Afrontamos en el artículo de hoy, el análisis de la Nikon Df, uno de los modelos más esperados en los últimos tiempo, por la gran espectación que ha generado este modelo.
Un modelo donde convergen los avances tecnológicos más punteros con un diseño retro donde, digásmolo, hay ciertos aspectos que serían importantes mejorar en una futura evolución de esta cámara. Sin embargo, hemos de añadir, también, que estamos ante una de las mejores cámaras de los últimos años.
Nikon Df: Diseño sí, ergonomía no tanto
Podríamos resumirlo así. Un diseño atractivo, un diseño pensado para aquellos usuarios que añoraban el estilo de aquellos años del carrete y que han visto como el diseño actual de las cámaras modernas, con líneas suaves pero casi siempre en negro, no les gusta. Eso sí olvídate de la ergonomía. Olvídate de preparar rápidamente la cámara con un par de movimientos de tus dedos como en cualquier otra Nikon u otra réflex de otra marca.
La Nikon Df es para tener calma. Para vivir el espíritu de los vídeos que Nikon nos mostraba hace unos meses. Tal vez en su afán de reproducción de aquellas cámaras de aquellos maravillosos años este modelo ha perdido la rapidez que permiten otros modelos de Nikon. Es curioso, puesto que el kit de venta con el nuevo AFS Nikkor 50mm f/1.8 hace presuponer que es una cámara para fotografía de viajes, fotografía callejera, reportaje o incluso retrato. Tal vez, desde luego en fotografía callejera la inmediatez que nos puede suponer el ver una escena y disparar hagan que este modelo no sea el más indicado.
Su visor óptico es una auténtica maravilla. Es el mismo que monta la Nikon D800, con una magnificación de 0.70x y una cobertura del 100%. Además, cuando se monta un objetivo DX, automáticamente en el visor se muestra el recorte correspondiente para poder trabajar con ese área.
Leí hace tiempo que alguien dijo: "Sensor de la D4 Sensor, interfaz o diseño de la F3". Es cierto. Cuesta volver a manejar un modelo así. Supongo que pasados unos meses con ella, todo sea cuestión de acostumbrarse.
Rendimiento
Eso sí, una vez ajustemos nuestros parámetros de trabajo -pero hemos de establecerlos-, la cámara recibiría un sobresaliente en rapidez puesto que la palabra retardo se esfuma completamente y no existe lag alguno en disparar una toma tras otra. Ni siquiera el modo ráfaga presenta lag alguno a la hora de disparar. Incluso con tarjetas no UHS. Es decir, con una tarjeta SD, clase 10, normal, nos vale.
Es aquí precisamente donde me detengo un momento. Este modelo utiliza solamente tarjetas tipo SD pero, a diferencias de los otros modelos full frame que montan dos slots (en algún caso ya sabemos de tipos distintos), la Nikon Df monta tan solo un slot para almacenamiento.
Nota interesante para aquellos que provengáis de cuerpos DX de Nikon y, tal vez, como yo, tengáis algún objetivo de tipo AF y querráis montarlo. Acordaros de levantar la pestaña existente en la parte izquierda de la montura, en el cuerpo de la cámara. De lo contrario, el cuerpo de la Nikon Df no detectará el objetivo montado.
Especial atención merece su magnífico rendimiento en condiciones de baja luz. Creo que, hasta la fecha, es la cámara con mejor rendimiento del autofocus a la hora de trabajar en esas condiciones, de todas cuantas he probado. Es realmente fácil enfocar con poca luz aunque en alguna ocasión no es demasiado rápida, único punto negativo en este aspecto. Lo cual es normal puesto que, al final, no es el mismo sistema de la D4 (la Nikon Df lleva el sistema AF Multi-CAM 4800 de 39 puntos, 9 en cruz). No diré que acierte el 100% de las veces pero sí la gran mayoría.
Sin embargo, volvamos al tema de su velocidad de trabajo. Si no deseamos trabajar en manual, podemos optar por una ISO automática y establecer alguno de los modos semiautomáticos y trabajar con el dial de compensación de la exposición. Tal vez perdemos creatividad pero ganamos rendimiento. Es cierto que el dial de los cuatro modos tiene un bloqueo por el cual hay que levantarlo y girar, lo cual hace que sea casi obligatorio dejar la cámara bien agarrada y realizar dicho movimiento. Tal vez un bloqueo algo innecesario.
Otro ajuste que podría ser más agradable es el dial que controla la apertura de los objetivos. Situado en la parte delantera resulta demasiado pequeño y su movimiento es bastante duro. Lo cual resta velocidad por ejemplo si estamos trabajando en manual o en prioridad a la apertura. También el dial de control de la velocidad de obturación queda algo alejado de nuestro dedo pulgar.
Otro detalle es el botón de bloqueo AE/AF que ha quedado desplazado más hacia el centro del cuerpo, en la parte superior posterior del mismo, para ser ocupado su lugar habitual por el botón de enfoque, algo que no ocurre en otras cámaras de Nikon. Lo cual si estáis muy habituados a bloquear el enfoque como suelo hacer yo, resulta algo incómodo.
Recordaros, como ya sabréis, la ausencia de grabación de vídeo en ese modelo.
Calidad de imagen
Fantástica. Una vez que le coges el punto a las configuraciones (después de tanto automatismo de otras réflex te costará algo el cambio) la Nikon Df, en combinación con este buen 50mm, te ofrece unas grandes posibilidades de sacar tomas de gran calidad de imagen aún en las situaciones más complicadas.
Además decir, que en mi caso, mi ISO de trabajo con esta cámara ha sido 1600-3200 en la mayoría de las veces (aunque he trabajado a ISOs bajas) lo cual nos da una idea bastante importante de su rendimiento ISO. Cierto, hay algo de ruido ya a esos niveles, pero un ruido muy, muy soportable y aprovechable. La salida incluso a ISOS mucho más altas resulta usable. Esto es también gracias al equilibrio entre la supresión del ruido y la retención de detalles.
Su calidad de imagen queda fuera de toda duda gracias a ese sensor de la Nikon D4 que hace que apreciemos perfectamente los detalles en cada toma. Esto se traduce en imágenes ricas en color y bien expuestas. Como ocurre en todas las Nikon recientes, este modelo es capaz, además, de realizar numerosas correciones en la salida JPEG. Como es la corrección automática de las aberraciones cromáticas laterales, corrección automática de la distorsión geométrica de la lente y el control del viñeteo (dentro del menú de disparo) que ilumina un poco las esquinas de la imagen.
En general, la calidad de imagen es predeciblemente muy buena. Tiene la misma respuesta de color en casi todas las situaciones y de forma muy similar a otros modelos de Nikon. Aunque 16 Megapíxeles no son demasiados para los estándares actuales en formato full frame, seguro que hay muchos profesionales que encuentran no encuentran problema alguno, por el momento, en trabajar con estas resoluciones.
Conclusiones
Rendimiento, calidad, diseño sí pero ergonomía y velocidad no. Esto claramente se traduce en trabajar con calma, en preparar todos los parámetros al detalle si realmente queremos obtener el máximo de esta cámara. Esto hace que si las condiciones de luz o la situación cambia rápidamente nosotros no podamos ser tan rápidos, lo cual hace que esta cámara sea algo lenta para fotografía callejera si nos gusta controlar los parámetros, en caso contrario, como hemos mencionado, podemos utilizar algunos de los modos semiautomáticos (A, S, P) para trabajar.
Con la Nikon Df es un placer disparar con buena luz y tener una calidad de imagen consistente. La medición es generalmente bastante fiable y balance de blancos es realmente bueno. La construcción alrededor de un excelente sensor con bajo nivel de ruido a ISO alto, buen rango dinámico y suficiente resolución es una garantía de calidad. Sin embargo, su precio y algunas prestaciones siguen siendo un obstáculo para que el usuario de Nikon no piense que hay otras mejores opciones como una D800 o una D610 por encima de este modelo.
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Nikon. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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