Ha sido una de las noticias del presente año, y uno de los gadgets que últimamente están en boca de todos; y es que la compañía coreana Samsung ha decidido estar nuevamente a la vanguardia tecnológica y ha decidido unir dos mundos en los que está consiguiendo una amplia aceptación en estos dos últimos años, la fotografía y los smartphones/tablets. Con todo esto la Samsung Galaxy Camera ha pasado por nuestras manos para mostraros las posibilidades que esconde, fotográficamente hablando, el nuevo "híbrido" que pretende revolucionar, el ya de por si cada día novedoso, mundo fotográfico.
Como mucho recordareis la Galaxy Camera presume de ser la única cámara (comercializada hasta la fecha) que se rige mediante el sistema operativo Android, conectividad 3G, al igual que de disponer de estas características:
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Procesador quad-core a 1,4Ghz
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Sensor BSI-CMOS de 16 megapixels
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ISO 100-3200
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Gran angular 23mm con zoom óptico de 21 aumentos
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Grabación de vídeo FullHD 1920X1080 a 30fps y Slow motion 720x480 a 120fps
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Pantalla HD Super Clear Touch Display de 4,8 pulgadas
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Conectividad WiFi y 3G
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Sistema Android 4.1 Jelly Bean
Diseño y ergonomía
A primera vista este gadget nos da la impresión de ser un gran "armatoste", y es que no hay duda que sus dimensiones (13x7x19 mm) distan mucho de lo que a potabilidad de una cámara compacta se conoce; pero es que el increíble tamaño de su pantalla, y sobre todo el tener que refugiar esos 21 aumentos de los grupos de lentes, no facilitan para nada la tarea de conseguir un gadget menudo. Un diseño con unas curvas muy estéticas y muy moderno, hacen de su fisonomía algo muy atractivo, a pesar de su focal que cubre gran parte del frontal.
Dejando a un lado las "pequeñas" desventajas de su tamaño (ya que esas desventajas se traducen en ventajas en otros puntos), hay que decir que el diseño es poco común; ya que su empuñadura, a pesar de tener un buen revestimiento y sujeción, se hace un poco incomoda de agarrar, lo que nos hará no despegar nuestra mano izquierda de la cámara por miedo a una caída, dejando la posibilidad de disparar con una mano para los más arriesgados a pesar de ponerle la correa (la cual por cierto recomiendo encarecidamente). A primera vista su diseño se asemeja mucho a la nueva mirrorles NX1000, comercializada por la marca, pero con peor agarre bajo mi punto de vista. Apuntar que, la Galaxy Camera sólo está disponible en blanco.
En cuanto a la distribución de su diales, botones y entradas, podemos ver tres de ellos únicamente, el de disparo, el de encendido y el del flash. En el de disparo se encuentra acoplada el dial del zoom, haciendo un diseño muy compacto y con una apariencia sencilla. Esto a mi juicio es muy bonito, pero para aquellos que les guste usar las opciones manuales se darán cuenta más adelante de porqué considero que me hubiera gustado ver algún dial físico más. Por último, encontramos un pequeño botón en un lateral que es para sacar el flash retráctil que se encuentra escondido en el cuerpo.
En cuanto a las entradas o salidas, podemos encontrar una salida minijack junto a la del mini-usb en la zona de la empuñadura (ese minijack que tanto juego puede dar). Abriendo la tapa de la batería, encontraremos las ranuras para la tarjeta mini-SD y micro-SIM junto a la salida de mini-HDMI.
Para el último punto dejo la pantalla, la cual ocupa toda la parte trasera del dispositivo y ofrece una experiencia poco antes vista en una cámara de fotos debido a sus dimensiones.
Fotografiando con la Galaxy Camera
Este punto que nos ocupa es quizá uno de esos que probablemente nos lleve a cierta controversia; ya que por su diseño y la intención de Samsung por usar el sistema táctil hasta la saciedad, nos hará que a veces sea una experiencia algo "diferente" para muchos de los que estamos acostumbrados a usar modos manuales.
Comentaros que la cámara nada más encenderse (y pasar los pertinentes trámites de loguearnos en los múltiples lugares en su primer encendido), pasa sí o sí a la aplicación de cámara, abriendo la focal también. En cierto modo debo decir que es una idea buena, pues si pensamos que dicho gadget es una cámara no hay duda que sólo queremos hacer fotos; pero no si por contra pensamos en encenderla para editar alguna foto, mirar nuestro Twitter, etc... es demasiado incómodo. No dudo que es algo que se va a subsanar por firmware, pero por lo menos en el modelo que tuve para probar era así.
Entrando en lo que es la aplicación de cámara, deciros que se nos permite elegir entre grabación por vídeo o fotografía de una manera automática; pero dentro del botón central podremos acceder otro menú con las opciones manual y semiautomáticas (llamado modo Experto), o acceder a el apartado Elegante, nombre elegido por Samsung para posicionar los Modos de disparo (Macro, Face Detection, Tono Rico o lo que sería HDR, Panorámica...). Modos que funcionan bastante bien, como por ejemplo el macro, el modo nocturno, etc... pero que son prácticamente automáticos.
Como podréis ver en el vídeo, el modo de disparo manual y semiautomático es totalmente táctil, y aunque el diseño es novedoso y bonito, resulta poco claro cuando empiezas a fotografiar en serio. La ausencia de histograma es otro de los puntos en contra que le veo; aunque tenemos que tener en cuenta que nos encontramos ante una cámara que, a pesar de su precio (recordemos su precio es de 499€), no deja de estar orientada un sector no-profesional, pues encima la cámara no fotografía en formato RAW, sólo en JPEG. El enfoque es aceptable en cuanto a su rapidez, y funciona de forma táctil. A la hora de disparar le podemos añadir filtros de varios tipos (Blanco y Negro, Sepia...) ya por todos conocidos en la mayoría de los modelos de cámaras no profesionales.
En cuanto al apartado del vídeo, la cámara dispone de varias formas de grabación, pero las que realmente merecen ser mencionadas son la de 1920x1080 a 30fps (HD) y el Slow Motion (720x480) a 120fps, del cual podéis ver un ejemplo en vídeo. La cámara graba fluidamente; aunque puede que en determinados momentos de baja luz podamos observar un cierto lag producido por el sensor. Eso si, el vídeo es completamente automático, no permite ajustes manuales de ningún tipo.
Calidad de imagen, un punto a favor
Hoy en día con buena luz es difícil que pocas cámaras compactas no respondan bien con ISOS bajas, por tanto en este caso, la prueba que quise realizar fue la de someter al sensor a exposiciones largas con diferentes sensibilidades (desde ISO 400 hasta 3200) para ver si el sensor que incorpora (el mismo sensor retroiluminado que lleva la WB850F), dejaba patente la mejoría de Samsung en este apartado, y debo decir que no funciona nada mal. Obviamente tenemos que tener en cuenta que no estamos ante un sensor muy grande, que además incorpora 16 megapixeles, lo que, a priori, hace que resuene la palabra ruido por todas partes sin haber hecho la prueba. A pesar de ello, como veis, los resultados son bastante aceptables. Desconozco si la cámara realizará alguna reducción de ruido por software, pero es muy posible que si, pues es una práctica muy habitual en cámaras de este calibre. Obviamente la nitidez disminuye notablemente a partir de ISO 800 (incluido), pero parece que el color no se resiente demasiado.
También realicé pruebas de exposiciones muy largas, llevando la velocidad a los 16 segundos que nos permite como máximo el obturador, y el ruido apareció, pero no en exceso.
A pesar de todo lo bueno que tiene el sensor, lo que no me llegó a gustar del todo es el WB de la cámara en automático. La cámara tiende a calidecer un poco las tomas; aunque es cierto que con exposiciones largas eso es algo habitual de cualquier cámara, las cuales registra más luz parásita (sea de la temperatura que sea, en este caso fue cálida). A pesar de todo en modo auto si que que se desvía un poquito, sea el tiempo que sea de exposición.
La conectividad, la primera arma de la Galaxy Camera
No hay duda que uno de los principales atractivos de esta cámara es su conectividad. Samsung ha incorporado a la Galaxy Camera la tecnología 3G y Bluetooth a la ya existe Wi-Fi de modelos como la WF850F, y ha creado la mejor cámara de fotos para compartir material hasta la fecha. Ya no hay limitación de lugar para poder compartir lo que queramos con todo el mundo.
Además de esto, Samsung ha incorporado la posibilidad de conectar varios dispositivos a la cámara para que inmediatamente se realice la fotografía se comparta con todos ellos, al igual que poder hacerlo posteriormente (¡incluso por tecnología facial!). No hay duda que es un gran punto a su favor, y además debo decir que funciona realmente bien, fluido y rápido (dependerá de nuestra red claro). Estuve trabajando con ella y un Samsung SII, y la tecnología All Share funciona muy bien.
Y obviamente de esta conectividad y el sistema operativo Android no podrían hacer mejores migas. El compartir nuestras fotos con todas las redes sociales es muy simple; ya que es como tener un terminal Samsung en nuestras manos para ello.
Android 4.1, la segunda arma debajo de la manga
Y esa conectividad de la que hablamos anteriormente no podría ser mejor recibida que por todas las apps de Google Play que nos permiten subir fotografías a la red, desde poder usar Facebook, Twitter, Instagram (viene de serie en el sistema operativo y no permite desinstalarlo) y similares (lo comento porque ya sabéis el revuelo de estos últimos días con Instagram), hasta el uso de otras aplicaciones como el Camera ZOOM FX, ProCapture...
Comentar que el uso del zoom óptico se puede usar en las aplicaciones que tengan posibilidad de hacer zoom, aunque nunca podremos hacerlo mediante el dial sino mediante las opciones que tenga cada aplicación. Por ejemplo, Instagram no permite hacer zoom, por lo que no tendremos esa posibilidad, al contrario que Camera ZOOM FX que si nos deja (entre otros).
En general, este punto para todos aquellos que hayan usado un smartphone o tablet Android de Samsung no verán prácticamente nada extraño.
Como curiosidad mencionar que, es una experiencia realmente interesante lo de poder hablar por Skype o jugar al Angry Birds con una cámara de fotos.
Conclusiones y valoración
No hay duda que nos encontramos ante una (¿)cámara(?) con las mayores novedades en cuanto a software y firmware del mercado, al igual que en cuanto a posibilidades de conectividad. La conectividad 3G, WiFi y Bluetooth es sin duda una experiencia única en una cámara de fotos y el poder compartir fotografías al instante, estés donde estés, hace que sea un gran punto a favor de la cámara, eso unido a la posibilidad de usar aplicaciones de retoque y otras tantas, hacen cobrar una nueva dimensión a la fotografía.
La calidad de imagen es bastante decente para tratarse de una cámara compacta; aunque es cierto que no es la mejor del mercado ni por asomo. Eso unido a un más que aceptable zoom la hacen una buena compacta por características. Lo cierto es que, si eres capaz de solventar las pequeñas pegas de los modos de disparo totalmente táctiles, no hay duda que es una buena cámara (y no sólo por disponer de una pantalla sublime para fotografía).
A pesar de todo, y de la gran cantidad de posibilidades que ofrece para editar imágenes, compartir, y usar un smartphone junto a una cámara (salvo por la imposibilidad de llamar), para 499€ se me antoja un poquito cara desde el punto de vista fotográfico.
Creo que la cámara aún tiene algo por mejorar en varios apartados, como por ejemplo en el de la batería que no posibilita más de 120 fotos si usamos la cámara con otras apps (a pesar de su método de ahorro de energía). Sólo me queda felicitar a Samsung, pues aunque el dispositivo aún tenga algunos fallos (y muchos de organización a mi parecer), ha conseguido lanzar un producto novedoso y que seguramente siente las bases de los próximos que veremos.
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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