parte de Sony España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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