Mauro A. Fuentes es licenciado en Ciencias Químicas, ha trabajado como consultor informático, director comercial, encargado de Social Media Marketing, Social Media Analyst y actualmente es Social Media Director en Tinkle. Además es un gran aficionado a la fotografía, sobre la que escribe en su conocido blog Fotomaf.
Desde hace unos pocos días tengo una Sony NEX-7, que era, desde que había leido los primeros análisis, la cámara que andaba buscando. Aún con poco tiempo entre mis manos, he empezado a probar todo lo que puede dar de sí, pero voy a resumir las primeras impresiones que me ha causado.
Unboxing Sony NEX-7
La caja de la cámara es bastante compacta y muestra bastante información de la cámara y sus características técnicas. Una vez levantada la solapa vemos que la verdadera caja con la cámara está rodeada de ese exterior. Cuando lo desplegamos por completo podemos ver más información de los accesorios compatibles y liberar la caja de la NEX-7. Completamente negra y con solo una tipología NEX-7.
Dicha caja tiene como “tapa” un compartimento que a modo de libro guarda el manual en diferentes idiomas, la garantía, un manual de objetivos y accesorio y el CD del software. Un formato muy acertado que hará que guardemos todo en orden.
Al levantar esa tapa aun no vemos la NEX-7 si no una gamuza con una etiqueta NEX-7. Un muy buen detalle que podremos usar para limpiar la pantalla de la cámara, aunque es un poco grande, la verdad. Al levantar la gamuza, ahora si, veremos la cámara encajada en un compartimento de imitación a terciopelo. La correa, esta dispuesta en otro hueco, con la leyenda “NEX-7” tiene un acabado de bastante calidad, con cuero o simil.
Como compré el cuerpo de la cámara suelto no venía más en la caja que el cargador, una visera para el visor y la batería en otro compartimento de cartón. Decir que el cable del cargador es algo corto, demasiado para mi gusto, por lo que, o usas otro, o tendrás que buscar un enchufe cercano a una mesa o al mismo suelo ;)
Sony NEX-7 en las manos
Cuando ves la cámara lo primero que piensas es que es pequeña, acostumbrado a la Canon 5D MKII o incluso a la Leica M8 lo es. Las cámaras pequeñas suelen darme problemas de ergonomía pero en este caso no fue así. Al cogerla ves que es ligera pero para nada da imagen “plasticosa”, de hecho el agarre es muy bueno, la empuñadura tiene un acabado rugoso y un tamaño-profundidad adecuados. Vaya, que muy buenas impresiones en mano.
Procedemos a cargar la batería con ansia para poder encenderla al fin. ¡Hecho! La pantalla tiene un brillo y un contraste adecuados y que sea abatible no está nada mal, hubiera preferido un sistema que permitiese más versatilidad, en este caso está muy limitado a un movimiento sobre un solo eje, pero lo suficiente para poder hacer fotos desde la cintura ;) La acercas al ojo y… ¡zas! el EVF realmente sorprendente, la verdad.
He probado unos cuantos y éste se va acercando algo a lo que sería un óptico, aunque todavía está a bastante distancia… Yo le puse la visera al visor antes de encenderla siquiera y ahora no sé si lo haría, de hecho me da miedo quitarla porque no tengo claro cómo hacerlo sin forzar demasiado :) Al usar gafas me queda “algo” separado por culpa de este “parasol”. Me da la sensación que para ver todo lo del EVF tengo que mover la cabeza :)
Bueno, pues todo lo bueno que he contado hasta ahora se pierde al entrar en los menús… Hacía tiempo que no me liaba tanto con una interfaz de un aparato electrónico, y manejo muchos ¿eh? Pues nada, éstos un lío, parecen no tener mucha lógica la ubicación de algunas secciones es confusa. Lo es incluso la presentación en pantalla, que no sabes bien al principio que menús tienen otro nivel o dónde acaba una sección y empieza otra.
En una cámara así, con la capacidad de personalización que he descubierto tiene después, es una pena que los menús no sean acordes, a ver si Sony los mejora vía firmware, no?
Primeras fotos
Pero bueno, lejos de los menús lo importante es el resultado, ¿no? Le ponemos el 16 mm f2.8 que es el objetivo de la serie E que he cogido en un principio y salimos a probarla. El sonido del obturador es bastante mecánico y metálico, no es el más bonito pero no está mal. Y no es discreto…
El manejo de las opciones con el sistema TriNavi si que es un invento, Sony en vez de poner ruedas para cada cosa ha dispuesto 3 ruedas sin nada en ellas porque en cada modo pueden servir para una cosa. Cuando estás acostumbrado a los sistemas réflex te choca bastante, pero luego vas dándote cuenta que es más cómodo de lo que creias. Al par de días ya no te acuerdas que te pareció un lío y lo usas de manera supernatural… Lo malo es que son demasiadas sensibles esas ruedas, de hecho la derecha es muy facil accionarla con facilidad y es habitual que haya que cambiar parámetros para devolverlo a los correctos… El botón del vídeo está situado en otro sitio que quizá no sea el mejor, yo al menos lo he accionado por error al llevar la cámara colgada del cuello sin más.
La pantalla es bastante útil para confirmar enfoque de las fotos al usar el modo zoom, el nivel de detalle es el correcto. El flash es bastante prescindible y da sensación de fragilidad que no se corresponde con el resto del conjunto, pero para usarlo de relleno o salir de paso en alguna foto de interior valdrá. Con un uso normal la batería puede durar unos 400-500 disparos.
Al llevar usando la cámara tres días y leído el manual varias veces (sí, no suelo leer los manuales y en este caso lo he tenido que hacer) encuentras todas las posibilidades de configuración personalizada, hay tres “Soft keys” sobre las cuales se puede configurar prácticamente todo, lo cual es brutal. Merece la pena invertir tiempo en encontrar tu combinación adecuada.
Y bueno las fotos… bien, bastante bien para lo que esperaba. Pero no como una Canon 5D MKII en niveles de ruido. No está mal hasta ISO 3200 siendo más que decente el 1600. El sensor promete mucho y si le montas buenos objetivos es bastante agradecido. Además del 16 mm le he usado, con un adaptador helicoidal, varios objetivos de la serie M de Leica, y se nota la diferencia. Vistas las fotos a nivel de “pixel peeper” realmente sorprende y merece la pena ponerle objetivos de calidad. Eso sí, para usar estos objetivos debes ayudarte de las mejoras en el enfoque manual. Hay uno que me ha parecido brutal, el focus peaking... es una ayuda en pantalla que marcará de un color (en mi caso rojo) las zonas de la fotografía que están en foco… cuando aprendes a usarlo te das cuenta que no te importa hacer enfoque a mano, casi siempre las clavas. De hecho esta opción fue determinante en mi decisión de compra al tener los objetivos M disponibles.
En resumen: que me lo estoy pasando muy bien con la NEX-7, tiene una capacidad técnica tremenda y con un sensor competente. No va a cambiar a mi Full Frame en ciertos trabajos pero ya puedo afirmar que será la cámara que más use en este 2012. Si necesitáis saber algo más y creéis que os puedo ayudar sólo tenéis que dejar un comentario más abajo ;)
Fotos | Fotomaf en Instagram y Flickr
En Xataka Foto | Sony NEX-7, la hemos probado
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