Sony A99 II, análisis: una nueva SLT resucitada con un sensacional enfoque y velocidad

Dos años antes de su presentación oficial en la pasada edición de Photokina ya existían rumores sobre su llegada. Y es que la Sony A99 II, una SLT (o réflex con espejo traslúcido para entendernos), era esperada para continuar con esta montura que tan buenos resultados le había dado a Sony. Aunque, no nos engañemos, nos sorprendió un poco cuando parecía que la apuesta más fuerte era por su gama A7 y su segunda generación. El caso es que en la pasada Photokina hizo su aparición demostrando que aún tiene mucho que decir, aprovechando el ampliado catálogo de ópticas de esta montura y actualizando un modelo cuatro años después con la última tecnología.

Se trata de una cámara realmente potente, incorporando nuevo sensor de alta resolución y un nuevo sistema de enfoque que prometía sorprender para luchar con las clásicas réflex profesionales de la competencia. El caso es que, aunque no se la esperaba pero lo cierto es que llega con buenos argumentos para convertirse en una buena alternativa a la Canon EOS 5D Mark IV y Nikon D810. Tras una toma de contacto en la misma celebración de Photokina, ahora hemos podido realizar una prueba más detallada para extraer nuevas conclusiones.

Una segunda generación actualizada y muy completa con bastantes novedades

La Sony A99 II incorpora un nuevo sensor, el Exmor R CMOS retroiluminado de formato completo con 42 megapíxeles (¿el mismo de la A7R II?), el potente procesador BIONZ X que permite una ráfaga de hasta 12 frames por segundo. Además, destaca su nuevo motor de enfoque denominado 4D Focus, un sistema de enfoque híbrido por detección de fase con 79 puntos en cruz y otros 399 puntos dispuestos en el plano focal.

Sensor	Sensor CMOS Exmor R de fotograma completo de 35 mm (35,9 x 24 mm) con 42,4 megapíxeles efectivos
Sistema antipolvo	Si
Grabación vídeo	XAVCS, formato AVCHD compatible con la versión 2.0, mp4 con resolución XAVC S 4K
Enfoque	Sensor de detección 1: 79 puntos (15 de detección reticular, sensible a F2,8 en el punto central), Sensor de detección 2: 399 puntos (se pueden seleccionar 323 puntos, 79 puntos de enfoque automático reticular híbridos
Visor	Electrónico de 1,3 cm (tipo 0,5), XGA OLED y 2.359.296 puntos
Pantalla LCD	7,5 cm (tipo 3.0) TFT con 1.228.800 puntos. Ángulo de inclinación: 134 grados hacia arriba y 180 grados hacia abajo. Ángulo de rotación: 180 grados en el sentido de las agujas del reloj y 90 grados en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Estabilización de imagen	Mecanismo de cambio de sensor de imagen con compensación de 5 ejes
Velocidad de disparo	Alto+: 12 fps; alto: 8 fps; medio: 6 fps; bajo: 4 fps
Conectividad inalámbrica	NFC, LAN INALÁMBRICA (INTEGRADA) Compatible con Wi-Fi®, IEEE 802.11b/g/n (banda de 2,4 GHz) y Bluetooth estándar, versión 4.1
Tamaño y peso	Aprox. 142,6 x 104,2 x 76,1 mm y Aprox. 849 g
Precio	3.600 € (solo cuerpo)

Diseño y ergonomía

En este apartado encontramos una leve actualización externa, no demasiado llamativa pero en la que destaca que el cuerpo es ligeramente más compacto que la primera generación. Concretamente un 8%, que puede parecer poco, pero que sirve para mejorar su manejo. Aunque no nos olvidemos que es una cámara de tamaño y peso contundente, para los que gustan de notar una cámara sólida entre las manos. Y no olvidemos que el cuerpo está sellado contra el polvo y humedad, algo obligado para sus miras profesionales.

Encontramos botones de acceso directo a diferentes parámetros, un pequeño joystick en la parte trasera (muy útil para navegar por el punto de enfoque) y facilidad para personalizar los controles. Deja bien claro que es una cámara de prestaciones profesionales. Además, encontramos una pantalla completamente articulada (eso sí, nada de capacidad táctil) que resulta especialmente práctica para la grabación de vídeo. Asimismo, destaca un mando multifunción programable en la parte delantera que sirve para accionar parámetros como el tipo de enfoque con un acceso rápido (y silencioso).

En cuanto a la interfaz y menús, se han actualizado y mejorado para simplificar y ganar en intuición de manejo, aunque sigue sin ser el punto fuerte de Sony en este sentido.

El visor electrónico funciona fantástico y, a día de hoy, pocos pueden dudar de su efectividad, calidad y prestaciones. Siempre hay reticentes que sigan prefiriendo uno óptico, pero la experiencia de uso en esta A99 II se puede calificar de muy satisfactoria. Por resolución, calidad y velocidad de refresco estamos ante un visor de primera línea que cumple perfectamente su cometido y extrae el máximo provecho al sistema SLT.

Nuevo y brillante sistema de enfoque

Una de sus principales bazas es el renovado sistema de enfoque que incorpora la Sony A9 II. Hemos visto que la gama A7 no ha dejado de mejorar y sorprender por sus buenos resultados, especialmente en la A7R II, y con esta SLT encontramos un sistema denominado 4D Focus que promete resultados ultra rápidos. Y lo cierto es que la cámara responde con notable calidad en este sentido. En situaciones de acción y escenas de deportes es donde realmente se comprueba su efectividad.

Ayuda mucho el hecho de disponer de un control tipo joystick para controlar el punto de enfoque, aunque cuesta adaptarse y no resulta tan intuitivo como en otros modelos de la competencia. Es un paso adelante pero requiere de cierta práctica y destreza para sacarle buen provecho.

Con todo, hay que apuntar que la Sony A99 II es una de las mejores cámaras en cuanto a enfoque de seguimiento. Una apuesta realmente seria para fotógrafos de acción y deportes (junto con la sensacional ráfaga de 12 fps, muy por encima del resto de modelos de la competencia). Su precisión es fantástica y resuelve muy bien cada escena. Parece que en Sony se han afanado por lograr lo máximo en este apartado y la tecnología 4D Focus realmente funciona. Eso sí, mucho mejor en situaciones de luz favorables.

Cuando pasamos a escenas con menos luz y sujetos con poco contraste sigue funcionando a un buen nivel aunque aquí no parece que haya tanta ventaja ni destaque tanto. Lo hace bien, pero quizás no tan rápido. Solo los puntos en cruz son los que consiguen resolver la situación y no hay tanta ayuda del resto de puntos.

Además de la gran velocidad de disparo mencionada (12 fps) no podemos olvidarnos de la gran ayuda que supone disponer de un cuerpo con sistema de estabilización de cinco ejes. Desde Sony prometen hasta 4,5 pasos de compensación. Quizás sea muy pretencioso, aunque funciona bien y no anda muy lejos de ese parámetro. Es una gran ayuda cuando se utilizan focales largas y para escenas de acción, con lo que completa una serie de características muy importantes para los fotógrafos que buscan efectividad en este terreno.

Sony A99 II: calidad de imagen y rendimiento

Pasando al apartado de la calidad de imagen tenemos que recordar que cuenta con la última tecnología de Sony en su captor (42 megapíxeles) ofreciendo unos resultados de gran nivel en cuanto a resolución, comportamiento con poca luz, manejo del ruido y rendimiento. Como ya vimos con la A7R II el sensor está excelentemente optimizado para manejar tal cantidad de resolución y lidiar más que bien con el ruido a altas sensibilidades. De hecho es uno de sus puntos más fuertes frente a la competencia. Sony demuestra, una vez más, que está por delante en este terreno y el captor retro iluminado rinde a un gran nivel.

Por entrar en detalles concretos sí hemos notado que tiene una ligera tendencia a la subexposición. Es algo que se aprecia en las primeras capturas pero que resulta fácil de compensar. Y no resultará en absoluto negativo como destacarlo en cuanto a calidad de imagen, ya que incluso en JPEG los resultados son excelentes. Por supuesto, los archivos RAW nos ofrecen el máximo potencial de su sensacional sensor.

En cuanto al control del ruido, como indicamos, se maneja extraordinariamente bien. Casi a la altura de la A7R II y podemos trabajar hasta 12.800 ISO sin demasiado problema. Este sería el límite, aunque es algo muy personal, para empezar a notar una ligera degradación de la nitidez y empezar a notar con claridad el ruido a partir de este valor. Incluso a 51.200 ISO podemos obtener resultados aceptables, al menos si vamos a utilizar la imagen en soporte digital y a un tamaño no muy grande. Aunque no olvidemos que la cámara nos permite alcanzar un valor de 102.400 ISO, aunque nada recomendable ofreciendo un nivel de ruido considerable.

Otro aspecto que hemos notado mejorable es el balance de blancos. Una cámara de este nivel y aspiración profesional debería obtener resultados mucho más precisos. Sin embargo, notamos que tiende demasiado a amarillear en exceso en escenas con luz artificial como farolas. Aunque no es algo excesivamente preocupante y se puede solventar cambiando el modo de balance de blancos en la captura (o si queremos en el procesado), lo cierto es que esperábamos más acierto con el modo automático.

Todo ello no influye en la calidad de reproducción de los colores que, en líneas generales, es bastante satisfactorio, con una buena calidad y fidelidad a la realidad.

En cuanto a la grabación de vídeo hay que destacar la posibilidad de grabar en resolución 4K. La A99 II es una buena opción para camarógrafos porque posee una gama de especificaciones de vídeo que seguro satisfacen a la mayoría, además de contar con características importantes para mejorar la grabación, como es el sistema de estabilización y la pantalla completamente articulada.

Sony A99 II, la opinión de Xataka Foto

La A99 II es una excelente opción para profesionales. Una segunda generación que ha tardado en llegar pero lo hace con la última tecnología del fabricante y que es una gran garantía como se ha apreciado en la serie A7. Por supuesto, cabe señalar que está destinada a profesionales y, quizás, su principal pega resulta que la competencia tiene mucha más tradición y cuota de mercado, gran catálogo de ópticas y un uso más generalizado. Aquí Sony tiene que luchar contra eso, llamar más la atención y ganar la confianza de quien quiera apostar por este sistema. La calidad es innegable y en muchos puntos está al mismo nivel o incluso los supera frente a la competencia. Y todo ello a un precio realmente atractivo. Pero convencer a los que llevan tiempo usando una réflex Canon o Nikon parece una lucha complicada. Con todo no se puede negar que esta cámara no decepcionará a casi ningún profesional que se maneje en escenas de acción y deportes como principal escenario.

Con todo, es posible que esta cámara acabe siendo más interesante para fotógrafos entusiastas, más abiertos a cambiar de sistema y apostar por las prestaciones de altura que ofrece esta SLT de última generación. Especialmente aquellos que gusten de una cámara contundente y el tamaño y el peso no sea un problema. Además, las últimas novedades en objetivos aumenta sus posibilidades.

Se trata de una cámara muy completa, sólida, bien construida y con prestaciones de gran nivel como su sistema de estabilización o su pantalla articulada (a pesar de que se eche de menos que fuera táctil) que la convierten en una cámara muy manejable y polivalente. Por supuesto, la calidad de imagen y su velocidad de enfoque y disparo confirman sus principales argumentos. Los resultados son de gran nivel.

Además, cuenta con buenas opciones en grabación de vídeo, conectividad y un cuerpo resistente. La batería ofrece una buena autonomía aunque, como ya esperábamos, el uso de un visor electrónico provoque que no rinda tanto como una réflex clásica. Es obligado hacerse con una segunda batería al menos, para un desarrollo óptimo en lo profesional.

En conclusión, como vemos, pocas pegas se le puede poner. La Sony A99 II es un cámara muy completa, que ofrece una gran calidad de imagen, con un sistema de enfoque excelente y que se desenvuelve muy bien en escenas de poca luz y con sensibilidades altas. Aunque no la esperábamos con tanto entusiasmo, lo cierto es que es una cámara a tener más en consideración porque sus resultados así lo avalan.

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La nota de la Sony A99 II en Xataka Foto

La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Sony España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.