A punto de que llegue el mes de agosto, y las vacaciones para muchos, las cámaras para viajes toman especial protagonismo. Aprovechando que estamos en plena época de viajes y vacaciones hemos tenido la oportunidad de probar la Lumix TZ30, precisamente una compacta viajera que destaca en la ya reconocida gama TZ de Panasonic y con la que ya mantuvimos una primera toma de contacto.
La Lumix TZ30 cuenta con un potente zoom, un objetivo Leica de calidad, además de GPS integrado, que son solo algunas de las principales características por las que destaca y que analizamos a continuación.
Diseño robusto pero sobre todo delgado
Lumix suele acostumbrar a buenas construcciones en los cuerpos de casi todas sus cámaras. La gama TZ también. Y esta TZ30 no es menos. En las manos se aprecia la robustez, con ese revestimiento metálico que rodea el cuerpo y que acentúa esta sensación.
Su delgadez no sorprende, teniendo en cuenta que hoy en día encontramos cámaras tan ultrafinas, pero hay que tener en cuenta que contamos con un objetivo zoom de nada menos que de 20 aumentos, lo que ya ponte un punto positivo. Esconder un zoom tan potente, firmado por Leica, en un cuerpo así es un detalle que suele escapar a valoraciones, pero que hay que valorar en su justa medida. Un gran esfuerzo de diseño de los ingenieros para lograrlo y que se resuelve con acierto.
En cuanto a los controles, encontramos aquí algo más de debilidad. Su dial de modos es diminuto al igual que el resto de controles, que requieren precisión, especialmente para manos y dedos grandes. Con todo, el agarre de la cámara es cómodo, su peso es ligero pero no tanto como en modelos más básicos y posee una leve empuñadura pequeña pero en goma suficiente para mejorar su sujeción en las manos.
Además, encontramos casi oculto un pequeño flash integrado en el cuerpo, suficiente para salvar alguna situación y al que no se le puede pedir demasiado. Y en su parte posterior, encontramos la pantalla LCD de 3 pulgadas y 460.000 píxeles con un buen resultado, incluso a plena luz del día. Además, se trata de una pantalla táctil en la línea de los últimos modelos de Lumix, con opciones variadas y que se complementan con los controles aunque le sigue faltando capacidad para ser mucho más funcional.
Potente zoom de 20 aumentos
Como anticipaba, una de sus principales virtudes reside en su excelente objetivo. Se trata de un zoom LEICA DC VARIO-ELMAR de 20 aumentos y que parte de gran angular 24 mm (equivalentes) y resulta un gran acierto. Es una opción para lugares en los que necesitemos captar el máximo ángulo posible y que resulta muy útil. Además de esos 20x (24-480 mm equivalentes) también podemos alcanzar hasta 40 aumentos, aunque ya de forma digital y siempre contaremos con la ventaja de que el zoom está estabilizado con la tecnología de Panasonic Power OIS.
La apertura mínima es de 3.3 en su posición de angular y 6.4 en su mayor distancia focal. Aquí se echa algo de menos algo más de luminosidad, aunque desde Panasonic han intentado compensarlo con un sensor de mayor sensibilidad y que posee 14.1 megapíxeles.
Lumix TZ30: manual o con modos de escena para cada situación de un viaje
Como es de esperar, incorpora numerosos modos automáticos y escenas, tantos como para que alguno sea prescindible en muchas ocasiones (como el 3D en el caso de que no dispongamos de una televisión compatible), pero que a buen seguro ayudará en distintas situaciones si no queremos complicarnos.
Aunque si somos más exigentes siempre podemos acudir a los controles manuales y manejar la apertura y velocidad, no sin la cierta incomodidad de no disponer de controles exclusivos, pero con apoyo de la pantalla táctil.
El GPS, una utilidad excelente para el viajero
Hace ya algún tiempo que asistimos al geoposicionamiento en las cámaras digitales, poco a poco (quizás es algo que aún no termina de imponerse, pero lo está haciendo). En muchos casos como accesorios externos y cada vez integrado en las propias cámaras. Precisamente en una cámara concebida para viajeros se antoja como una utilidad excelente para el fotógrafo. Contar con información exacta del lugar donde se toma cada captura es muy útil y hay que valorarlo.
Además, teniendo en cuenta que estamos hablando de una compacta que mantiene un tamaño delgado y que el GPS ha tenido que sufrir un proceso de tecnología para miniaturizarlo e integrarlo en la misma. Además, obviamente, del software para manejar los datos de geoposicionamiento que nos otorga este complemento.
Su funcionamiento es simple y enseguida casi nos olvidaremos que está ahí. Si lo activamos tardaré muy poco en ubicarse y lograr la información exacta del lugar donde nos encontramos y la añadirá a los datos exif de cada toma. Eso sí, nos tenemos que asegurar que tras un cambio de ubicación importante (como tras un desplazamiento largo) tenemos que esperar un poco a que el GPS obtenga la posición exacta. Este tiempo puede variar según donde nos encontremos, pero si estamos en una zona exterior no más de un minuto o dos como máximo.
Un pequeño indicador luminoso en la parte superior nos indica que se encuentra en ese proceso e incluso se mantiene activo cuando apagamos la cámara durante un tiempo para no perder los datos de ubicación. Si nos encontramos en un interior el tiempo que tarda en encontrar la posición exacta puede variar algo más, incluso nos puede indicar que no hay suficiente señal para la misma.
Una vez obtenida, nos aparece en la pantalla el nombre del lugar y si pulsamos el botón correspondiente incluso nos mostrará un mapa con las localizaciones que hemos fotografiado (eso sí, tendremos que descargarlos del DVD y copiarlos a nuestra tarjeta de memoria). Sin mucha utilidad real, al tratar de ver un mapa sin demasiada resolución en una pantalla pequeña, pero sí muy útil cuando importamos las capturas en algún software son soporte para datos de geoetiquetado, como iPhoto, Lightroom… por ejemplo.
Si queremos mantener en todo momento al GPS trabajando para que vaya detectando cada posición, podemos activar en el menú el modo avión, aunque nos tenemos que despedir de la autonomía de la batería, ya que esto requiere mucho consumo de energía estando incluso la cámara apagada. Y eso que la batería ya de por sí no es la panacea de autonomía.
Calidad de imagen y de vídeo
Pasando a su respuesta en cuanto a calidad de imagen, tenemos que valorar que la Lumix TZ30 nos ofrece ayudas para compensar ciertas carencias. Estas limitaciones no son muy diferentes de cualquier compacta de esta gama, difícil mantener una excelente exposición con altas luces y sombras, pero para ello nos ofrece la opción HDR, que sí es digerible y nos ofrece una buena ayuda para casos complicados.
El resultado en cuando a rango dinámico y colores no sorprende, pero tampoco es nada desdeñable, si hay buena luz y tras varias pruebas, es posible sacar el máximo rendimiento de la cámara. Eso sí, para situaciones de poca luz, a pesar de alcanzar hasta 3200 ISO nos encontraremos con la presencia de ruido notable en las sombras. Aunque si bien hay que decir que no es muy acusado en exceso cuando encontramos algo de luz de apoyo. No es una cámara para interiores, ya que su flash tampoco servirá de mucha utilidad para conseguir colores fiables y una exposición correcta.
Aquí es donde más se echa en falta la posibilidad de tener archivos RAW, quizás sea la carencia más acuciada por los más exigentes.
En cuanto al vídeo, sus resultados son buenos. Capaz de tomar grabaciones en Full HD a 1080p y 60 fps (en formato AVCHD) o 30 fps (en MP4) y eso sí, como toda compacta y si hacemos uso de su zoom a máximas distancias, tendremos que disponer de un gran pulso. O casi mejor apoyar la cámara para ello, así evitamos el exceso de movimiento en los clips de vídeo. Otra ventaja añadida es que registra el sonido en estéreo gracias a su doble micrófono en la parte superior del cuerpo.
Lumix TZ30: conclusiones
Como hemos venido desgranando, las principales virtudes de esta compacta viajera residen en su excelente objetivo zoom, partiendo de un gran angular que seguro nos sorprenderá, además de ofrecernos un rango de distancias focales más que aceptable para múltiples situaciones. La calidad del objetivo firmado por Leica se podría poner como su principal virtud.
También hay que destacar su buen diseño, su delgadez, que posee controles manuales si queremos sacarle todo el partido y, por supuesto, por el GPS. Los viajeros lo encontrarán especialmente útil y así geolocalizar cada captura una vez descarguemos las imágenes con un software compatible con estos datos. También es positiva su velocidad de disparo (permite ráfagas de hasta 10 capturas o 5 con enfoque automático)
En la parte negativa hay que apuntar a su batería (recomendable llevar una segunda si vamos a movernos por lugares donde no es fácil encontrar un enchufe), sobre todo si mantenemos el GPS activo constantemente y lo mucho que suele tardar en cargarse la misma. Tampoco consigue unos resultados muy brillantes las capturas en interiores con escasa luz, así que donde se le puede sacar todo el partido es en exteriores y con cierta luz, ya que su objetivo no es muy luminoso y a pesar del esfuerzo del sensor en ser de alta sensibilidad, el molesto ruido empieza a aparecer enseguida y la calidad de imagen descender.
Con todo hay que apuntar que los resultados son, en líneas generales, muy aceptables, solo descienden cuando las condiciones de luz son más acuciantes, por lo demás encontraremos una buena reproducción de colores y una interesante cámara como compañera ideal de viajes.
A continuación tenéis una galería de muestras, que también podéis ver a toda resolución en Flickr.
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