La Nikon Z fc es una de las grandes apuestas de este año de la popular marca. Para llamar la atención ha diseñado un modelo inspirado directamente en una de sus cámaras más míticas, la Nikon FM2 que tan buenos recuerdos nos traen a lo que peinamos canas. Este nuevo modelo sigue la tendencia clásica en el diseño que inauguró Fuji con su ya famosa serie X. Esta nueva cámara cuenta con un sensor APS-C de 20.9 MP y puede marcar un cambio de rumbo en la marca.
La Nikon Z fc ha nacido con un aura de éxito. A propios y extraños nos ha encantado el diseño retro de una cámara que recupera los orígenes de la marca; realmente lo único que cambia respecto a la Nikon Z50, modelo con el que comparte el sensor APS-C de 20,9 MP, el procesador, el visor y la pantalla... Básicamente es la misma cámara vestida de homenaje. Y ese es precisamente su fuerza. Un recuerdo a los tiempos pasados en los que Nikon marcaba tendencia.
Desde el momento en el que salió los fotógrafos nostálgicos queríamos probarla. Trabajar con una cámara con diales da la sensación de volver a los tiempos en los que las cámaras duraban toda la vida, eran sencillas de manejar y todo dependía de nosotros... Pero precisamente es eso, una sensación, muy agradable, eso sí, para los más veteranos (desconozco la sensación que puede provocar a los Millenials).
El diseño es lo más importante de este modelo. Y es el punto por el que destacará esta cámara en el mercado.
El diseño de las cámaras es una de las cosas más interesantes que podemos estudiar a lo largo de los años. Resumiendo mucho, podemos empezar con la estética de las cámaras de fuelle plegables, luego el aire minimalista y rotundo de las Leica, para llegar en los años setenta al diseño de las réflex inspirado en las telemétricas.
Todo cambió en los años 80 cuando el gran Colani presentó la Canon T90, una cámara ergonómica por su gran empuñadura y rotunda que ha sido copiada hasta la saciedad. Y en el presente todo ha vuelto a los tiempos pasados gracias a la gran apuesta de Fujifilm. Y ahora Nikon, después de la extraña Nikon Df, una réflex excelente que se vio muy poco, vuelve a homenajear a sus grandes iconos.
¿Qué es lo que destaca en la Nikon Zfc? Como ya hemos dicho, en esencia es una Nikon Z50, así que lo más llamativo es:
- Sensor CMOS de 20,9 MP.
- Visor OLED de 2,36 millones de puntos.
- Pantalla táctil trasera totalmente articulada de 1.04M puntos.
- Ráfaga de 11 fps con AF (9 fps con Raw de 14 bits).
- Vídeo UHD 4K 30p.
- Diales propios para la exposición.
El diseño es lo que hará destacar esta cámara en el mercado. Hubiera sido ideal que presentaran una cámara de formato completo con las mismas características que una Z7 II, por ejemplo, con el aspecto y el tacto de una FM2, o por qué no, con el de una F3... Dependerá del éxito que tenga esta Z fc para verla, seguro.
Nikon Z fc, principales características
Sensor de imagen | DX, CMOS, 23,5 mm x 15,7 mm 20,9 MP |
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Procesador | EXPEED 6 |
Sensibilidad ISO | 100-51200 ISO |
Sistema de enfoque | Detección de fase híbrida/AF de detección de contraste con ayuda AF (209 puntos) |
Montura | Z |
Pantalla LCD | pantalla LCD abatible TFT táctil con ángulo de visión de 170° (3" y 1040 k) |
Visor | Visor electrónico OLED de 1 cm y de aprox. 2 360 000 puntos (XGA) |
Formato de imagen | RAW, jpeg |
Formato de vídeo | MOV, MP4, compresión H.264/MPEG-4 |
Almacenamiento | D/SD, SDHC (compatible con UHS-I), SDXC (compatible con UHS-I). Una sola ranura |
Conectividad | USB tipo C, HDMI tipo D, audio 3,5 mm, WiFi IEEE 802.11b/g/n, Bluetooth versión 4.2 |
Batería | Recargable de ion de litio One EN-EL25 |
Dimensiones | 134,5 x 93,5 x 43,5 mm |
Peso | 445 g con batería y tarjeta de memoria |
Precio | 1.299 euros (con el Nikkor Z DX 16-50mm f/3.5-6.3 VR Silver Edition ) |
Diseño y ergonomía
Esta cámara nunca te las vas a comprar por sus prestaciones, iguales a las de otros modelos de la marca. Son muy buenas pero este modelo entra por los ojos. No es un diseño nuevo, es un homenaje a las mejores cámaras de la marca. Y es algo que Fuji entendió antes que nadie.
Es verdad que Nikon lo intentó con la Df, pero aquella réflex de formato completo estaba inspirada en los modelos originales pero no se parecía mucho debido a su grosor. La Nikon Z fc es un clon de la FM2, sobre todo si le pones un objetivo manual de la época (con el adaptador).
La Nikon Z fc es un clon de la FM2. Pero algo se tuerce cuando la sujetas. No tiene el mismo peso que aquellas cámaras. Es más ligera
Pero algo se tuerce cuando la sujetas. No tiene el mismo peso que aquellas cámaras. Es más ligera. El material elegido es una aleación de magnesio, el mismo que el de las cámaras profesionales de Nikon. Pero la FM2 pesa 540g y esta no llega a los 450 g. La diferencia, para los veteranos, se nota. Es una sensación personal que seguramente tendrán muchos más fotógrafos canosos.
Así que en esta cámara el control depende de los diales de aluminio -con la información grabada y pintada- para evitar que se pierda por el uso. Eso sí, tienes dos ruedas sin fin, que podemos manejar con el pulgar o con el índice, si queremos disparar en Prioridad al diafragma o a la obturación. Nos faltará el anillo de diafragmas que solo tendremos con objetivos antiguos.
El acabado es metálico plateado en la placa superior y negro en el resto del cuerpo, con el complemento del objetivo metálico del kit, el Nikkor Z DX 16-50mm f/3.5-6.3 VR Silver Edition... Ya hablaremos sobre él.
Encima de la pantalla encontramos los botones de reproducción, borrado y visualización de la imagen en el monitor y en el visor. En el otro lado tenemos el botón AE-L/AF-L y uno de los diales de control.
A la derecha de la pantalla LCD vemos los botones de información, zoom de la imagen y el acceso al menú. También hay teclas de dirección en torno al botón 'Ok'. Esta cámara no incluye un joystick de punto de enfoque automático dedicado, como ocurre con la Z50.
Es verdad que si compramos esta máquina deberíamos usar el modo Manual, peor yo he seguido fiel a la Prioridad al diafragma.
A la izquierda del panel superior, justo debajo del dial dedicado al ISO, tenemos una palanca que nos permite elegir el Modo de exposición... Y es la que manda. Según donde la coloquemos, así responderá la cámara. Es verdad que si compramos esta máquina deberíamos usar el modo Manual, pero yo he seguido fiel a la Prioridad al diafragma.
Así solo tenemos que elegir el diafragma con la rueda sin fin que controlamos con el índice de la mano derecha y empezar a disparar. No tenemos la palanca de avance de película desgraciadamente... Seguro que a alguien se le ocurre venderla, como ocurre con las Fujifilm X100.
A la derecha de la suerte de pentaprisma -donde no encontramos un flash retráctil- podemos elegir el tiempo de obturación en un dial y en otro la Compensación de exposición. Además tenemos el pequeño disparador con la palanca de encendido y un minúsculo botón de vídeo.
En la parte inferior está la trampilla compartida de la batería y la única ranura para la tarjeta SD... Sí, solo tiene una. ¿Homenaje a los tiempos pasados o falta de espacio en el cuerpo?
El visor electrónico, con tecnología OLED, es el mismo que el de la competencia en el mismo rango de precio. Idéntico al de la Z50 o con la misma cantidad de píxeles que la Sony A6400. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, no echamos ya de menos los visores ópticos. En este caso han aprovechado el espacio del pentaprisma original de la FM2 para colocarlo junto con el gran ocular redondo que tan buenos recuerdos nos trae.
Respecto a la ergonomía puede que nos cueste pasar de la cómoda empuñadura que cada vez incorporan más modelos, como la gama A7 de Sony, pero la idea era volver al pasado. De todas formas se puede ver en la página de Nikon que está disponible la empuñadura GR-1.
Esta cámara se sujeta perfectamente y permite trabajar con seguridad. Además el cuerpo es menos voluminoso que el diseño que propuso Colani. Y quien haya tenido en las manos cualquiera de las Fuji X, sabrá que no hace falta un cuerpo ergonómico para trabajar sin descanso durante muchas horas.
Es un acierto en todos los sentidos. Todo está a la vista y no dependes de las uñas para cambiar los parámetros de toma. Incluso el detalle de la pantalla abatible permite confundir a los menos experimentados y hacer creer que has vuelto a sacar tu cámara de carrete. Y destacar que se queda bien fija a la hora de pegarla al cuerpo.
De hecho esta pantalla es la única de las Nikon Z que permite tanto movimiento y que convierte a la Z fc en una cámara perfecta para el mundo de los vloggers. No es una pantalla que destaque por sus prestaciones, pero cumple con creces su función.
Cómo trabajar con la Nikon Zfc
Está inspirada en un modelo clásico y mítico. Es imposible que sea exactamente igual, aunque hubiera sido curioso que hubieran puesto en la parte trasera de la pantalla el hueco para colocar el trozo de cartón que nos recordara la película que estábamos usando... Tal como hace la Fuji X-Pro 3. Pero no es así.
El hecho de poder esconder la pantalla nos da la sensación de poder trabajar con una cámara de carrete. Y la sensación es buena. Pero tenemos entre las manos una digital de última generación y como tal la tenemos que configurar.
Es una Nikon Z50 vestida con las mejores galas posibles. Eso quiere decir que tenemos que entrar sí o sí en el menú y elegir el formato, la cantidad de bits (por favor siempre 14, salvo casos muy contados), y por supuesto el tipo de enfoque, aunque bien pensado puede ser un bello homenaje trabajar siempre en manual.
Una vez configurado el menú según nuestras necesidades y gustos nos toca lidiar con los diales de la cámara. Es muy sencillo para los mayores, pero puede ser un problema para los que nunca han manejado algo semejante.
Siempre me llamará la atención que un adolescente le cueste llamar por teléfono con uno de antes de los 80 o escuchar música con una cinta. Pues me temo que con esta cámara pasará lo mismo. Lo primero es elegir el modo de exposición con el que quieres trabajar.
Durante toda la prueba he querido sentir las sensaciones de un FM2, así que he escondido la pantalla. Exactamente igual que hago con todas las cámaras que lo permiten. Nos hemos acostumbrado a trabajar con ella, pero si nos olvidamos nos acercamos más a lo que se hacia antes. Cada uno tendrá que decidir si es útil o no hacerlo.
Cuando he colocado la cámara en el trípode sí que he puesto la cámara en manual y he hecho uso de la pantalla, que no destaca por su brillo ni por su nitidez pero permite encuadrar y enfocar sin problemas. Y el botón de profundidad de campo, al lado del objetivo, funciona a la perfección para aquellos que quieren verla antes de hacer la foto.
El diseño invita a trabajar como antaño, y si nos atrevemos a esconder la pantalla, os aseguro que lo conseguiréis. Otra cosa es que os interese u os deis cuenta de que lo que importa es la fotografía en sí, no cómo está hecha.
Seguro que habrá gente que se queje de tener solo una ranura para tarjetas SD, pero a los veteranos les dará igual. Con un único carrete te la jugabas igual cuando tenías que atravesar varios arcos en los aeropuertos, por ejemplo...
La calidad de imagen
Está cámara no depara ninguna sorpresa en este aspecto. Funciona exactamente igual que la Nikon Z50. Las diferencias son mínimas pero no en este campo.
Hasta 12.800 ISO el ruido se puede controlar. Es curioso pero todavía no se puede revelar con ninguno de los reveladores habituales (incluso Lightroom es incapaz de leer los JPEG, muy raro). Como siempre suponemos que el archivo RAW de 14 bits permitirá una mejora calidad de imagen.
La reproducción del color es fantástica a lo largo de todas las sensibilidades y el único pero que puede tener el modelo probado es el objetivo. Todavía no entiendo la manía de los fabricantes de ofrecer un kit en el que el objetivo es un zoom poco luminoso, el Nikkor Z DX 16-50mm f/3.5-6.3 VR Silver Edition. Cierto que sirve para bajar el precio pero siempre me ha parecido como tirarse piedras al propio tejado.
Esta cámara merece un objetivo fijo con una buena luminosidad. Un 50 mm f1.8, igual que el que daban antes, no sería mala idea. Pero como el sensor es APS-C tendría que ser uno que compense el famoso factor de recorte.
A pesar de todo la nitidez de las imágenes es muy buena. Pero si tenemos entre las manos un homenaje a la FM2 duele tener que utilizarlo con un zoom semejante. Aunque a los más jóvenes del lugar esto no les importe.
Hay que destacar, como ocurría en la Z50, la rapidez de enfoque a pesar del objetivo. Las cámaras sin espejo despliegan todo su poder cuando ponemos el AF-C. Para la mayoría de las ocasiones es perfecto. Yo solo para al enfoque simple cuando trabajo con trípode o el objeto que quiero enfocar está al fondo del encuadre.
Nikon Z fc: la opinión de Xataka Foto
Esta cámara es un cambio de vestimenta. Un homenaje a otros tiempos. Por dentro sigue siendo la misma Z50 que nos gustó hace tiempo. Las diferencias son mínimas:
- Ha perdido la cómoda empuñadura y el flash.
- Ha ganado una conexión USB-C (más moderna).
- Más movimientos de la pantalla abatible.
- La posibilidad de utilizar el Eye-AF durante la grabación de vídeo.
La Nikon Zfc es una cámara para nostálgicos, para los que vamos al Rastro de Madrid y nos detenemos a tocar las viejas cámaras en los puestos aunque estén rotas. Pero que no queremos renunciar a todas las ventajas actuales.
Como hemos dicho más arriba, es una pena que no sea una cámara de formato completo. El homenaje hubiera sido completo. Pero hay que reconocer que el sensor ofrece una gran calidad que será más notable con un objetivo a la altura.
La cámara es para los que vamos en masa a ver todos los remakes de las películas de los 80. Pero seguro que les gustará a muchos de los que empiezan y comprueban que los diales son más prácticos que cientos de botones programables. Quién los ha probado siempre quiere volver.
Es una cámara perfecta para no llamar la atención por la calle, salvo en reuniones de fotógrafos. Es pequeña y ligera y como dijímos en el análisis de la Z50, quizás su enfoque no sea tan rápido como el de la competencia. Pero seguro que con actualizaciones de firmware mejorará.
Pero la Nikon Z fc puede inaugurar una nueva categoría dentro de Nikon. Puede ser su tabla de salvación. Un modelo de calidad, con un precio muy ajustado y que es accesible para los que vimos en los escaparates, y utilizamos, aquellos modelos espartanos.
Lo ideal hubiera sido tener en manos una cámara como la FM2, pero es inimitable. Era enteramente mecánica e infalible en todos los sentidos. Esta cámara nos ofrece resultados muy buenos en cualquier situación. Y tiene carencias, importantes para muchos, como la ausencia de estabilizador o la única ranura para la tarjeta SD...
Es la mezcla de dos mundos y ha salido un híbrido perfecto para fotografiar. De hecho, a muchos de mis alumnos les recomiendo la Z50 y ahora les hablaré de la Nikon Z fc. Hay que reconocer cuándo se hacen bien las cosas.
9.2
A favor
- El diseño retro
- Calidad de imagen
- Facilidad de uso
En contra
- Duración de la batería
- Sin estabilizador de imagen en el cuerpo
- Trampilla compartida para batería y tarjeta
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Nikon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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