Desde que fue presentada en el pasado mes de abril, la Sony A9 no ha dejado de copar protagonismo. Es la cámara sin espejo de ópticas intercambiables más ambiciosa del fabricante japonés. Y ha llegado justo cuando la tecnología permite, esta vez sí de verdad, ofrecer una cámara de aspiraciones profesionales que pueda competir (e incluso superar en muchos aspectos) a los grandes titanes del sector de las réflex.
Hablamos de una cámara que apunta a lo más alto en una cámara de sensor full frame apilado (de 24 megapíxeles). Con todas las características que uno puede necesitar para desarrollar un desempeño profesional en casi cualquier disciplina. La A9 está muy bien preparada con su nuevo captor, además de una potencia y velocidad (20 fps con AF) –en silencio– que como ya vimos en tomas de contacto previas, la convierten en una auténtica referencia para el sector profesional.
En Sony han tenido un gran bagaje en cámaras sin espejo como toda la familia A7, donde han ido probando cada vez mejores y mejores prestaciones para conseguir cámaras muy competitivas y con una gran calidad. La experiencia de estos modelos se ha trasladado al concepto de la A9, donde han puesto toda la carne en el asador para estar en lo más alto. Para mirar de tu a tu las bestias réflex más potentes y, ahora sí, convertirse en una alternativa real, con gran potencia, velocidad en un tamaño compacto, con un peso ligero y con algunas características que son únicas y que van a encantar a los profesionales, especialmente de deportes, acción y reportaje social (bodas, eventos…).
Sony A9, principales características
Como venimos indicando en Sony han trasladado la experiencia de la serie A7 a este nuevo modelo, con el esfuerzo de mejorar en algunos aspectos que los usuarios más han demandado, como cambios en los menús, en algunos controles, etc. Veamos el siguiente cuadro con sus principales características en comparación con la Sony A7R II.
SONY A7R II | SONY A9 | |
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Sensor | CMOS Exmor R de 42,4 MP | CMOS Exmor RS de 24,2 megapíxeles |
Cuerpo | Aleación de magnesio, exterior de plástico técnico de gran rigidez | (sin especificar) |
Visor | Electrónico OLED XGA (color) de 1,3 cm (tipo 0,5) con 2.359.296 puntos | Visor electrónico (color) de 1,3 cm (tipo 0,5), OLED Quad-VGA con 3.686.400 puntos |
Pantalla LCD | TFT de 7,5 cm (tipo 3,0), con 1.228.800 puntos y ángulo ajustable (Hacia arriba hasta aprox. 107 grados, Hacia abajo hasta aprox. 41 grados) | TFT de 7,5 cm (tipo 3.0), con 1.440.000 puntos, táctil y ángulo ajustable (Hacia arriba hasta aprox. 107 grados, Hacia abajo hasta aprox. 41 grados) |
Enfoque | Enfoque automático híbrido, 399 puntos | Enfoque automático híbrido, 693 puntos |
Estabilización de imagen | SteadyShot. Mecanismo de movimiento del sensor de imagen con compensación de 5 ejes. Efecto de compensación de 4,5 pasos (basado en los estándares de la CIPA | Mecanismo de cambio de sensor de imagen con compensación de 5 ejes. Efecto de compensación de 5 pasos (basado en los estándares de la CIPA |
Batería | Batería recargable NP-FW50. Hasta 290 disparos aprox. (visor) /340 disparos aprox. (pantalla LCD) (estándar CIPA) | Batería recargable NP-FZ100. Hasta 480 disparos aprox. (visor)/650 disparos aprox. (monitor LCD) (estándar CIPA) |
Vídeo | Formato XAVC S / AVCHD, versión 2.0 / MP4 Tamaño: XAVC S 4K: 3.840 X 2.160 (25p/100 Mbps, 25p/60 Mbps) | Formato XAVC S, AVCHD, versión 2.0, MP4 Tamaño: XAVC S 4K: 3.840 x 2.160 (30p, 100 M) |
Almacenamiento | Ranura múltiple para Memory Stick Duo™ / tarjeta de memoria SD | Ranura 1: para tarjeta de memoria SD (compatible con UHS-I/II) Ranura 2: múltiple para Memory Stick Duo™/tarjeta de memoria SD (compatible con UHS-I) |
Sensibilidad | ISO 100-25.600 (ampliable a ISO 50–102.400) | ISO 100-51.200 (ampliable a ISO 50-204.800) |
Captura continua | Disparo continuo alto: máx. 5 fps 24 fotogramas (JPEG extra fino L), 30 fotogramas (JPEG fino L), 37 fotogramas (JPEG estándar L), 23 fotogramas (RAW), 22 fotogramas (RAW y JPEG), 9 fotogramas (RAW [sin comprimir]), 9 fotogramas (RAW [sin comprimir] y JPEG) | Disparo continuo alto: máx. 20 fps JPEG extra fino L: 362 fotogramas, JPEG fino L: 362 fotogramas, JPEG estándar L: 362 fotogramas, RAW: 241 fotogramas, RAW+JPG: 222 fotogramas, RAW (sin comprimir): 128 fotogramas, RAW (sin comprimir)+JPG: 118 fotogramas |
Tamaño y peso | 126,9 x 95,7 x 60,3 mm 582 g (solo el cuerpo) / 625 g (con batería y tarjeta) | 126,9 mm x 95,6 mm x 63,0 mm Aprox. 673 g (con batería y tarjeta) |
Precio | 3.000 € (cuerpo) | 5.300 € (cuerpo) |
Diseño y ergonomía
En un primer vistazo rápido encontramos que la A9 comparte mucho del diseño de la serie A7, tanto que incluso puede costar distinguirlas. Así que en Sony aquí no han arriesgado con un diseño diferente, sino que se trata de mantener la esencia y lo que mejor ha funcionado. Lo cual no quiere decir que no tenga cambios significativos, que los tiene como vamos a ver.
En primer lugar encontramos mayor número de controles personalizable. Está clara que su aspiración profesional pasa por prestar estas posibilidades para que cualquier fotógrafo pueda configurar los distintos controles a su gusto y a cada tipo de trabajo y momento.
En la parte superior encontramos un dial multifuncional que es lo que más llama la atención. Se trata del control del tipo de enfoque, además de otros habituales como el disparo único, ráfaga, temporizador, etc. Así quedan muy a mano y, sobre todo, se quitan del resto de menús de control que lo hacían más complicado. Eso sí, este control para cambiar el tipo de AF no termina de ser muy cómodo y requiere la presión de un pequeño botón para liberarlo y poder girar el control. Vamos que no termina de ser muy ágil cuando se necesita un cambio muy rápido.
Otro aspecto muy llamativo es que ahora sí encontramos doble ranura para las tarjeta de memoria, uno de ellos con soporte para tarjetas UHS-II. Puestos a ser exigentes ¿por qué no las dos ranuras compatibles?
Al otro lado encontramos varios compartimentos con distintas conexiones y puertos. Como su aspiración profesional requiere, aquí encontramos un puerto Ethernet, para flash, auriculares, micrófono, mini-HDMI y USB (2.0, lo que marca un pequeño escalón por debajo de la competencia que sí ofrece un USB 3.0).
En el resto hay menos detalles diferentes, con una empuñadura muy similar a las A7, una buena pantalla LCD que es táctil (y con 1,44 millones de puntos de resolución), y basculante.
El cuerpo garantiza cierta resistencia al polvo y salpicaduras pero realmente su nivel de resistencia está por debajo de la competencia. Algo que se echa en falta para los que realmente necesitan trabajar en entornos duros. Quizás sea algo que se han reservado para la siguiente generación, pero deberían haber hecho un esfuerzo por ello.
Interfaz simplificada y mayor personalización
Posee una interfaz algo más intuitiva (aunque tampoco es un cambio muy radical), con menús más ágiles y mejor organizados
Es algo que se venía reclamando en toda la serie A7. El manejo de los menús se podían mejorar y simplificar y es algo en el que claramente han trabajado en la A9. Ahora, posee una interfaz algo más intuitiva (aunque tampoco es un cambio muy radical), con menús más ágiles y mejor organizados. Además, cuenta con tres modos personalizados en el dial principal y el el resto de controles se pueden configurar al gusto.
El visor: impresionante
El nuevo visor electrónico de la Sony A9 es una evolución del excelente que ya poseía, por ejemplo, la A7RII. Estamos hablando de un visor con una resolución de 3,7 millones de puntos, una velocidad de refresco de 120 fps (que se reduce a 60 fps cuando disparamos en ráfaga) y sin ningún tipo de blackout o apagón, como ya vimos en la toma de contacto.
Esto lo convierte en un visor sensacional y del que ya nadie puede poner excusa de que los electrónicos son peores que los ópticos. Algo dudoso habitualmente pero en el caso de la A9 queda aún más olvidado. No hay color. Porque además se trata de un visor con tecnología OLED con lo que el contraste y la calidad de imagen es extraordinaria. Uno de los sus grandes aportaciones.
Nueva batería. Y se agradece
Un apartado hay que dedicar a la autonomía. Se trata de una optimización muy conseguida que lleva a reducir hasta un 40% de consumo en comparación con la A7RII según las especificaciones de Sony. Lo que sí es cierto es que se nota un buen trabajo aquí y con una de sus baterías podemos aguantar una buena jornada de trabajo con la A9, ya que nos permite superar los 2.000 disparos (la batería de la serie Z dobla la capacidad de la serie W de las A7). Evidentemente una segunda batería es una inversión imprescindible, pero hay que apuntar que Sony aquí ha conseguir un gran resultado.
El enfoque automático
Es el mejor sistema de enfoque automático que hemos probado en una cámara sin espejo
Si ya habíamos visto que la A7RII lograba un nivel de autoenfoque brillante y muy competitivo, con la A9 han subido un escalón más. Es lo que tiene querer competir al más alto nivel profesional. Las especificaciones son muy prometedoras y en las primeras muestras que vimos se apreciaba el buen hacer. La realidad tras un uso más intensivo y en diferentes situaciones se aprecia la mejora. Ahora tenemos más opciones, especialmente para el enfoque por seguimiento, que en conjunto con un objetivo que pueda extraer el máximo se consiguen grandes resultados.
Para este análisis hemos utilizado el Sony FE 24-70 mm f2.8 GM y se consigue un enfoque nítido en ráfagas en casi todas las ocasiones. Es decir, funciona muy bien, pero no es perfecto. Notamos que cuando el sujeto movimiento queda algo alejado le cuesta más hacer el seguimiento y hemos errado alguna escena. No ocurre cuando el sujeto ocupa más espacio del encuadre (está más cerca), donde no suele tener mayor problemas para seguirle.
El resto de opciones quedan bien cubiertas, especialmente la elección del punto fijo de enfoque gracias al joystick, que es muy fácil y rápido de seleccionar. Y, podemos concluir, que es el mejor sistema de enfoque automático que hemos probado en una cámara sin espejo.
Velocidad, potencia y obturador silencioso
Como se viene pregonando, la Sony A9 ofrece una espectacular velocidad de ráfaga de hasta 20 fps que funciona realmente bien. Es decir, a esta velocidad de capturas podríamos encontrarnos con ciertos problemas de distorsión de imagen o bandas, pero han realizado un gran trabajo para reducir al mínimo el conocido efecto “rolling shutter”.
Otro aspecto muy notable es la inclusión de un potente obturador electrónico que nos permite disparar hasta 1/32.000 s. Y en completo silencio. Algo muy interesante para escenarios donde se requiere máxima discreción. De hecho el sonido es inexistente si así lo queremos (nos permite “añadirle” un pequeño sonido de referencia). Otro aspecto muy destacable es que no tenemos ningún parpadeo ni apagón en el visor cuando disparamos una ráfaga. Es cierto que se reduce su velocidad de refresco pero no perdemos ni un instante de la escena que estamos capturando a alta velocidad.
Ejemplo de ráfaga disparada con obturador electrónico a 1/500s, f/5.6 y 200 ISO:
La cámara nos permite seleccionar el obturador mecánico, el electrónico o dejarlo en un modo automático que hemos comprobado funciona muy bien. La propia cámara va seleccionando en función de cómo estamos trabajando, si detecta que aumentamos la ráfaga empieza a usar el electrónico.
Calidad y rendimiento
La Sony A9 produce archivos en JPEG de una gran calidad, con buena nitidez y una reducción de ruido (si la activamos) muy suave, con una reproducción de color muy real. Buen trabajo aquí porque el resultado es muy bueno. Únicamente cojea en el balance de blancos que cuando usamos el automático en escenas de luz más complejas, como la ciudad de noche o con varias fuentes de luz, el resultado no es muy preciso.
En los archivos RAW encontramos el máximo potencial del nuevo sensor de la A9. Un nivel de detalle y una reproducción de color realmente fantástica. En combinación con el mencionado Sony 24-70 mm la nitidez en todas las aperturas es muy bueno. El rango dinámico brilla a gran altura y nos devuelve archivos en escenas de mucho contraste con una gran calidad que, en caso de subexposición/sobreexposición podemos recuperar fácilmente en el post-procesado.
En cuanto al comportamiento con sensibildidad alta podemos decir que, aunque en las especificaciones nos permite alcanzar valores muy altos, el techo de tolerancia podríamos establecerlo en 12.800 ISO. Hasta este valor el ruido es muy aceptable en cualquier tipo de escena, y ofrece un detalle muy elevado.
Con esto no queremos indicar que no podamos trabajar a 25.600 ISO, porque también podemos obtener resultados aceptables para muchos (incluso trabajando la reducción de ruido en el post procesado). Y recordemos que podemos llegar a 51.200 que si bien no ofrece un buen resultado (siempre mejor en RAW), la calidad de color aquí no está nada mal a pesar de la más que notable presencia del ruido.
Vídeo 4k
Aunque quede en segundo plano no se puede obviar que las opciones de vídeo de la A9 son a tener muy en cuenta. Recordemos que ofrece grabación en resolución 4k (3840x2160p) con toda la amplitud del sensor. Aunque también contamos con la opción Super 35 mm que ya vimos en otros modelos y que nos permite usar un menor tamaño.
También podemos grabar en Full HD a 120 fps y a 100 Mbps con seguimiento de AF, con una grabación completamente silenciosa, donde podemos sacar partido a la capacidad táctil de la pantalla y que su posibilidad de ser basculante. Y no podemos olvidar tampoco que la Sony A9 posee un estabilizador de imagen muy efectivo para minimizar cualquier vibración en la grabación, incluso cuando trabajamos a una mano. Quizás no sea el mejor del mercado pero funciona bien. Con todo, nos parece que esta Sony A9 está un paso por detrás en cuanto a algunas opciones más específicas con respecto a la A7SII y A7RII, siendo muy parecido a lo que ofrece la A6500.
Por último, apuntar que en el dial de modos encontramos un modo específico denominado “S & Q” (slow and quick) que permite reducir la grabación de vídeo para conseguir grabaciones en slow motion o cámara rápida. Quizás más experimental que realmente válido para los videógrafos.
Sony A9, la opinión de Xataka Foto
Nos encontramos con la cámara sin espejo de ópticas intercambiables más potente, rápida y seria del mercado. Encontramos otras posibilidades con Olympus, Fujifilm o Panasonic que ofrecen opciones potentes, pero esta Sony A9 logra disponer de un conjunto de especificaciones y cuyas aspiraciones profesionales apuntan a lo más alto.
El nuevo sensor de 24 megapixeles ofrece una velocidad y calidad de imagen impresionantes
El nuevo sensor de 24 megapixeles ofrece una velocidad y calidad de imagen impresionantes. Pero encontramos otros aspectos muy destacados como su alta velocidad de ráfaga, su obturador electrónico silencioso y reducidas distorsiones y cuenta con un visor sensacional (quizás sea el mejor que hemos probado hasta el momento). Pero también posee una mejora muy sustancial en la autonomía y se aprecia el gran esfuerzo en Sony por mejorar el manejo de controles y menús, que siempre ha sido uno de sus aspectos mejorables.
El resultado: una cámara pensada y concebida para hacer frente a las bestias réflex más potentes como la Nikon D5 y la Canon EOS-1D X Mark II. La Sony A9 se desmarca como una opción diferente, con una velocidad incomparable (y el silencio de su obturador electrónico), un AF muy potente y fiable, una calidad de imagen que en muchos aspectos puede ser mejor y que lo ofrece en un cuerpo sustancialmente más pequeño, ligero y manejable.
En el resto encontramos que puede ir más a la par, por ejemplo con un sellado que no parece tan resistente y con unas funciones de grabación de vídeo correctas pero no superiores (aunque sí en calidad, su 4k es fantástico). ¿Es todo ello suficiente para convencer al profesional de fotografía de deportes, acción o bodas? El tiempo nos dirá qué cuota empieza a tener en este sector, a ver si es capaz de convencer con su catálogo de ópticas (que es algo que pesa mucho, no nos olvidemos) y si su precio (5.300 euros) decanta la balanza de su lado.
El trabajo de Sony con esta A9 es encomiable. Estamos hablando de competir con dos modelos que llevan varias generaciones y muchos años de experiencia. Sony ha llegado, en apenas cuatro años, a desarrollar un sistema de cámaras sin espejo capaz de competir al más alto nivel y que resulta muy elogiable. Es un primer gran paso que hay que valorar y que seguramente cada uno tendrá sus propias conclusiones. Hablamos de una cámara profesional y aquí cada uno tiene sus particularidades a la hora de trabajar, sus manías, sus vicios... pero los argumentos y resultados que se obtienen con la Sony A9 demuestran que es más un asunto de preferencias y gustos que realmente de resultados o detalles objetivos que la sitúen a nivel inferior, porque no es así.
Los que más valoren su cuerpo compacto y ligero, su capacidad para trabajar en absoluto silencio y que necesiten de mayor velocidad de disparo y ráfagas son sus principales pretendientes. Pero el resto no deberían olvidarse, porque se trata de una cámara profesional que ofrece una calidad incuestionable y su rendimiento es de altura.
En Flickr | Galería a toda resolución
La nota de la Sony A9 en Xataka Foto
9.0
A favor
- Sistema de autoenfoque veloz y completo
- Calidad de imagen global
- Velocidad de ráfaga
- Visor electrónico
- Gran autonomía
En contra
- Sólo una ranura SD es UHS-II
- Sellado
- Algunos controles son mejorables
- Balance de blancos automático mejorable
- Conexión USB 2.0
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Sony España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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