Por fin hemos tenido entre las manos una de las nuevas joyitas de la marca Nikon. Ayer fuimos invitados a un pequeño Photowalk organizado por nuestro amigo y compañero Mauro Fuentes y Nikon España, en el que nos presentó las novedades de la serie 1, y con la que pudimos posteriormente salir a afotar por una de las zonas más castizas de la capital.
Debo decir que a primera vista los dos modelos de la serie 1 (Nikon J1 y Nikon V1), no dejaban de darme una ligera sensación de cámaras compactas, pensamiento que se me esfumó al encenderlas. Como muchos ya sabéis la gama de las J1 se presenta en cinco colores diferentes, mientras que la V1 sólo en dos. Todos ellos estaban presentes y por supuesto listos para su uso (incluido el color rosa, que tanto juego dio a largo de la sesión, incluso con los viandantes).
Diseño y ergonomía
Mis primeras impresiones al tenerlas en las manos fueron bastante satisfactorias, aunque debo decir que me esperaba alguna mejora más en su ergonomía, sobre todo después de haber probado a sus competidoras (Sony NEX, Olympus PEN...). Gracias a su pequeño sensor, los objetivos utilizados no son de un tamaño muy grande, punto que facilita su manejo (al contrario de lo que puede ocurrir con las Sony NEX, por ejemplo), pero su agarre me desilusionó un poco. Como diferencia más recalcable entre los dos modelos que teníamos en la mesa era el añadido del visor electrónico en la V1 sobre la J1, al igual que el flash integrado en la J1, que no dispone la V1 por tener de zapata para un flash externo.
Ambos modelos no despertaron en mi ninguna sensación especial por su diseño, a pesar de verse claramente como tienen una forma muy compacta y con unos acabados muy buenos.
Ambas cámaras disponen de unos diales aparentemente sencillos y que sin duda harán las delicias de un público que no espera una personalización muy avanzada ni rápida. Los botones están muy bien posicionados y para el ajuste de exposición manual es sencillo y rápido (cuando le coges el truco, claro está). La V1 quizá dispone de alguna pequeña complejidad más en este apartado, pero tampoco resultaba muy significativa comparándola con su “hermana pequeña”.
Enfoque con la Nikon J1
Posteriormente, y tras la presentación de todas las características de las cámaras que muchos conoceréis ya, era el momento de ponernos en marcha y probar las novedades de la que “a priori”, se dice, es la cámara con el enfoque más rápido de todos. Hice el recorrido con una Nikon J1 y un pancake Nikkor 10mm (que posteriormente cambié por un Nikkor 30-110), y desde las primeras tomas debo decir que que su enfoque me gustó muchísimo, rápido y preciso. La mejora del autofocus híbrido se nota y de una forma bastante importante. Comparándolo con mi Olympus EP-3 (la que dicen tiene uno de los enfoques más rápidos dentro del segmento CSC), no deja en absoluto nada que desear, incluso me atrevería a decir que la supera.
El problema de ambas cámaras vino cuando quise pasar al modo de enfoque manual. En primer lugar no es nada cómodo encontrar la forma de cambiar las opciones de enfoque y, por tanto, de elegir el modo manual; y como segundo punto, y a mi juicio el peor de todos, la imposibilidad de enfocar desde la lente. Un fallo que puede ser un problema para todos aquellos que pensarán en esta cámara como su cámara de fotografía callejera. Es cierto que el enfoque manual es muy preciso y con una transición muy suave, pero no llegó a convencerme por ese gran punto en contra.
Modos de disparo y video
Mis primeras impresiones al disparar fueron mas que satisfactorias, pudiendo probar la maravillosa velocidad de ráfaga de la que dispone la cámara (sin duda una cantidad de fotos al segundo muy pero que muy significantiva). Pero lo que más me llamó la atención dentro de los modos de disparo fueron los modos Selector de foto inteligente y el de Instantánea de movimiento.
El primero de los dos consta de la captura de 20 imágenes, antes y después de la apertura del obturador, de las que la propia cámara acaba seleccionando cinco de ellas y guardándolas para que posteriormente elijamos la que más nos guste. Para ello, la cámara se fija en temas como la expresividad de la persona fotografiada, enfoque, etc… (excluyendo incluso las fotografías con los ojos cerrados).
El modo de Instantánea en movimiento no deja de ser la realización de un clip de vídeo de una duración muy breve (dos segundos aproximadamente), ralentizado gracias a la gran velocidad de disparo de la cámara. Creativamente puede ser muy llamativo si sabes visualizar buenas tomas, pero a mi juicio no deja de ser una opción que a la décima vez de usarlo perderá su gracia para muchos.
El vídeo es un plato muy fuerte en estos dos modelos, ya que la posibilidad de conseguir llegar a los 60fps da una cantidad espectacular de posibilidades para una cámara de sus dimensiones. Hice algunas pruebas aprovechando el gran movimiento existente en la zona y pude observar la fluidez del mismo en estas situaciones.
Por último comentar que las pruebas que realicé a ISO’s altas me dejaron un buen sabor de boca. Un sensor tan pequeño, como el de estas cámaras se comportó a las mil maravillas en situaciones de baja luz y eso que llegué a forzarlo realizando tomas a ISO 3200.
Conclusión
En definitiva, la serie 1 de Nikon es un concepto algo diferente a lo que hemos visto en otras CSC. Dispone de características muy buenas para un segmento con conocimientos fotográficos muy avanzados, pero acaba por desmontarte esa sensación al carecer de otras opciones muy necesarias.
Las primeras impresiones generales que he podido sacar durante esta pequeña toma de contacto se resumen en que son modelos con un avance muy grande en el tema del autofocus, velocidad de disparo (incluso llegando a usar dicha característica como modo creativo) y calidad fotográfica del sensor. Pero, factores como lo lioso de los cambios de modo, diales, etc…, unido a la falta de un modo manual “real” para una cámara de lentes intercambiables me hacen dudar mucho sobre ellas. Si además le unimos un precio algo alto para lo que ofrecen realmente nos damos cuenta que estamos ante un pequeño “tesoro” con carencias.
A pesar de todo debo decir que me fui con un buen sabor de boca y esperamos poder ofreceros impresiones más extensas cuando las tengamos más tiempo entre las manos. El triunfo de ellas sólo el público lo dirá, pero sin duda tenemos un par de cámaras potentes y con opciones (aunque deberían ser más) en un segmento como el CSC que sigue creciendo a una velocidad de vértigo.
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