Lo primero que pensé nada más verla es que en Canon estaban bastante contentos con la anterior G15 y que apenas habían remodelado ésta Canon Powershot G16, sin embargo, una vez que la pruebas ver determinados puntos de mejora así como nuevas prestaciones interesantes.
La Canon Powershot G16 se encuentra en la llamada gama de compactas avanzadas. Este modelo cuenta con un sensor CMOS de imagen de 12,1 MPx, el nuevo procesador de imagen de Canon, el DIGIC 6, pantalla LCD de 922.000 puntos y tres pulgadas, zoom óptico de 5 aumentos gracias a un potente objetivo 28-140mm con apertura variable entre f/1.8 a f/2.8, esto por citar lo principal porque este modelo tiene estas cosas y muchas más.
Diseño y ergonomía
Con un grip un poco más grande el agarre sería perfecto, no es que se agarre mal ni mucho menos pero un poco más de saliente haría el conjunto mucho más estable también a la hora de disparar y tenerla en la mano. Por lo demás se mantiene la estética "retro" de modelos anteriores de la gama G de Canon.
Ha habido algunas pequeñas modificaciones en el diseño y algunos de los controles son nuevo, pero son cambios cosméticos menores. Por la vista frontal, con la excepción de la etiqueta Wifi es prácticamente idéntica a la G15 aunque el agarre de la G16 es un poco más ancho y menos angular.
Algo que esperamos en una compacta de este tipo es que su visor no sea muy grande, pero he decir que sigue siendo muy pequeño y cuesta mucho componer las escenas de esta forma, por lo que el 90% de las tomas las hice usando el Live View.
Rendimiento
En cuanto a prestaciones principales, no hay mucho para diferenciar el G16 respecto a su predecesora, la G15, puesto que monta el mismo objetivo, el diseño ya hemos comentado que es muy similar, lleva el mismo sensor de 12,1 megapíxeles pero ahora se combina con el último procesador DIGIC 6 de Canon.
Si lo que uno busca es rendimiento esta compacta lo tiene. Su procesador de imagen, el nuevo DIGIC 6, se nota y mucho. Con una puesta en marcha muy rápida y apenas lag entre toma y toma es posible ponerse a disparar en menos de un segundo según la sacas del bolsillo.
Otro factor que se nota y se aprecia, sobre todo en las tomas nocturnas, es el estabilizador de imagen incorporado que aporta un factor de estabilización de 4 pasos, lo cual también ayuda, y mucho, durante la grabación de vídeo.
La Canon Powershot G16 ofrece muy buenas sensaciones en la mano. Una sólida construcción y la sensación de que todo está exquisitamente rematado favorecen en todo momento el trabajo con ella.
El dial de control de la exposición (desde -3 a +3 pasos) resulta extremadamente útil para todo aquel que guste de controlar en todo momento ésta y tener una exposición ajustada. Por la parte trasera, también en positivo, la pantalla proporciona una detallada imagen. Cálida, brillante y contrastada.
La batería NB-10L de la Canon PowerShot G16 - es la misma que en su predecesora - se encuentra en la empuñadura del cuerpocompartiendo espacio con el slot de la tarjeta se accede. En teoría, una batería completamente cargada proporciona energía suficiente para 360 disparos.
La G16 posee una unidad de flash tipo pop-up que se activa manualmente deslizando un pequeño interruptor en el panel superior. Aunque se sitúa algo por encima del objetivo no ayuda del todo a que el tan temido efecto de ojos rojos desaparezca del todo puesto que en algunas ocasiones, aunque pocas, me ha ocurrido.
Además de los usos habituales del WiFi y conectar la cámara a nuestra red de casa, también se emplea esta funcionalidad, como ya viene siendo habitual, para poder etiquetar las imágenes con datos GPS grabados por un smartphone a través de la aplicación Canon CameraWindow.
Calidad de imagen
Aunque la calidad de imagen es buena, en cuanto apretamos las condiciones de luminosidad el resultado baja como en casi toda compacta. Recordemos que estamos ante un sensor pequeño aunque otras compactas ya se atreven a aportarnos sensores APS e incluso algunas Full Frame.
Me ha sorprendido que, en algunos casos, aún con buena luz el nivel de artefactos derivados de la compresión JPEG de la cámara lo he encontrado algo excesivo en comparación con los JPEG's generados en otras cámaras. Algo que comparado con el fichero RAW, sí, porque recordad que comentamos que permite disparar en RAW, no tiene nada que ver, siendo muchísimo mejor el fichero RAW.
El ajuste de blancos, sobre todo en el modo P, es muy bueno, permitiéndonos obtener colores bastante fieles a la escena que estábamos viendo. Algo que es de apreciar, incluso en condiciones muy adversas de iluminación.
Es en este tipo de situaciones cuando la G16 exprime todo su potencial pues aunque, como adelantaba, su rendimiento a ISOS altas podría ser mejor, no podemos estirar mucho más este tipo de sensor. Sin embargo, a su favor, a pesar de la lógica pérdida de detalle/nitidez a ISOS altas, el comportamiento es muy bueno.
A continuación podéis ver una galería de muestra, o bien visitar la galería en Flickr a toda resolución:
Conclusiones
Estamos ante un modelo sólido y muy bien construido en el cada detalle está perfectamente trabajado. La incoporación del nuevo procesador de imagen DIGIC 6 es todo un acierto haciendo que el comportamiento y manejo de la cámara sea extremadamente fácil.
Algo más de rendimiento en la calidad de imagen ofrecida por el sensor sería perfectamente deseable para una compacta que cuesta más de 500 euros, en la actualidad. Por otro lado, las tomas son perfectas para quien quiere realizar impresiones intermedias o tener siempre una cámara con buenas prestaciones guardada en el bolsillo.
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Canon. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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