Analizamos en esta ocasión el Sigma 14-24 mm F2,8 DG DN, un zoom angular diseñado para las florecientes cámaras sin espejo. Aunque lo parezca, no es solo un cambio de montura del Sigma 14‑24mm F2.8 DG HSM Art que ya analizamos aquí. Este nuevo objetivo para las cámaras sin espejo presenta especificaciones que lo convierten en algo nuevo que hemos podido analizar en Xataka Foto.
El nuevo Sigma 14-24 mm F2,8 DG DN es la revisión de un objetivo pensado para las cámaras sin espejo de Sony y Leica. Y es una revisión porque no se han limitado en aumentar su longitud para superar la falta de espejo. No es así. Estamos ante un nuevo diseño óptico: 18 elementos en 13 grupos frente a los 17 elementos en 11 grupos del objetivo original.
Además han aumentado el número de palas, de 9 a 11, para mejorar el aspecto del desenfoque. Y también han reducido el peso, algo que se agradece y mucho. La versión para réflex supera el kilogramo de peso. Ese nuevo objetivo se queda en los 795 g, un peso más idóneo para los cuerpos en los que va a ser acoplado.
La idea es crear un objetivo con un mayor poder de resolución y convertirlo en una referencia para la fotografía de paisaje y nocturna. Lo anuncian como la óptica definitiva para astrofotografía. Pero por peso y prestaciones puede utilizarse para cualquier especialidad en la que necesitemos tal ángulo de visión.
Especificaciones del Sigma 14‑24mm F2,8 DG DN
Las siglas, algo que complica tanto la vida del usuario, dicen que:
- DG: es un objetivo diseñado específicamente para cámaras con sensor full-frame.
- DN: está desarrollado para cuerpos de cámara sin espejo con la llamada longitud focal de brida corta (mala traducción de range distance, debería ser distancia de registro).
No es por lo tanto una mera revisión. Y si vienes del mundo réflex y tienes el Sigma 14‑24mm F2.8 DG HSM Art podría llegar a interesarte comprarte el nuevo antes de pensar en un adaptador como el Sigma MC-11 de Canon. Es una formulación óptica nueva que permite ofrecer una mayor resolución.
Es difícil apreciar si el resultado es mejor o peor que el otro modelo. Ya lo veremos más adelante. No cabe duda de que estamos ante un objetivo de la serie Art con todo lo que supone. Materiales de calidad, un diseño espartano y una calidad óptica fuera de toda duda y encima por un precio inferior a los pata negra de este tipo de objetivos: Sigma AF 12-24/4 EOS DG AF HSM Art (1790 €), el Canon EF 11-24/4.0 L USM (3100 €) o el AF-S NIKKOR 14-24mm f/2.8G ED (1990€).
Longitud focal | 14-24 mm |
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Rango de apertura | f2,8-22 |
Montura | Sony E, L mount |
Formato | Formato completo |
Distancia mínima de enfoque | 28cm |
Ángulo de visión (35mm equivalente) | 114.2-84.1° |
Número de lentes/grupos | 18 elementos en 13 grupos |
Diámetro del filtro | 85mm |
Número de palas | 11 |
Peso | 795g |
Tamaño (diámetroxlongitud) | 85.0mm×131.0mm |
Precio | 1550€ |
El diseño del Sigma 14-24 mm F2,8 DG DN
Es un objetivo rotundo, un objetivo zoom angular con su lente frontal convexa protegida por un parasol de pétalo fijo. En este modelo han prescindido de la pequeña ventana de distancias y le han colocado un botón personalizable para controlar el parámetro que queramos para agilizar nuestro trabajo. Lo más lógico puede ser el enfoque pero tenemos libertad de elección.
No cabe duda de que estamos ante un objetivo de la serie Art con todo lo que supone. Materiales de calidad, un diseño espartano y una calidad óptica fuera de toda duda y encima por un precio inferior a los pata negra de este tipo de objetivos
Este diseño exige que, si queremos hacer uso de filtros, no nos quede más remedio que acudir a sistemas de portafiltros para poder trabajar con ellos. No podemos olvidar que si pudiéramos colocarle un filtro enroscado sería de 85mm. Pero el nuevo Sigma 14-24 mm F2,8 DG DN tiene una peculiaridad muy llamativa que ya incorporan (en cierta manera) los grandes teleobjetivos.
En la parte de la montura de latón y alta resistencia podemos colocar filtros mucho más pequeños par evitar el sobrecoste de los grandes filtros cuadrados. Puede ser una opción muy interesante por el bajo coste de estos pequeños filtros. Con el tiempo y el uso se verá el resultado que da este ingenioso sistema. Personalmente creo que puede ser un motivo más para llenar de polvo el sensor, además de complicar mucho el cambio de los mismos.
Como todo objetivo de la serie Art que se precie, las lentes de este objetivo tienen diferentes tratamientos. Desde una lente FLD (“F” Low Dispersion); otras 5 SLD (Special Low Dispersion). Y todas con el revestimiento de nueva generación NPC (Nano Porous Coating):
Exclusiva de SIGMA incorpora una capa de sílice porosa que tiene agujeros diminutos (de tamaño nano) con aire en el interior. Tener orificios de este tamaño permite reducir drásticamente el índice de refracción, lo que a su vez permite reducir la reflectancia en mayor medida que los recubrimientos antirreflectantes convencionales. Como resultado, la luz reflejada que causa destellos e imagen fantasma se reduce drásticamente, logrando una imagen limpia y de gran calidad.
En el plano del autoenfoque este objetivo cuenta con un motor electromagnético que permite aprovechar todas las virtudes de los sistemas de las cámaras Sony sin espejo. Es compatible al 100% con la tecnología del Eye AF. En las pruebas ha dado siempre una respuesta excelente aunque a veces, con movimientos rápidos y cercanos, pueden llevarle al límite.
Y como el otro modelo de la marca, es a prueba de polvo y salpicaduras y cuenta con un revestimiento en la lente frontal que repele las manchas de agua y aceite. Aunque te da mucha tranquilidad, recomendamos no tener que probar nunca estas virtudes.
Trabajar con el Sigma 14-24 mm F2,8 DG DN
El Sigma 14‑24mm F2.8 DG HSM Art era un objetivo muy pesado. Supera los 1200 g. Sin embargo, este modelo no alcanza los 800 g. Y se agradece en el día a día. Recuerdo viajar con el otro y desear que se terminara la prueba por el peso. Pero con el Sigma 14‑24mm F2.8 DG DN Art es otra historia junto con una Sony A7III.
El conjunto resulta más equilibrado y la espalda no sufre tanto. No es un peso pluma pero sí se puede afirmar que es uno de los más ligeros de su gama. Si eres amigo de las hiperfocales y vienes de los tiempos pasados puede que eches de menos la ventana de distancias. Pero prefiero el botón configurable para trabajar.
Pero vamos ya a la calidad de imagen, lo más importante y lo que da sentido a comprarlo o no. Este objetivo da una resolución muy alta. Da gusto ver las imágenes al 100% cuando todo está enfocado. Se nota hasta el último pelo. El viñeteado está controlado. Solo hay que cerrar a f4 para que desaparezca considerablemente.
Pero tiene una distorsión muy marcada en los extremos. No depende de cómo coloques la cámara sobre el trípode para evitar la fuga de líneas. Los extremos siempre estarán deformados. En un paisaje, en una nocturna, nunca lo notaremos. Pero en fotografía de arquitectura o si salen personas, las esquinas se rompen. Todo está deformado.
Esto no significa que sea malo, sino que hay especializaciones para los que no sirve. Es ideal para la naturaleza. Pero no muy recomendable para fotografía social o de arquitectura, salvo que puedas convivir con las deformaciones ópticas de los extremos. Es quizás el punto más negativo del conjunto. Pero conociéndolo sabremos que nos lo podemos llevar a Picos de Europa pero pocas veces a una boda. Es algo que con el otro modelo no debíamos cuidar.
La opinión de Xataka Foto
De nuevo señalar que no estamos ante una revisión de un objetivo anterior. Es totalmente nuevo: construcción interna, número de palas, peso... Mejora en muchas cosas a su antecesor a cambio de deformar las esquinas del fotograma sin perder nitidez en las mismas. El fotógrafo deberá decidir si le interesa o no.
Si lo único que quieres hacer en la vida con este objetivo es paisaje, es una de las mejores opciones que podemos encontrar en el mercado. No hemos podido probarlo mucho en una noche estrellada pero hay que decir que los resultados nos han llamado la atención. No hay destellos, ni reflejos indeseados en las imágenes. Las estrellas brillaban por su ausencia (mal tiempo) pero las pocas que se vislumbran llaman la atención.
La gama Art destaca siempre por su relación calidad/precio. Y este objetivo sigue la buena costumbre. No es como otros objetivos de la casa que se han adaptado a las sin espejo añadiendo un complemento para suplir la carencia de espejo. Todo es nuevo. Y muy difícil de construir. Sería ideal que la lente trasera estuviera literalmente pegada al sensor pero en este caso no es así. Y el problema de la distorsión es quizás su talón de Aquiles.
Si podemos olvidarnos de este problema, estamos ante un objetivo zoom angular digno de estar en nuestra mochila para lograr esas fotografías que vemos en las redes sociales y que queremos superar. No todo tiene que ser siempre igual. Y con este zoom podemos hacer cosas distintas sin vaciar nuestro bolsillo y sin preocuparnos por nuestra espalda. Y encima con toda la calidad óptica de un Sigma Art.
El objetivo ha sido cedido para el análisis por parte de Reflecta. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.