La segunda generación de la gama A7 de Sony se ha completado con la más “sensible”, la Sony A7S II, que llega, un año después, sin aumentar resolución, con sensor mejorado y su espléndida capacidad para fotografiar con poca luz (recordemos: hasta 102.400 ISO, extensible hasta 409.600 ISO).
Al igual que ocurría con la A7 II y la A7R II, nos encontramos con ligeras mejoras en cuanto a diseño, encaminadas a mejorar le ergonomía, pero hay que destacar la inclusión del sistema de estabilización. Una opción de gran valor para una cámara concebida con altas prestaciones en la grabación de vídeo (como ya analizamos en el modelo anterior). Hemos puesto a prueba esta nueva Sony A7S II y detallamos nuestras conclusiones.
Para comenzar recordemos sus características principales.
Características
Sony A7S II | Características |
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Sensor | CMOS Exmor de fotograma completo (35,6 x 23,8 mm) con 12,2MP y procesador Bionz X |
Visor | Electrónico OLED XGA de 0,5 pulgadas con 2.359.296 píxeles y cobertura 100% y ampliación 0,78x |
Pantalla | LCD TFT de 3 pulgadas, con 1.228.800 puntos puntos de resolución e inclinable (hacia arriba: aprox. 107 grados; hacia abajo: aprox. 41 grados) |
ISO | 100-102.400 y extensible a 50-409.600 |
Velocidad de obturación | De 30 s a 1/8000 s |
Enfoque | 169 puntos con detección de contraste |
Grabación de vídeo | XAVC S / formato AVCHD versión 2.0, MP4. XAVC S 4K: 3.840 X 2.160 (30p/100 Mbps, 30p/ 60 Mbps, 24p/100 Mbps, 24p/ 60 Mbps) |
Conectividad | WiFi y NFC |
Dimensiones | 126,9 x 95,7 x 60,3 mm |
Peso | 584 g (cuerpo) / 627 g (con batería y tarjeta) |
Precio | 3.400 euros (sólo cuerpo) |
Sony A7S II: diseño y ergonomía
Con la tercera hermana de la serie A7 se completa la renovación de la segunda generación en la que hay que destacar pocos aspectos en cuanto a diseño. Mejoras en el agarre, una construcción sólida (aunque en esta A7S II no es tan robusta ni sellada) y reubicación de algunos de los controles. Especialmente el del disparador que ahora es mucho más intuitivo.
El visor se ha mejorado ligeramente y sigue siendo excelente, con una gran magnificación (0,78x). La pantalla LCD se mantiene igual en resolución y con su capacidad abatible (y propensa a ensuciarse con huellas).
En el resto es idéntica a sus hermanas A7 II y A7R II, manteniendo una ergonomía notable con un grip muy cómodo y sólido para trabajar durante una jornada prolongada. También hay un ligero incremento de peso, apenas unos gramos intuimos que por la inclusión del sistema de estabilización, pero con todo sigue siendo un equipo compacto y ligero.
Volvemos a incidir en algo que ya destacamos negativamente en la primera generación: la ubicación del botón de vídeo. No resulta cómodo de accionar ni intuitivo, no es fácil accionarlo accidentalmente, pero por contra no es fácil encontrarlo para comenzar o finalizar la grabación de un clip de vídeo.
El botón de grabación de vídeo debería ser más cómodo e intuitivo
Entendemos que quieran mantener un diseño uniforme y coherente en la familia A7, pero esta cámara tan enfocada a un usuario profesional de la grabación de vídeo debería tener un botón más apropiado, cómodo y destacado. Es algo que no se ha mejorado y que debería haberse logrado sin falta, especialmente cuando el precio que se paga requiere que el diseño sea muy funcional en todos los aspectos.
Enfoque, velocidad y autonomía
Este modelo cuenta con sistema de autofocus por contraste con 169 puntos. Funciona con precisión y velocidad en la gran parte de las situaciones, aunque cuando la situación es más crítica, con escasa luz, es cuando no resulta tan preciso. Aquí también echamos de menos que contara al menos con la calidad del sistema de la A7 II y, ya puestos, con el excelente de la A7R II.
En cuando a disparo en ráfaga sigue sin ser su punto más fuerte, quizás por su resolución podría haberse aumentado la capacidad pero parece suficiente para las capturas de imágenes fijas, siempre y cuando no se trate de escenas de acción o deportes, para lo que no está concebida.
Aunque, en general, tanto el enfoque como la velocidad de disparo está a buen nivel, la convierten en una cámara muy polivalente para foto, teniendo en cuenta que está muy concebida para usuarios que exploten más su capacidad de vídeo.
La autonomía es otro de los aspectos que no se pueden pasar por alto. En este punto cabe destacar que Sony no ha cambiado de tipo de batería ni optimizado el consumo de energía. Que en esta Sony A7S II y por su elevada sensibilidad es una gran consumidora. Para hacernos una idea, las especificaciones nos indican que es capaz de alcanzar unos 350 disparos pero en la práctica esto sería el máximo sin abusar de revisar en pantalla, ni navegar demasiado por los menús en pantalla. En el momento que incrementamos los valores ISO el consumo energético se dispara y llevar una batería de repuesto es muy necesario. Eso sí, Sony suministra este modelo con dos baterías.
La única opción para mejorar esto es que podemos cargarla a través del puerto correspondiente utilizando algún cargador externo o incluso o una powerbank, algo útil para cuando no tenemos a mano ningún enchufe. Con todo, disponer de batería adicional es necesario para quien vaya a usar la cámara en largas e intensas sesiones de foto o vídeo.
Rendimiento y calidad de imagen
En cuanto vemos los resultados de las primeras tomas esperábamos encontrar una mejora sustancial con respecto a la primera generación, pero, a pesar de contar con un sensor mejorado, no se aprecia en exceso la mejora en cuanto a la calidad en imágenes fijas. El sensor full frame Exmor de 12,2 megapixeles rinde a gran altura, con una gama dinámica y reproducción de colores, siempre y cuando lo acompañemos de buenas ópticas, que es donde la calidad del sensor sale a relucir.
En calidad de imagen pocas pegas se le pueden poner, ofreciendo resultados satifactorios en diferentes situaciones
Pocas pegas podemos poner en este sentido, ya que cumple bien con su cometido, ofreciendo resultados satisfactorios. Como pega el hecho de disponer de solo 12,2 megapixeles quizás sea escaso para ciertos trabajos en foto. Por contra, nos beneficiamos de dos opciones que nos ofrecen muchas posibilidades en situaciones críticas: la combinación de un estupendo estabilizador de imagen con la altísima sensibilidad del sensor. Esto hace que fotografiar con poca luz sea tan fácil como en escenas a plena luz del día.
Hemos fotografiado en interiores y en escenas nocturnas y los resultados demuestran su buen hacer. A pesar de la dificultad de trabajar con poca luz se consigue buena calidad de imagen, nitidez, contraste… a la altura de lo que puede exigir un profesional. Sorprende poder alcanzar valores tan elevados como 51.200 ISO con una señal de ruido que en otras cámaras parece un equivalente a 6.400 ISO. Esto es sobresaliente y brillante.
Eso sí, en general, la sensación es que esta Sony A7S II no sorprende tanto como lo hizo la primera generación, los avances en la captura de imagen fija no parecen suficientes para justificar una renovación.
En vídeo es otro asunto. Aquí sí encontramos mejoras, ahora con la opción de grabar 4K directo, lo cual resulta muy cómodo, fácil y con opciones muy interesantes que se pueden expandir con accesorios para lograr resultados más sobresalientes (hablamos de micrófono externo, por ejemplo). Además, el estabilizador funciona y grabar a pulso y en movimiento se consiguen resultados muy aceptables (aunque siempre mejorables para los más exigentes). Junto con la posibilidad de alcanzar el valor máximo de sensibilidad, recordemos: 409.600 ISO (forzado).
Eso sí, aquí tenemos que apuntar que la exigencia en cuanto a tarjetas de memoria es elevada y necesitaremos una capacidad mínima de 32GB y alta velocidad de transferencia (para esta prueba hemos utilizado una SDXC Sandisk Extreme Pro de 64GB).
En lo que respecta al balance de blancos hemos encontrado que en determinadas situaciones (con poca luz y varias fuentes) resulta mejorable en el modo automático (más fiable cuando se utilizan los modos de escenas preestablecidos donde funciona realmente bien).
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Sony A7S II, la opinión de Xataka Foto
La primera A7S fue todo un hito en tecnología fotográfica. Una cámara pequeña, compacta, con sensor full frame y unas altísimas capacidad de sensibilidad ISO que no se habían visto, fue toda una sorpresa su irrupción en el mercado.
Esta renovación llega con pocas novedades, algunas no tan apreciables (visor, enfoque o sensor mejorado…) puesta en comparación, y otras más consistentes y que realmente justifican la renovación (estabilizador y grabación 4K interna).
La Sony A7S II sigue siendo una cámara diferente a lo que podemos encontrar en el mercado
La Sony A7S II sigue siendo una cámara diferente a lo que podemos encontrar en el mercado. Cuenta con poca resolución y, por tanto, no muy apropiada para ciertas exigencias fotográficas (aunque no en cuanto a calidad se refiere), pero cuenta con una capacidad para trabajar con poca luz que sigue siendo espectacular. Ya encontramos otros modelos que también están apostando por las altas sensibilidades, pero esta A7S II está diseñada para ello y es donde más brilla y justifica su precio.
En conclusión, se trata de una cámara que resuelve bien en cualquier escenario, pero que destaca especialmente en la fotografía con poca luz y que está muy pensada en los más exigentes en cuanto a vídeo. Así que sus potenciales usuarios deberían ser quienes realmente necesiten trabajar en situaciones de baja luminosidad y que trabajen habitualmente en vídeo. El precio, como no, es otro de sus handicaps: 3.400 euros solo el cuerpo, es un precio alto.
La nota de la Sony A7S en Xataka Foto
.8
A favor
- Tamaño y peso reducidos
- Alta sensibilidad
- Buenas opciones de grabación de vídeo
- Visor electrónico
En contra
- Pantalla propensa a suciedad y mejorable en brillo
- Ubicación del botón de vídeo
- Poca autonomía de la batería
- Precio elevado
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Sony España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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