Presentada hace dos meses, la Nikon Z6 II llegó con la premisa de hacer evolucionar a su antecesora, la Nikon Z6, en la lucha por conseguir el trono de las cámaras sin espejo full frame. Sin embargo, sus escasas novedades dejaron un poco fríos a crítica y público; nosotros ahora hemos tenido la oportunidad de probarla y os contamos nuestras impresiones.
El modelo anterior, junto a su hermana Z7, ya arrojó algunas controversias (ranura única para tarjetas, autonomía...); sin embargo, todo el mundo entendió que se trataba de la primera generación de un nuevo sistema. De ahí el interés por comprobar las novedades que traían sus sustitutas, y de ver si se introducían todas las mejoras pedidas por los usuarios para lograr hacer frente a una difícil competencia.
En particular, interesa comprobar también cómo se iba a diferenciar esta Nikon Z6 II de la Z5, un modelo que salió el pasado verano situándose un nivel por debajo en cuanto a precio, pero muy cercano en sus especificaciones como os contamos en su análisis.
Y claro, qué mejor que hacerlo a través de una review; aunque haya sido más breve de lo que nos hubiera gustado. Por este motivo, y por el hecho de que la Nikon Z6 II tenga pocas novedades respecto a la Z6, nuestro artículo lo vamos a centrar en hablar de lo que ha cambiado y lo que no en esta cámara. Pero antes, como siempre, veamos sus principales características:
Especificaciones de la Nikon Z6 II
SENSOR | CMOS de 35,9 mm x 23,9 mm tipo FX |
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RESOLUCIÓN EFECTIVA | 24,5 Mpíxeles |
PROCESADOR | Doble procesador Nikon Expeed |
DISPARO EN RÁFAGA | Hasta 14 fps. |
SISTEMA AF | 273 puntos AF detección de fase híbrida/ de contraste con ayuda AF |
SENSIBILIDAD | De 100 a 51.200 ISO (ampliable a 50-204.800) |
ESTABILIZADOR | Desplazamiento del sensor de imagen de 5 ejes |
VISOR | OLED de 3.690 K con cobertura del 100% aprox y 0,8 aumentos |
PANTALLA | LCD TFT de 3,2' y 2.100 K puntos, táctil con inclinación y ángulo de visión de 170° |
ALMACENAMIENTO | Doble ranura (tarjetas XQD/CFexpress y SD UHS-II) |
RESOLUCIÓN VÍDEO | Hasta 3.840 x 2.160 30p (progresivo)/25p/24p y 60p en formato MOV y MP4 |
CONEXIONES | WiFi 802.11b/g/n/a/ac Bluetooth 4.2 y conectores USB Tipo C, HDMI Tipo C y minijack de entrada/salida audio |
ALIMENTACIÓN | Batería de iones de litio EN-EL15c |
DIMENSIONES | Aprox. 134 x 100,5 x 69,5 mm |
PESO | Aprox. 615 gramos solo cuerpo (705 gramos con batería y tarjeta de memoria pero sin la tapa del cuerpo) |
PRECIO | 2.849 euros con objetivo Nikkor Z 24-70mm f4 |
Diseño y ergonomía
Comenzamos nuestos análisis, como siempre, hablando del aspecto de la cámara y cómo sus formas nos ayudan en su agarre y manejo. Pues bien, lo primero que hay que decir es que, evidentemente, casi nada ha cambiado respecto a la Nikon Z6 y se mantiene el mismo diseño con unas formas que nos pueden gustar más o menos pero, sin duda, tienen personalidad propia.
Casi nada ha cambiado respecto a la Nikon Z6, pero por fin se ha añadido la doble ranura para tarjetas de memoria
El único cambio en el cuerpo, y que es una de las principales novedades de este modelo, es la incorporación de una doble ranura para tarjetas que ahora sí está presente. Por tanto, se rectifica uno de los puntos más polémicos del primer modelo, el hecho de que tuviera una sola ranura y que ésta fuera para tarjetas XQD, un formato de futuro pero aún poco extendido.
Ahora por fin la cámara tiene compatibilidad con memorias CFexpress y añade otra ranura para tarjetas SD UHS-II, con lo que se puede establecer una estrategia de backup, decidir que las fotos en JPEG vayan a una memoria y los RAW a otra, etc. En este sentido podemos decir que la evolución es la adecuada, aunque seguimos sin entender qué o quién fue responsable de que esto no fuera así desde el primer modelo.
Por lo demás, ya decimos que nada ha cambiado (aunque a sus posibles compradores les interesara saber que ahora sí será posible montar una empuñadura para mejorar el disparo en vertical y añadir más autonomía). Así que nos remitimos a lo que dijimos sobre este apartado en el análisis de su antecesora: la cámara mantiene esa sensación de robustez característica de la marca, a pesar del menor tamaño. También mantiene, cómo no, una de las cosas que más nos gustaron desde que tuvimos oportunidad de tenerla en las manos en la Photokina 2018: su excelente grip, una empuñadura que permite sujetarla de forma muy segura y cómoda.
En cuanto a los controles, todo está igual, y por tanto mantiene el sistema de control que resultará familiar a los ya usuarios de la casa o quienes hayan tenido una Nikon anteriormente. Eso sí, tal y como comentamos respecto a la Z6, al estar insertados en un cuerpo más reducido que el de una réflex, hay acciones que resultan un poco más complicadas de llevar a cabo.
Por ejemplo, cosas como cambiar entre las distintas sensibilidades o compensar la exposición, lo cual se lleva a cabo pulsando el botón correspondiente (situado junto al disparador) y moviendo la rueda de control principal, resulta pelín incómodo por la cercanía de los botones; y lo mismo con los útiles (pero un poco difíciles de accionar) botones de función personalizables Fn1 y Fn2 situados en el interior de la empuñadura, junto a la bayoneta.
En cualquier caso cuestión de acostumbrarse porque no podemos decir que haya nada mal implementado, si acaso no estaría mal tener la típica rueda para elegir entre AFS, AFC o MF, y nos sigue molestando el sistema de bloqueo del zoom del objetivo de serie (el Nikon Z 24-70mm f/4 que viene en el kit y es el que hemos usado en nuestra prueba). Resulta incómodo, duro y lento tener que desbloquearlo cada vez que encendemos la cámara, y encima tampoco es que se gane una barbaridad de espacio al plegarlo.
Por supuesto también hay que hablar del visor y la pantalla, que tampoco han cambiado respecto al modelo anterior. De la LCD trasera ya dijimos que es cuestión de gustos, y a nosotros nos parece que este tipo de pantallas que no tienen mucha versatilidad son suficientes y más seguras para la fotografía; sin embargo, es cierto que si pensamos en el vídeo, para el que este modelo estaría semiorientado, quizá sería más adecuado una LCD con mayor capacidad de movimiento.
Sobre el EVF, aunque también sigue siendo el mismo, lo cierto es que en este caso no se le pueden poner pegas. No sólo no necesitaba mejoras sino que, en esto sí, sigue siendo sin duda uno de los mejores visores electrónicos del mercado, y un buen argumento para que los Nikonistas más tradicionales y reticentes se convenzan de las bondades de este tipo de visores.
Rendimiento y enfoque
Con lo del visor ya hemos entrado en el tema de cómo se comporta la cámara una vez nos diponemos a hacer fotos. En este asunto hay que empezar señalando la otra gran novedad (junto a la doble ranura para tarjetas) que trae la Z6 II: su doble procesador Expeed. Es decir, si antes la cámara sólo tenía un chip de este tipo, ahora son dos con lo cual aumenta considerablemente la velocidad de proceso y, consecuentemente, el rendimiento del dispositivo.
Ciertamente el funcionamiento es muy fluido (como era de esperar de una cámara de este precio), pero es muy difícil saber si la cámara es realmente el doble de rápida que la anterior. Sería necesario tener ambos modelos uno al lado de otro, y aún así... Por eso hay que fijarse en datos objetivos, como uno que siempre suele llamar la atención: el disparo en ráfaga. Un dato que sube desde las doce fotos por segundo hasta las catorce (máximo).
Otra de las grandes novedades viene por el doble procesador que permite aumentar la velocidad de uso y, en particular, de disparo
La diferencia no es mucha, ciertamente, pero los 12 fps ya eran un dato bastante bueno, y aunque el salto no sea muy grande, desde luego 14 disparos está muy bien. Además, en la práctica la ráfaga parece infinita y la cámara no se cansa de hacer fotos indefinidamente (aunque está limitada a 200 de forma predeterminada), incluso aunque estemos grabando en JPEG+RAW.
En esto sí que seguramente se note el salto de un modelo a otro, pero de todos modos sigue siendo una cámara que claramente no está pensada para fotografía de deportes o acción rápida. El dato de la velocidad de disparo podría hacer pensar que sí, pero el blackout es muy, muy evidente, y hace que al disparar en ráfaga perdamos de vista lo que estamos intentando capturar.
Por otro lado, y con esto ya entramos en el apartado dedicado al enfoque, para ser una cámara de acción tendría que mejorar bastante. Este es otro de los puntos que generaron menos entusiasmo entre los nuevos usuarios y, como dijimos en el análisis de la Z6, el AF "no es que sea malo pero sí claramente peor que el de las réflex pro de la casa y también por detrás de la competencia". Por eso que la Z6 II lleve el mismo sistema AF puede ser considerado una decepción.
No es que el enfoque sea idéntico, pero sí que las mejoras introducidas en el sistema bien podrían ser asimilables a las que se consiguen con el modelo anterior gracias a las actualizaciones de su software interno publicadas, en especial desde que el firmware 2.0 introdujo el Eye-AF en las Nikon Z6 y 7.
Así, en nuestra breve experiencia nos ha dado la impresión de que el AF de seguimiento es bastante mejorable y el Eye AF algo errático. Además, no nos gusta que no se pueda elegir el punto AF directamente con el dedo si estamos mirando por el visor. Por tanto, seguramente el AF siga siendo el talón de Aquiles de este modelo, que aunque haya mejorado parece seguir por detrás de la competencia.
Y es que hay que tener en cuenta que el "eterno rival" ha dado un gran paso adelante en este sentido con sus últimos modelos, en particular la Canon EOS R6 que sería competencia directa de esta Nikon (junto a la Sony A7 III, que ya rivalizaba con la Z6).
Por lo que toca al vídeo, hay que decir que la cámara viene con la promesa de una novedad, la grabación en vídeo 4K a 60p. Si decimos "promesa" es porque esta opción no llegará hasta febrero vía actualización de firmware; así las cosas, lo cierto es que no le hemos prestado mucha atención a este tema ya que, de momento, la calidad de vídeo 4K 30p es la misma que el modelo anterior. Por ello nos limitamos a adjuntar un par de vídeos de prueba para que os hagáis una idea más directa de los resultados (buenos, ciertamente).
Y para el final hemos dejado el tema de la autonomía, otro asunto controvertido en la Nikon Z6 cuya cifra declarada era de unos 300 disparos. Un dato que, como comprobamos, era muy conservador. Ahora la cámara incorpora una nueva versión de la misma batería, ahora llamada EN-EL15c, que es un 20% más capaz que la versión B de la Z6; a pesar de lo cual cifran la autonomía en poco más de 400 fotografías.
Esto sigue pareciendo extremadamente conservador a tenor de lo que hemos podido experimentar nosotros. Como ya hemos mencionado, nuestra prueba fue breve por lo que no pudimos comprobar este extremo como nos hubiese gustado, pero aún así llegamos a hacer 1.100 fotografías y unos pocos vídeos con una única carga. Así que, en este sentido, nos parece que es un tema que no debe preocupar a los posibles compradores.
Calidad de imagen y nivel de detalle
Llegamos al apartado siempre crucial que, por esta vez, rebaja un poco su importancia dado que hablamos de una cámara que conserva casi intactas las características del modelo anterior, especialmente el sensor de imagen. Por tanto, los resultados que podemos esperar son equivalentes a los de la Z6, lo cual no significa que sean malos, sino todo lo contrario.
Y es que si la calidad de imagen de su antecesora era sobresaliente la Z6 II conserva esta bondad, y ofrece un excelente nivel de detalle. En lo que quizá podría haberse notarse un cambio (a mejor) es en el ruido en ISOs altos, pero la verdad es que el resultado del modelo anterior era ya tan bueno que es difícil notarlo. Así, una vez más vemos como el ruido está muy controlado hasta el entorno de los 12.800 ISO y ofrece un excelente rango dinámico gracias a la utilización de un sensor ISO Less.
En este sentido nada que achacarle a la Z6 II; aunque sí es cierto que incorporar un nuevo sensor de mayor sensibilidad hubiera sido un buen argumento para dejar de compararla con la Nikon Z5 ya que, si tomamos el precio como principal argumento, sigue pareciendo que quizá merece la pena comprarse esta última ya que es sensiblemente más barata. Pero ya sabemos cómo es el mercado de cámaras fotográficas en la actualidad, donde a veces las diferencias entre modelos de distintas gamas es una cuestión de detalles.
En cualquier caso, como siempre, lo mejor es que comprobéis vosotros mismos los resultados gracias a las imágenes de muestra que adjuntamos en nuestra habitual galería de muestras:
Nikon Z6 II: la opinión de Xataka Foto
Llegados al final del análisis y al momento de aportar conclusiones, no podemos sino volver a recordar algo de lo dicho en la review del modelo anterior: "la Nikon tiene muchas cosas positivas, como el visor, los maravillosos menús de toda la vida y un parque de objetivos mucho mayor gracias al adaptador. Y han sabido aprovechar la tecnología de la estabilización de los cinco ejes. Pero queda ese punto intangible para ser un producto más redondo".
Esta una cámara un poco más "redonda", con mejoras en varios aspectos pero con cambios bastante escasos que no justifican una renovación si ya tienes una Z6
Pues bien, esta segunda versión es un poco más "redonda", arreglando cosas que casi eran imperdonables en la primera versión (lease, segunda ranura para tarjetas), aumentando la velocidad y mejorando en un apartado que claramente era susceptible de ello (hablamos del AF); sin embargo los cambios son bastante escasos, incluso demasiado teniendo en cuenta el tiempo pasado y que la competencia aprieta.
De hecho, incluso con las mejoras introducidas la cámara sigue estando por detrás de la competencia en el terreno del AF, habiéndose perdido una gran oportunidad para dar un paso de gigante introduciendo el sistema 3D de las réflex profesionales de la casa. También podrían haber arriesgado un poco incorporando una pantalla totalmente giratoria para orientarla un poco más al vídeo; pero siguen nadando entre dos aguas con una cámara híbrida todoterreno que da la talla en ambos terrenos pero sin sobresalir demasiado.
Por supuesto hay que hablar del precio, uno de los puntos flojos del modelo anterior y que también ha mejorado ya que la nueva cámara es un poco más barata que la anterior (alrededor de 300 euros sólo el cuerpo). Algo que pocas veces suele suceder y que, desde luego, es de agradecer y hace el modelo un poco más atractivo.
Aún así, parece claro que la actualización no aporta lo suficiente como para comprarla alguien que ya tenga una Z6. Eso no quiere decir que las mejoras introducidas no merezcan la pena, y de hecho esto es algo que podemos decir de (fácilmente) el 80% de las cámaras que probamos, pero sí parece claro en este caso. Sin embargo, eso no invalida el hecho de que la Nikon Z6 II sea "un pasito más" para convencer a los Nikonistas de que se pasen a las sin espejo.
9.1
A favor
- Gran calidad de imagen y nivel de detalle
- Excelente visor electrónico
- Rendimiento y autonomía mejoradas
En contra
- Aunque ha mejorado, el AF sigue sin destacar
- Escasez de novedades respecto a la Z6
- Precio aún alto
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Nikon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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