Hace unos días hemos tenido, por fin, la oportunidad de probar por fin la estupenda Pentax K-5. También he podido compararla frente a mi Nikon D7000 que he recibido hace poco. Aunque dichas cámaras comparten el ya denominado “sensor de iso cero”, cada una tiene su estilo. Cuando la coges sientes el poder de esta gran cámara en tus manos.
Esta cámara que hace ya unos meses revolucionaba y sacudía el mercado, gracias a que el sensor de las Pentax K-5/Nikon D7000/Sony A580 está en la cima absoluta del Rango dinámico en la actualidad. Las Fuji S3 Pro y S5 Pro lograban puestos de cabeza gracias a la especial tipología de su sensor, pero con sus desventajas propias del sensor que llevaban. Más tarde, la Nikon D3X, sorprendió por un sensor que cuidaba muchísimo el ruido, pero es un sensor de mayor tamaño (formato full frame). Aún así el sensor de la Pentax K-5 (en DxOMark) se sitúa en cabeza, solamente seguido a una distancia casi inapreciable por la Nikon D7000. Sin embargo hay muchos detalles que las diferencian. Ambas son muy buenas cámaras, con unas magníficas prestaciones que harán dudar entre una y otra a muchos usuarios.
Primeras sensaciones de la Pentax K-5
Lo primero que me ha llamado la atención es su tamaño compacto como de cámara más “callejera” cosa que veo por una parte positivo pero por otra en cuanto a ergonomía pierde un poco. Además del estabilizador integrado de la Pentax me ha permitido realizar tranquilamente tomas hasta 1/30” sin mayor problema de trepidación. Aunque esto último es muy subjetivo y dependerá del pulso de cada uno. La Pentax K-5 cuenta con la función Shake Reduction y puede utilizarse para reducir el movimiento horizontal y vertical de la cámara o para conservar el nivel de la imagen pero decir que esto no compensa el desenfoque causado por el movimiento del motivo de nuestra toma. Para tomar fotos de objetos en movimiento, debes aumentar la velocidad de obturación como ya sabes.
Otra de las primeras cosas que me vino a la mente cuando llegó la Pentax, fueron las palabras de mi compañero Javier Prieto sobre la honesta revolución de Pentax cuando comentaba los análisis de DxOMark:
Hace apenas dos días que hablábamos de una pequeña revolución en el DxOMark, y aquí llega la Pentax K-5 para acabar de liarla, barriendo a las anteriores campeonas, con más rango dinámico que la Finepix S5 Pro, y con una puntuación global más alta que la 5D Mark II de Canon… ¡toma ya!
Me hubiera gustado escribir este artículo sobre la marcha, pero este pequeño retraso me ha permitido ver cómo la Red pasaba del estupor inicial al triunfalismo de los fans de Pentax y a las posteriores quejas tras fijarse bien en la palabra “smoothed“, en los tests. Yo, que suelo ser moderadamente moderado en estas cosas, estoy pasando por todas las fases a la vez.
El tema del “smoothed” tampoco es una novedad, y los chicos de DxO ya nos lo decían en Mayo: Pentax modifica sus ficheros RAW desde la K10D (y ha llovido desde entonces), aplicándoles una reducción de ruido forzosa dentro del propio fichero supuestamente crudo.
Pasados esos momentos iniciales en los que te das cuenta del monstruo que tienes en la mano, comienzas a pensar en su tacto frío y duro, que, a pesar de los recubrimientos de goma y plásticos que la cubren, no pueden ocultar su caparazón metálico de aleación de magnesio. A pesar de ello, la sensación es agradable. Revisando a fondo la cámara puedes ver que los recubrimientos llegan a todas las partes y que el sellado de la misma es muy bueno. Me resulto excesivamente ligera, casi acostumbrado al peso de otras cámaras.
En la parte trasera nos encontramos una pantalla LCD de 921.000 píxeles, que es más que suficiente para una muy buena experiencia de usuario. La pantalla superior LCD, con un diseño tradicional presenta, sin embargo, a mi modo de ver, un problema bastante tonto que, seguramente, con una actualización de firmware se soluciona. Dicho problema consiste en que esta pantalla se ilumina cada vez que pulsas el obturador a la mitad, cuestión que, en mi caso suelo utilizar bastante. Por lo demás está bastante bien y cumple perfectamente su función.
El cuerpo de la Pentax K-5
Una de las características destacadas de la K5 es precisamente su cuerpo de pequeño tamaño. Es más pequeña otras de categoría similar como las Nikon D700, D7000, D300, o las Canon 5D o 7D o la Sony Alpha 55. E incluso en relación a otras inferiores como la Canon 60D, Nikon D90. No tengo unas manos excesivamente grandes y aún así notaba sensación de tener algo pequeño entre las manos. Eso sí, en este modelo, a diferencia de otros, se hace imprescindible el uso de empuñadura o grip no solo para el disparo en vertical sino para un mayor agarre. Es de lo poco negativo que diré pero resulta bastante incómodo.
Hay una cosa más y es el slot de la tarjeta SD. En varias ocasiones me ha resultado excesivamente complicado sacar la tarjeta. Una pena este detalle, ya que estas cosas son las que terminan, con el uso diario, molestando al usuario por encima de la buena calidad de las tomas que permite. Hecho éste que comparada con su espejo en Nikon, la D7000, resulta bastante desfavorable además de que la D7000 lleva doble ranura de tarjetas. El resto de conectores y botones del cuerpo están siguiendo la línea de Pentax, muy correctos.
El Visor
Su visor de 0.92x, ya visto en la K7, y cobertura de visión del 100% se traduce en que si tuviste una Pentax antes, notarás que es más pequeño pero aquello que veas por el visor es lo que sale, algo así como el “what you see is what you get” que dirían los anglosajones. Algo que llama la atención en una cámara de su categoría es que solamente dispone de la posibilidad de 11 puntos de enfoque o 5 si optas por reducir, lo cual si has probado cámaras de esta categoría resulta algo extraño a la hora ver por el visor, al menos a mí, que me gusta tener todo activado a la hora de componer. De hecho, en este apartado queda muy lejos de los números de Canon y Nikon, a los que pretende hacer competencia.
Los Controles y el Menú de la Pentax K-5
Siguiendo la tradición pentaxera, están ubicados en sus posiciones normales. Botones para ISO, RAW, Liveview y el modo AF destacan junto a los dos diales habituales. Un detalle que me ha llamado la atención es el botón de bloqueo del dial, ya que a veces dejas la cámara en una posición dentro de la mochila y al moverse un poco ha cambiado. Vuelves a disparar y no te das cuenta. No sé si tiene mucha utilidad ya que, en mi caso, casi siempre disparo en manual y ajusto a mi gusto.
Una cosa que me volvió loco al principio, es el botón de función. Y no lo encontraba porque no está. A mi modo de ver una equivocación. Ahora deberás acostumbrarte a las teclas de desplazamiento. En fin una pena. Ya que cuando me dejaron en su día otras Pentax tenía toda su lógica.
Bueno algo que te llama poderosamente la atención es el modo Sv o de Prioridad a la Sensibilidad. Sí, no me he vuelto loco. Básicamente es un modo P pero con un funcionamiento contrario al auto ISO que tenemos en otras cámaras. Aquí eliges la ISO y automáticamente la cámara selecciona la velocidad de obturación y la apertura de diafragma. Con el modo TAv, o de prioridad a la apertura, es al revés, ajustamos la velocidad y la apertura y la cámara elige la ISO. Interesante para fotografía que requiera cierto grado de movimiento como es la fotografía deportiva. Decir que la ISO va de 80 a 51200 como ya sabemos de los resultados de DxOMark como comentaba al comienzo del artículo.
El menú resulta ser bastante sencillo de manejar así con multitud de opciones de configuración, y después de dos minutos trasteando con él te haces rápidamente a él. Entre las cosas a destacar está la posiblidad de Ajuste de Precisión de objetivos. Algo que juega un poco en su contra es que ha desaparecido el botón dedicado para el bracketing aunque siempre cabe la posibilidad de configurar un acceso directo a través del menú de configuración.
Resumiendo
Positivo:
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Tratamiento global de la imagen a pesar de probarla con el objetivo del kit, con el hándicap que ya suponemos
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Visor excelente.
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Nivel de calidad del ruido.
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Rango Dinámico, para qué mencionarlo.
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Construcción y acabados.
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Estabilizador. De lo que más me ha gustado.
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Menús con navegación fácil y en dos minutos te haces con ello.
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La pantalla LCD trasera.
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Mejorable:
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La Ergonomía ya que el disparo en vertical se hace incómodo aunque en todo lo demás resulta bastante agradable.
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Menús con navegación fácil y en dos minutos te haces con ello.
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Sistema de selección y cambio de punto de enfoque más rápido.
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Número de puntos de enfoque pequeño para una cámara de su categoría.
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Live View algo pobre. (Actualización: Este problema es corregido actualizando a la última versión de firmware)
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Slot de la tarjeta SD muy molesto.
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La pantalla LCD superior que se enciende al pulsar la mitad del disparador.
Como ya he dicho una cámara impresionante en cuanto a calidad del producto y los resultados que ofrece pero con algunos pequeños detalles ciertamente mejorables que esperemos en próximas actualizaciones la gente de Pentax mejore.
En Xataka Foto:
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